My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]

Capítulo 46🔞

Adrien:
Dejarla en libertad dolía, ¡joder! Sí que dolía, pero necesitaba hacerlo, era lo correcto. Dejarla ir estaba rompiendo mi corazón en dos, pero jamás sería feliz retejé sola a mi lado, en contra de su voluntad.

Me alegró mucho el corazón saber que, al menos, podría ser un padre para mi hijo, o seguir siéndolo. Mi pequeño Lou, ¡cuánto lo amaba! Tanto como a su madre, aunque ella ya no fuese mía, y lo único que le deseaba a esa hermosa y valiente mujer era que lograse encontrar la felicidad que a mi lado no podría tener.

Marinette estaba por continuar hablando, mientras sonreía dulcemente, derritiendo mi corazón. Será difícil verte casi todos los días, y saber que ya no eres mía, amor, pero por tu felicidad, estoy dispuesto a aceptar lo que sea, aunque tenga que romper mi corazón en mil pedazos... De repente, abrió sus ojos como platos, como si se hubiese dado cuenta de algo, y cubrió su boca con sus manos.

—Adrien—inició su voz, entrando en pánico—Tu amok, ¿dónde está?

—Tranquila, es el anillo de mi madre.

Ella hizo una mueca de interrogante, y luego, observó su mano, para luego, mostrarme los dos anillos que yo había puesto en su dedo.

—¿La alianza?—me preguntó, y yo asentí—¿Me diste tu amok a mí, en vez de conservarlo tú?

—Cuando te lo di, no sabía que era mi amok, y ahora que lo sé, no me importa si quieres quedártelo... creo que lo necesitarás para mantener mi amor por ti a raya.

—¿Por qué demonios querría mantener tu amor por mí a raya?—preguntó, con una mueca de confusión fingida, mientras sonreía coqueta...

¿Acaso había elegido quedarse? Mi corazón saltó ante el pensamiento, y yo me quedé estático, mirándola como él estúpido enamorado que era.

—P-porque...—intenté hablar, pero las palabras me salían cortadas... ¡joder! Estaba más que nervioso... estaba en modo Marinette de 14 años enamorada...

—¿Porque?—dijo, y sus labios estaban demasiado cerca de los míos; me estaba volviendo loco, moría por besarla, pero no lo haría hasta tener una respuesta clara de su parte.

—¿No te doy asco? Es decir, lo que soy...

—Siempre has sido lo mismo, e igual, me enamoré de ti como una idiota, desde que tenía 14 años...

—Pero pensabas que era... ya sabes... normal.

—Siempre supe que eras mucho mejor que las demás personas, y ahora veo por qué—anunció, con una sonrisa soñadora en su rostro—Me importa una mierda si eres humano, senti-humano, o lo que sea que seas. Te amo desde que era una chiquilla, tenemos un hijo juntos, fuiste mi primer, y único hombre. No nos debería de importar esto... yo te amo, tú me amas, amamos a nuestro bebé, ¿por qué habríamos de separarnos? Somos una hermosa familia, y una pareja sólida, fuerte, amorosa—rozó sus labios con los míos—Te lo dije desde la primera vez que nos besamos, en el taller que me regalaste: quiero quedarme a tu lado, Adrien Agreste, no me importa lo que implique.

—Eres... perfecta—susurré, justo antes de ser besado ferozmente por la mujer que amaba.

Llegué a pensar que jamás sentiría aquellos labios sobre los míos, y mi desesperación por no dejar de besarla era notoria. Introdujo su lengua en mi boca, y ella me respondió de la misma forma. Parecíamos dos animales salvajes tratando de comerse entre sí.

Era un beso caliente, demasiado caliente. Su lengua rozando la mía, y su boca chupando todo a su paso, me volvía loco. Ella pasaba sus manos a través de mis cabellos, enviando corrientes eléctricas hacia todo mi cuerpo, y sentí que el gatito comenzaba a despertarse entre mis piernas.