My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]

Capítulo 29🔞

Adrien:
—¿Qué tanto escucharon?—pregunté.

—Lo suficiente—dijo Plagg—y es obvio que no tienes ni idea de cómo funciona el deseo.

—Supongo que lo pides, pagas el precio, y listo—murmuré.

—Para pedir el deseo, utilizarás el Miraculous de la creación, y el de la destrucción—explicó Plagg.

—Lo cual, quiere decir que el mundo se destruirá, y se construirá uno nuevo, en el cual, tu deseo es realidad—añadió Tikki—Al pedir el deseo, destruirías a todo, y a todos, incluyendo a Marinette.

—Habría una Marinette en el nuevo universo, por supuesto—dijo Plagg—pero no sería esta Marinette, a la que amas. ¿Es realmente eso lo que quieres? ¿Destruir a tu Marinette, para crear una versión de ella basada en lo que deseas?

—¡Por supuesto que no!—dije, negándome rotundamente. Entonces, lo supe: fue estúpido siquiera pensar en cambiar esta realidad—Amo a mi mujer tal y como es, no la cambiaria por nada en este mundo... solo quería devolverle su felicidad.

La verdad que estábamos viviendo, y que nos lastimaba tanto, era producto de nuestras propias acciones, y como los adultos que éramos, debíamos lidiar con las consecuencias de nuestros actos.

—Yo soy feliz aquí, contigo—dijo Mari, mientras me abrazaba.

—Pero te faltan tus padres, no podrás cumplir tu sueño de ser una diseñadora de modas, y mucho menos, el de formar una familia.

—Puedo diseñar ropa exclusiva para los mafiosos—dijo, aún prendida de mi brazo—Y en cuanto al sueño de formar una familia... yo no me preocuparía por eso, a menos, claro, que el doctor diga que algo está mal con nosotros.

¿Nosotros? Pero si yo me sentía bien... No lograba entender el por qué ella estaba tan sonriente, pero me gustaba ver ese brillo tan especial que tenía en esos hermosos zafiros, que me iluminaban cada vez que me miraban.

—El asunto está aclarado, nosotros nos vamos—dijo Tikki.

—Espera, quiero verle la cara a Adrien cuando se entere—dijo Plagg.

—¡Es un momento privado de ellos!—gruñó Tikki.

—Perdí la cuenta de las veces que tuve que jalarle las orejotas para que se dejara de estupideces, y dejara de alejar a Marinette disque porque no podía ofrecerle lo que ella merecía.

—Plagg, ya habrá tiempo para el "te lo dije", pero ahora, debemos dejarlos solos—dijo Tikki, jalándolo fuera de la habitación, y yo no entendía el comportamiento de los kwamis.

—Lo siento—le dije a Marinette, apenado—fue una idea estúpida... jamás debí siquiera considerarlo... debí imaginar que el precio sería logo como eso.

—Estabas desesperado por ayudarme—dijo, mientras acariciaba mi mejilla—Pero estoy bien, de hecho, estoy mejor que nunca, y espero que el doctor me confirme que todo está bien con él, o ella.

Sus manos viajaron hacia su vientre, mientras me sonreía con un brillo especial en los ojos. Yo no entendía lo que me quería decir, pero me quedé callado, escuchando sus siguientes palabras:

—Estoy embarazada, mi amor—pronunciaron mis labios, y mi corazón se detuvo en ese momento—Tendremos un chatbug... bueno, así le digo yo, pero si quieres ponerle otro apodo, está bien...

—Eso no puede ser—le dije, aún incrédulo.

No podía ser, yo no podía tener hijos... aunque el doctor había dicho que las posibilidades eran extremadamente bajas, pero jamás nulas. ¿Acaso era posible que nuestro amor haya sido capaz de crear el milagro? ¿Acaso era porque Marinette era muy joven, y extremadamente fértil? ¿Cómo fue que sucedió? No me importaba, solo sabía que estaba feliz.