Capítulo 44

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Adrien:
Aterricé en la habitación de Félix, quien me estaba esperando con ansias, pero había alguien más acostada en la cama: se trataba de una chica de cabello negro.

—¿Al fin tienes novia?—le pregunté, alegrándome profundamente por él.

—Hablemos en la habitación de al lado, por favor—gruñó mi primo, entre dientes—Ella necesita descansar.

—Vale.

Salimos de su cuarto, y entramos en la habitación de al lado, la cual, él cerró con seguro, y respiró profundo antes de hablar.

—La chica que viste en mi cuarto se llama Bridgette, llevamos juntos ya cinco años, y la razón por la que la he mantenido en secreto es para protegerla—explicó Félix—Sabía que si la relacionaban conmigo, mi tío querría lastimarla, solo para hacerme daño a mí.

—Lo entiendo, pero ¿por qué me lo ocultaste a mí?—pregunté, tratando con todas mis fuerzas de entenderlo.

—Porque la amo demasiado, y te vi todos estos años sufriendo por la supuesta muerte de Marinette, yo solo... no quería verme en la misma situación, pero lo inevitable ocurrió hace unos días, cuando se supone que tú y yo hablaríamos.

—¿Era a ella a quien te referías? ¿Era tu novia quien estaba hospitalizada?

—Sí—dijo, y cerró su puño con rabia—la gente de tu padre descubrió nuestra relación, y atacaron la casa de Brid. Asesinaron a toda su familia, y gracias al cielo, yo llegué a tiempo para salvarla a ella—vi lágrimas en sus ojos, y su voz se rompía mientras hablaba, en verdad amaba a esta chica—Tenía un cuchillo clavado en la panza, y la llevé corriendo hasta el hospital. Allí descubrí que sería padre, pero mi alegría duró poco, ya que también me dijeron que la puñalada había matado a mi hijo.

—Félix... yo... no sé qué decirte.

Y en verdad no sabía. No sabía hasta qué punto Félix quería ser padre, pero me puse en sus zapatos, y no sabía qué hubiera hecho si algo le hubiera pasado a Louis antes de nacer, o si algo le pasara ahora mismo. Se veía muy afectado por lo ocurrido, y se le notaba que amaba a esta chica. Lo más seguro era que sí quería formar una familia, cuando todos estuviéramos fuera de peligro, al igual que Alya y Nino. 

—Tienes todo el derecho de estar enfadado—me dijo Félix, una vez logró controlarse—y tienes todo el derecho de querer quitarme el Miraculous ahora mismo, y te lo entregaré, pero primero, te ruego que me escuches.

—¿Finalmente me dirás toda la verdad?

—Sí, lo haré, porque lo qué pasó con Brid y con mi bebé, me abrió los ojos. Estuve ocultándote cosas por años, todo con tal de protegerla a ella, y mira lo que ocurrió. Creo que... tal vez... si te hubiera pedido ayuda, las cosas hoy serían diferentes.

—Yo te habría ayudado, Félix, sabes que no me hubiera molestado traer a tu novia y a sus padres a mi casa.

—Lo sé, pero tenía miedo, miedo de que a ella se le hubiera escapado la verdad. Yo siempre lo supe, pero tú, con todo lo que has vivido, y los daños psicológicos que eso te ha dejado... no sé cómo te lo tomes. Solo te digo una cosa: mi novia lo sabe, y me ama a pesar de ello, me acepta como soy, y sigue a mi lado, ¿vale? Estoy seguro de que será lo mismo con Marinette.

—¿Qué tiene que ver Marinette en lo que me vas a contar? ¿De qué verdad hablas?

—Adrien, siéntate.

—¿Por qué?

—Necesitarás estar sentado, y el vaso de agua con hielo que está en la mesita de noche, para digerir lo que te voy a decir.

My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora