Capítulo 36

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N/A: ¡AVISO IMPORTANTE!
En este capítulo se tocan temas sensibles, y aunque ya se han tocado en varios capítulos anteriores, aquí se reconoce como lo que es.

Marinette:
—Eres une buena madre, hija—me dijo, apartando mi cabello con dulzura—Solo... te sientes un poco insegura, y no hay nada de malo en eso, especialmente cuando las personas te atacan sin razón.

—Él habló con ustedes, ¿no es así?

—Nos envió un mensaje, explicando lo que habías hecho. Dedujimos que discutirían, y como tú, cariño, tienes el temperamento de tu padre, imaginé que no se entenderían, al menos, no esta noche. Fue justamente por eso, que no me sorprendió cuando Adrien llamó a la puerta de mi cuarto, y me suplicó que no te dejara sola.

—¿Papá sabe lo que hice?

—Sí, lo sabe, y no estamos aquí para reprocharte nada, sino para acompañarte, y aconsejarte. Adrien y tú son una pareja sólida, casi un matrimonio, y Tom y yo creemos que los asuntos de pareja, se resuelven entre dos, sin terceros involucrados.

Yo ladeé mi cabeza, y no pude evitar explotar a llorar otra vez. Mi mamá solo me abrazó, y acariciaba mi cabello.

—Me dolió mucho todo lo que él me dijo—confesé—Insinuó que no me importa mi bebé...

—Quizás, eso no fue lo que quiso decir. Ambos estaban enojados, y dijeron cosas que no sentían, solo para herirse entre ustedes. ¿Qué tal si hablan mañana, luego de haber dormido un poco?—acunó mi rostro entre sus manos—¿Quieres dormir con mamá y papá? Como cuando eras pequeña, y le tenías miedo a los monstruos debajo de tu cama.

—Suena bien—dije, y la abracé—los amo tanto... tanto...

—Y nosotros a ti, cariño.

—¿Está todo bien ahí adentro?—dijo mi papá, desde afuera del baño.

—Sí, Tom, ya vamos a salir—dijo mi mamá, mientras limpiaba mi rostro.

—Traje comida de la cocina—dijo él—Podemos comer los tres juntos, como en los viejos tiempos.

—Vale—dije, en un hilo de voz.

Salimos de la habitación, y más que comer los tres juntos, ellos se aseguraron de que yo me alimentara. Estuvimos hablando un rato, hasta que me quedé dormida entre los dos, como una niña pequeña.

Adrien:
No conseguí pegar ojo en toda la noche. No pude evitar pensar que había sido demasiado duro con ella, y que eso podría jugar en contra de su salud, y la de mi hijo. Después de todo, su fisiología era la de una adolescente embarazada.

La culpa estaba presente, no se iba de mí. Su voz resonaba en mi cabeza, y podía sentir su dolor con cada palabra que había dicho. Sí, a mí me había dolido mucho el que ella no confiase en mí, pero en el momento, no me detuve a pensar qué le había dolido a ella.

¿Había sido realmente desconfianza suya hacia mí, o solamente sus hormonas jugándole una mala pasada? También, debía tomar en cuenta todo lo que ella había sufrido en su vida, y lo que le había hecho Priscilla, en particular. 

¡Joder! Menos mal que mandé a Sabine con ella; seguramente, se sentía horrible por nuestra discusión, pero la presencia de mamá siempre ayuda.

—¿Fui demasiado duro con ella?—le pregunté al retrato de mi madre, el que se encontraba en la oficina, en donde yo había pasado la noche.

El retrato de mi madre se encontraba Justo al lado del de Marinette, las dos mujeres más importantes en mi vida.

—Sí, lo fuiste, si me lo preguntas a mí—comentó Plagg—¡Dios! Heriste su ego de madre.

My Love in your Shadows [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora