Capítulo 16

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Marinette:
Luego de que el doctor se marchara, Adrien me llevó hasta su habitación, y me colocó cuidadosamente en la cama, para luego, acostarse al lado mío.

—¿Se te alivió el dolor?—me preguntó, mientras acariciaba mi mejilla.

—Sí, esas pastillas sí que son efectivas.

—Lo mejor para mi princesa—dijo, y besó mi frente—Descansa.

Se me hacía muy tierna la forma en la que me daba las buenas noches, pero al mismo tiempo, sentía la necesidad de besarlo en la boca. De cierta forma, habíamos iniciado una relación, y no lo había besado, deseaba hacerlo.

Me acerqué a él, y me apoyé en su pecho, mientras él me miraba, confundido, tratando de adivinar cuál sería mi siguiente movimiento. Tomé sus mejillas, y pegué mis labios suavemente a los de él. Adrien me correspondió enseguida, y rodeó mi cuerpo con sus brazos.

Me sentía amada, en paz, y mi corazón latía con fuerza. Decidí dejarme llevar por mis instintos, y comencé a empujar mi lengua dentro de su boca, lo cual, lo sorprendió. Pude sentir como todo su cuerpo se tensó, y una de sus manos se movió hasta mi nuca. Por un momento, sentí que jaló mi cabello, y por mas extraño que parezca, me agradó la corriente eléctrica que recorrió mi cuerpo con cada jalón.

Nos besábamos con amor, pero también, con demasiada pasión. Sentía que me estaba devorando viva, y me encantaba esa sensación. La sangre hervía dentro de mis venas, y un calor en mi pecho aceleraba mi respiración. Estaba cada vez más mojada, y caliente. Simplemente, estaba dispuesta a entregarme a él, y ser su mujer de una vez, y para siempre.

Procedí a acomodarme sobre él, cuando lo sentí agarrar mi trasero, y apretarlo contra el bulto que crecía entre sus piernas. Si seguíamos así, nos íbamos a acabar viniendo ambos. Pensé, y recordé que un sueño húmedo conmigo lo hizo venirse, mientras dormía. Quería volverlo loco, quería ser su único deseo, y su única fantasía, así como él lo era para mí.

Mis caderas comenzaron a moverse solas, frotando mi seco contra el suyo, por encima de la ropa. Sentí un cosquilleo en mi vientre, que se expandía hacia el resto de mi cuerpo, y cada vez quería sentir más, y más.

—Podemos recrear tu sueño, si quieres—susurré en su oído, y escuché un gemido salir de su boca—Vamos, quiero ser tuya.

De repente, él nos giró, quedando él encima mío. Me observaba, como mi pecho bajaba y subía, y como mis pezones se marcaban por encima de la tela del pullover. Sus pupilas estaban dilatadas, y su respiración era un desastre. Me sonrió, y enterró so cabeza en mi cuello.

—No necesito hacerte el amor para que seas mía—susurró en mi oído—ya lo eres. Tu corazón me pertenece, y el mío, te pertenece a ti.

—¡Quiero hacerlo!—confesé—Te deseo, por favor, no me dejes así.

—No te quitaré tu virginidad esta noche—inició—pero sí garantizo que lo disfrutaremos.

—¿Por qué no está noche?

—Quiero prepararte.

—¿Prepararme?—pregunté, confundida.

—Investigué, y existen un sin número de juegos que no involucran penetración. Solo... quiero aprender lo que te gusta, antes de desflorarte.

Mis ojos estaban abiertos como platos. No tenía idea de que él sexo fuera tan complicado, ¿o acaso era su miedo a lastimarme lo que lo hacía complicado?

—No quiero que ocurra en una noche ordinaria, como esta—continuó—quiero que sea especial para ti.

—¿Se puede estar más enamorada de una persona?—pregunté, y estaba segura de que traía una cara de boba en esos momentos.

My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora