Narrador:
Adrián sentía demasiado deseo, como nunca antes. Su entrepierna le dolía, pedia a gritos ser liberada. Marínese lo observaba como luchaba contra el lazo de sus siestas pants, pero sus movimientos eran torpes, y no lograba nada.—¡Joder!—gruñó el rubio.
—Te ayudo—dijo la chica, y llevó sus manos hasta los hilos.
Sin darse cuenta, rozó la intimidad de su novio, por encima de la ropa, lo cual, le robó un grito lleno de placer. Marinette lo observó con una sonrisa juguetona, mientras desataba aquellos cordones. Adrien, ya inconsciente de sus actos, levantó sus caderas, permitiendo que Marinette lo despojara de toda su ropa.
El hombre soltó un suspiro de alivio, una vez su hombría fue puesta en libertad. La chica besó sus labios con desesperación, una vez más, y él la empujó despacio hacia atrás, hasta que su delgado cuerpo quedó completamente acostado en la cama. Por instinto, la chica abrió sus piernas, y su novio se colocó entre ellas.
Las piernas de Marinette temblaban, estaba segura de que sería tomada esa misma noche, y se sentía feliz por ello. Finalmente, había llegado el momento correcto, en que se uniría a su amor, en cuerpo y alma.
Adrien atacó los labios de la chica, y puso todo su empeño en en los apasionados besos que le daba, besos que gritaban, desesperadamente, cuánto la amaba, y Marinette pudo sentirlo.
—Si hago algo que no te gusta, me detienes, ¿vale?—advirtió el rubio, y la peliazul solo pudo asentir—Bien.
—¿Me lo vas a comer?—preguntó la chica, no muy segura de si su compañero había entendido a lo que se refería.
—¿Quieres que te lo coma?—preguntó él, contra sus labios.
—Sí—pidió ella, y sus mejillas ardían—quiero que me lo comas.
—Vale—dijo el rubio, más que feliz de atender al pedido de su novia.
Los labios de Adrien se deslizaron por el mentón de su novia, dejándolo un chupón en su clavícula. Siguió deslizándose entre sus senos, disfrutando del olor que emanaba de la piel de la muchacha.
Llegó hasta su vientre, y retiró las bragas de su chica. Quedó maravillado con lo excitada que se encontraba. Creo que está lista. Pensó, y sonrió. ¿Acaso había perdido el juicio? Tal vez, pero en ese momento, todo lo que quería era colarse entre sus piernas, y convertirla en mujer, en su mujer.
Levantó las piernas de ella, y las colocó en sus hombros, para luego, hundir su cabeza en su húmedo sexo. A pesar de que Marinette sabía exactamente lo que Adrien le haría, no pudo evitar soltar un gemido, casi como un grito, ante su acción, sin previo aviso.
Los dedos de Adrien apretaron el botón de placer de la chica, y comenzaron a masajearlo en círculo. Su lengua era una intrusa en el interior de ella, moviéndose en todas direcciones, para alcanzar los sensibles nervios que la hacían enloquecer.
La chica enredó sus dedos alrededor de los dorados cabellos de su novio, mientras su cuerpo se retorcía de placer. Sus piernas temblaban, y sus dedos de los pies se encogían. Se vio forzada a apartar sus manos de aquellos cabellos rubios, para aferrarse a las sábanas con todas sus fuerzas, mientras gemía descaradamente.
Cada sonido que emanaba de ella volvía loco a Adrien, el hacerla estremecer lo calentaba demasiado, y ella se había dado cuenta de ello, y lo usaría a su favor, para beneficio de ambos. Ambos estaban fuera de control, y querían, finalmente, unir sus cuerpos, y entregarse al cien por ciento.
La vista de Marinette comenzó a nublarse, cuando sintió rayos y centellas. Sintió fuego correr por sus venas, y cada centímetro de su interior comenzó a latir. Su cuerpo se arqueó, y su cabeza se vio inclinada hacia atrás, mientras ella intentaba respirar, luego de un grito que fue música en los oídos de Adrien.
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My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]
FanficDespués de haber perdido los Miraculous de su caja, la gente le dio la espalda a Ladybug, pero a pesar de eso, la guardiana de París jamás desistió de proteger su amada ciudad. El peligro aumentó, y ChatNoir se mantuvo a su lado todo el tiempo, hac...