My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]

Capítulo 14 🔞

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TRIGGER WARNING: este capítulo toca temas sensibles para algunos lectores, como la violencia contra las mujeres. Leer bajo su propio riesgo.
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Marinette:
Abrí mis ojos, y me vi en una cabaña pequeña. Intenté moverme, pero las cuerdas que ataban mis manos y piernas, a la silla en la que me encontraba sentada, me lo impedían.

Intenté gritar, pero había un pañuelo metido profundamente en mi boca, que le impedía a los sonidos salir de mi boca. Intenté desatarme, pero fue inútil. La desesperación se apoderó de mí.

Voy a morir, voy a morir, voy a morir. Era el sentimiento que se repetía en mi mente, una y otra vez. Me costaba mucho respirar con normalidad, y mi corazón quería explotar en mi pecho. Toda esta situación me traía recuerdos de hacía algunos años, cuando Lila intentó matarme para completar el estúpido ritual de Shadowmoth.

Las lágrimas brotaban, incesantes, de mis ojos, y mi desesperación aumentaba a cada instante. Estoy secuestrada... me van a matar... el sacrificio de Alya, Nino, y Adrien sería en vano... mi amor se quedaría solo, y esta vez, terminaría de perderse a sí mismo... jamás lo volvería a ver, ni a mis padres... jamás conocería a mi hermana... Mis pensamientos se paralizaron cuando sentí el frío metal de una pistola encañonando mi cabeza.

—Quieta, pequeña—me dijo una voz masculina que no reconocí—lo mejor será que te relajes.

Tenía miedo, mucho miedo. No sabía lo que me querían hacer, y no pude evitar llorar más fuerte, y emití unos sonidos extraños.

—Ladybug, basta—insistió aquel hombre castaño, que parecía tener unos 45 años—no me gustan las niñas chillonas. O lloras calladita, o no lloras, belleza.

—Theo, está asustada—dijo el otro hombre, este se veía más joven, como de unos 25 años.

—¡Me da igual! Me molesta el sonido que emite cuando llora. Su voz chillona me molesta.

—¿En verdad es correcto esto?

—¿Quieres el dinero, sí o no?

—Sabes que lo necesito para pagar mi cirugía—comentó el joven.

El chico no se veía mala persona, solo estaba intentando salvar su propia vida, y no podía culparlo por eso. Si pudiese hablar, le ofrecería el dinero que necesitaba, estaba convencida de que Adrien pagaría lo que fuera a la persona que me salve la vida.

—Entonces, calla y sigue mis órdenes—comentó el hombre más viejo.

—Solo digo que es normal que la chica llore. Se siente asustada, ¿ustedes no lo estarían en su situación?

—Me importa una mierda como se siente el gran fraude de París. Por su culpa, la ciudad se volvió así de peligrosa.

—¿Cómo puedes culpar a alguien que estuvo en coma cuando todo pasó?

—¿Está lista mi maldita cena?

—Lo está, tío.

—Recuerda que tu primo murió por defender a esta estúpida, en uno de los tantos enfrentamientos entre sus fans y sus antis.

¡Mierda! ¿Eso era verdad? ¿Habían ocurrido enfrentamientos a muerte por mí? ¡Maldita sea! Yo nunca quise causar esto. Si pudiera regresar el tiempo... ¿a quién engaño? No lo haría, no renunciaría a ser Ladybug jamás, porque eso me permitió conocer, y enamorarme de ChatNoir.