Capítulo 3

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ChatNoir:
Una tenue luz venía desde el interior del almacén, casi en derrumbe, y supuse que mi padre les había avisado que yo venía.

—Tengo un plan—dijo Rena—crearé una distracción, y tú entrarás por Marinette.

—Hecho.

Rena creó una ilusión del auto de mi padre, con otros dos autos más, llegando al almacén, y al mismo tiempo, una barrera de invisibilidad alrededor mío, que me seguiría a donde fuera.

Me adentré en el lugar sin ser visto, y observé a la maldita de Lila, con un pequeño tubo con sangre en sus manos. Un poco más lejos, se encontraba Marinette, estaba atada por los brazos, con unas cadenas que colgaban desde arriba, y uno de sus dedos sangraba. Mi corazón se encogió al verla llena de moretones, y raspones.

En el suelo, estaba grabado el mismo símbolo que tenía la caja original, en la cual, había recibido mi miraculous a los 14 años. De repente, la falsa imagen de mi padre entró al almacén.

—Ya tango ambos Miraculous—dijo la ilusión—libera a la chica.

—¿Estás loco, Gabriel?—cuestionó Lila—¿Cómo te harás el guardián de la caja si no sacrificas a esta idiota? Sabes que no hay otra forma de robarle la caja a la guardiana. Ladybug no te la entregará por su propia voluntad.

¡Maldición! Ese era su plan: hacerse el nuevo guardián de los Miraculous, obteniendo así más poder. Si Marinette cedía su poder, perdería la memoria, y si este le era arrebatado, perdería la vida. Ninguna de las dos opciones me agradaba, no iba a dejar que mi padre se hiciera con la caja.

—Chataclismo—susurré, activando mi poder, y toqué las cadenas, haciéndolas polvo.

Marinette cayó, casi inconsciente, como un saco de papas, sobre mí.

—Vete—me dijo, en un hilo de voz.

—Shh, nos van a descubrir—le dije, mientras la cargaba.

—Yo ya no tengo salvación... sálvate tú.

—Tú eres mi salvación—susurré, y besé su frente.

¡Mierda! Estaba fría, demasiado fría...

—Solo... resiste, amor mío—le dije, en un hilo de voz, mientras corría, hacia el lugar en donde se encontraba Rena.

—¡Dios mío!—exclamó, cubriéndose la boca, y su voz se quebró, mientras observaba el estado en el que se encontraba su mejor amiga—¡SON UNOS MALDITOS MONSTRUOS!

—Debemos llevarla a un hospital. ¡Ahora!—dije, y mi voz temblaba.

Comencé a saltar, con ella en mis brazos, mientras Rena me guiaba, pero mi anillo comenzó a flashear.

—¡Mierda! Necesito recargar—dije, y me vi obligado a aterrizar en un callejón oscuro.

—Apresúrate—me dijo Rena.

Me destransformé, y Plagg comió lo más rápido que pudo. Me transformé de vuelta, e intenté cargar a Marinette, pero su voz me detuvo.

—Espera—dijo su débil voz—quiero decirles algo, antes de... morir.

—¡No digas estupideces, niña!—le dijo Alya, explotando en llanto, y su transformación se desvaneció.

Solo había comida para un kwami, y habíamos acordado alimentar a Plagg para que yo pudiese llevar a Mari al hospital.

—No te vas a morir—continuó la chica, y su voz se rompió.

—Vas a estar bien, princesa—le dije yo—te llevaré a un hospital.

My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora