My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]

Capítulo 26

Marinette:
Traté de mantener mi vista fija en las botellas, a las cuales, se supone que debía disparar, peor todo mi cuerpo temblaba, y Adrien lo notó.

—Debes estar tranquila—me dijo Adrien, pacientemente, y besó mi mejilla—si te tiembla la mano, no le darás a tu objetivo.

—No... no puedo hacerlo... no ahora.

—Si esperas a estar lista para esto, esperarás toda la vida. Debes enfrentar tus nervios, canalizarlos.

—No... no puedo...

—Sí puedes, eres la milagrosa Ladybug, ¿no? Puedes con esto, y con lo que sea. No tengas miedo de disparar... yo estoy aquí.

—Adrien... en verdad... yo...

—¡Dispara! ¡Vamos!

De nada serviría hablarle, debía demostrarle con hechos que no podría disparar si él seguía abrazándome de ese modo. Disparé, torpemente, y di muy lejos del objetivo.

—¡Joder!—dije, con el corazón en la boca—Menos mal que no le di a nadie.

—Está cargada con balas de salva. Aunque le des a alguien, los daños no pasarán de un intenso dolor por unas pocas horas.

—Oh...

—Vamos, intenta de nuevo.

—Yo... no puedo...

—¡No lo lograrás si no practicas!—me regañó—Ahora, ¡vacía esa maldita pistola!

Disparé con torpeza, alrededor de treinta veces, y en ninguna, estuve ni cerca del objetivo.

—¡No, no, no, y no!—me regañó Adrien, frustrado—pareciera que no estás poniendo de tu parte. Esto es serio, Marinette.

—Estás siendo demasiado frío conmigo hoy—dije, cruzando mis brazos.

—Trato de enseñarte a defenderte.

—Bueno, entonces, podrías intentar explicarme por qué estás tan nervioso, en vez de regañarme cada cinco minutos.

—¡Te regaño porque lo haces mal!

—¡Porque es la primera vez que disparo una maldita pistola!

—¡Tienes que aprender a hacerlo bien, o morirás!

—¿Por qué tanta maldita insistencia, ahora?

—¡Porque mi padre te está buscando hasta debajo de las piedras! ¿Vale? Y en el peor de los casos, yo seré el primero que se sacrifique para mantenerte con vida, luego, irá Dante. Alya y Nino también, pero ¿y si todos nosotros morimos? ¿Quién te protegerá?

—Si tú mueres, ya no tendrá sentido salvarme, ni salvar al mundo—le dije, ladeando mi cabeza, y mi voz se rompió.

—Vale, ese fue un pésimo ejemplo—admitió—Imagina que nos capturan, debes saber defenderte, así podrás ayudar a rescatar a quien sea que hayan capturado.

—No lo había pensado de esa forma—dije, entendiendo mejor el por qué de todo esto—aunque lo hubiese entendido, si me lo hubieses explicado desde un inicio—gruñí, y suspiré—Intentémoslo de nuevo, pero esta vez, mantente lejos de mí.

—Eres un desastre, no hay forma de que te dejaré sola con una pistola en la mano.

—Dijiste que son balas de salva, ¿no?

—Sí.

Adrien:
Me sorprendió que tenía la pistola agarrada correctamente, y ahora que yo me encontraba a un metro de distancia de ella, parecía más tranquila. Sus manos no temblaban, y disparó, pegando justo en una de las botellas.