Capítulo 28

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Marinette:
Adrien se despidió de mí, con un beso en la frente, antes de marcharse para las reuniones, y los negocios que tenía previstos para hoy. Mencionó que regresaría a las 4:00 de la tarde para estar presente en mi cita con el doctor.

Me levanté, y sonreí al tocar mis orejas, y sentir que, de nuevo, tenía mi Miraculous puesto. Me levanté a toda velocidad, y fui al baño a prepararme. Hoy no tenía ganas de vestirme divina, así que me puse unos legginess negros, con un pullover  blanco. Peine un poco mi cabello, y lo dejé suelto, para luego, dirigirme hacia la habitación que, anteriormente, me pertenecía, en donde se encontraban Tikki y Plagg. Mi kwami se encontraba de espaldas a mí, y Plagg sonrió al verme entrar en la habitación.

—¿Cómo está Marinette?—preguntó Tikki, y me pareció tierno que, aún después de todo, se preocupara tanto por mí.

—¿Por qué no le preguntas tú misma?—dijo el kwami, haciendo señales para que ella se girara.

Tikki giró, quedando frente a mí, y sonrió al ver que yo tenía mis brazos abiertos.

—¡Ven aquí, pequeña!—le dije, y ella flotó hasta mí, quedando hundida en mi pecho, y yo la abracé, como pude.

—Pensé que nunca te iba a volver a ver—dijo mi kwami, con dolor en su voz—Pensé que te habías rendido, y que habías decidido huir.

—Me rendí con París, Tikki, y espero que entiendas mis razones, pero no contigo; pequeña.

—Te entiendo, tranquila—dijo mi kwami.

—¡Oh ven aquí! Dame otro abrazo—dije, y ella se lanzó contra mi mejilla—Te extrañé tanto, no tienes idea cuanto. Bienvenida a casa, Tikki.

—Gracias, Marinette... ahora, cuéntame, ¿cómo estás? Sé que Alya fue quien te cuidó, y quien te despertó, junto con el maestro Fu, y el maestro Celestial. Plagg me contó que Adrien fingió su muerte, y se cambió el nombre, ahora es el jefe de esta mafia.

—Así es, Tikki.

—¿Cómo te sientes al respecto?

—¡Ay, Tikki!—dije, mordiendo mi labio inferior al recordar la cadena de eventos que me habían traído hasta donde estaba ahora—Siento que me da igual lo que él sea, siempre lo amaré de la misma forma.

—Siempre te he dicho que sigas a tu corazón—me dijo mi moteada amiga, sonriendo—Si eso es lo que te dice, pues debe de ser lo correcto.

—No sé si sea lo correcto estar enamorada de un criminal peligroso y sanguinario, pero es lo que mi corazón me pide a gritos: que me quede a su lado—dije y suspiré—Tikki, a pesar de todo, jamás en mi vida había sido tan feliz, como lo soy ahora, que estoy con él.

—A veces, lo correcto no significa siempre ayudar a los demás, sino ayudarte a ti misma. Dedicaste años a salvar a París, y te pagaron con odio y desprecio.

—¡Hiuff!—dije, soltando un suspiro de alivio—Pensé que ibas a estar molesta, y decepcionada conmigo...

—Adrien y tú me salvaron de Hawckmoth, y Lila—suspiró—No tienes ni idea de lo mal que me trataban. Solo me alimentaban cuando necesitaban usar mi poder...

—¡Hablando de alimentarte! ¿Adrien te dio de comer a noche?

—Sí, me dejó una bandeja llena de Macaroons y galletas—me dijo, con una sonrisa.

—Marinette—me llamó Alya, quien no se veía nada sorprendida por verme con Tikki—oh, veo que ya se encontraron.

—Sí—dije, contenta.

My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora