TWILIGHT (CREPÚSCULO)

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"¿Quiénes son?" Le pregunté a al chico de mi clase de español, cuyo nombre había olvidado.
Cuando él levantó la vista para ver a quién me refería, aunque ya lo sabía, probablemente, por mi tono, de repente él lo miró, el más delgado, el más juvenil, el  más joven, quizás. Miró a mi vecino por una fracción de segundo &  luego sus ojos oscuros se posaron en los míos.
Apartó la mirada rápidamente, más rápido de lo que yo pude, aunque en un rubor de vergüenza bajé los ojos de inmediato. En ese breve destello de mirada, su rostro no mostró nada de interés, fue como si él hubiera dicho su nombre, & él hubiera levantado la vista en respuesta involuntaria, habiendo decidido ya no responder.
Mi vecino se rió avergonzado, mirando la mesa como yo.
"Esos son Jay & Lee Know, & Hanie & Beomgyu. El que se retiró fue Taehyun; todos viven juntos con el Dr. Kim & su esposo". Él dijo esto en voz baja.
Miré de soslayo al hermoso muchacho, que ahora estaba mirando su bandeja, cortando un bagel en pedazos con dedos largos & pálidos. Su boca se movía muy rápido, sus labios perfectos apenas se abrían. Los otros tres aún miraban hacia otro lado &, sin embargo, sentí que les estaba hablando en voz baja.
Nombres extraños e impopulares, pensé. El tipo de nombres que tenían los abuelos. Pero tal vez eso estaba de moda aquí: ¿nombres de pueblos pequeños? Finalmente recordé que mi vecino se llamaba Sunoo, un nombre no era muy común. Había dos chicas llamadas Sunwoon & Sana en mi clase de Historia en casa.
"Son... muy guapos". Luché con la conspicua subestimación.
"¡Sí!" Sunoo estuvo de acuerdo con otra risita. "Sin embargo, están todos juntos: Lee Know & Hanie, & Beomgyu & Taehyun, quiero decir. & viven juntos". Su voz contenía toda la conmoción & la condena del pequeño pueblo, pensé críticamente. Pero, si estaba siendo honesto, tenía que admitir que incluso en Busan, causaría chismes.
"¿Cuáles son los Kim?" Yo pregunté. "No parecen relacionados..."
"Oh, no lo son. El Dr. Kim es muy joven, tiene veinte o treinta años. Todos son adoptados, son niños adoptivos".
"Parecen un poco viejos para ser niños adoptivos".
"Ahora, Hanie & Beomgyu tienen dieciocho años, pero han estado con el esposo del Sr. Kim desde que tenían ocho. Él es su tío o algo así".
"Eso es realmente agradable, que ellos cuiden a todos esos niños así, cuando son tan jóvenes & todo eso".

"Supongo que sí", admitió Sunoo a regañadientes, & tuve la impresión de que no le gustaban el doctor & su esposo por alguna razón. Con las miradas que lanzaba a sus hijos adoptivos, supondría que la razón eran los celos. "Sin embargo, como son hombres no puede tener hijos", agregó, como si eso disminuyera su amabilidad.
A lo largo de toda esta conversación, mis ojos parpadearon una & otra vez hacia la mesa donde se sentaba la extraña familia. Siguieron mirando las paredes & sin comer.
"¿Siempre han vivido en Seúl?" Yo pregunté. Seguramente me habría fijado en ellos en uno de mis veranos aquí.
"No", dijo con una voz que implicaba que debería ser obvio, incluso para un recién llegado como yo. Se acaban de mudar hace dos años desde algún lugar de Alaska.
Sentí una oleada de lástima & alivio. Lástima porque, por más hermosos que fueran, eran extraños, claramente no aceptados. Alivio de que no era el único recién llegado aquí, & ciertamente no el más interesante desde cualquier punto de vista.
Mientras los examinaba, el más joven, uno de los Kim, levantó la vista & me miró a los ojos, esta vez con evidente curiosidad en su expresión. Mientras miraba hacia otro lado rápidamente, me pareció que su mirada contenía algún tipo de expectativa no satisfecha.
"¿Cuál es el chico con el cabello negro?" Yo pregunté. Lo miré por el rabillo del ojo, & él todavía me miraba, pero no boquiabierto como lo habían hecho los otros estudiantes hoy, tenía una expresión ligeramente frustrada. Miré hacia abajo de nuevo.
"Ese es Jay. Es hermoso, por supuesto, pero no pierdas tu tiempo. Él no tiene citas. Al parecer, ninguna de las chicas o chicos aquí es lo suficientemente guapa o guapo para él". Él olió, un claro caso de uvas amargas. Me pregunté cuándo lo había rechazado.
Mordí mi labio para ocultar mi sonrisa. Entonces lo miré de nuevo. Su rostro estaba vuelto hacia otro lado, pero pensé que su mejilla parecía levantada, como si él también estuviera sonriendo.
Después de unos minutos más, los cuatro abandonaron la mesa juntos. Todos eran notablemente elegantes, incluso el grande y musculoso. Era inquietante de ver. El que se llamaba Jay no volvió a mirarme.
Me senté a la mesa con Sunoo & sus amigos más tiempo del que hubiera tenido si hubiera estado sentado solo. Estaba ansioso por no llegar tarde a clase en mi primer día. Uno de mis nuevos conocidos, que me recordó amablemente que su nombre era Sunghoon, tenía Biología II conmigo la siguiente hora. Caminamos juntos a clase en silencio. Él también era tímida.
Cuando entramos al salón de clases, Sunghoon fue a sentarse en una mesa de laboratorio con cubierta negra exactamente como a las que yo estaba acostumbrada. Él ya tenía un compañero. De hecho, todas las mesas estaban llenas menos una. Al lado del pasillo central, reconocí a Jay por su inusual cabello, sentado al lado de ese único asiento libre.
Mientras caminaba por el pasillo para presentarme al maestro & firmar mi papeleta, lo estaba observando a escondidas. Justo cuando pasé, de repente se puso rígido en su asiento. Me miró de nuevo, encontrándome a los ojos con la expresión más extraña en su rostro: era hostil, furioso. Aparté la mirada rápidamente, sorprendida, poniéndome rojo de nuevo. Tropecé con un libro en la pasarela & tuve que agarrarme al borde de una mesa. La chica sentada allí se rió.
Me di cuenta de que sus ojos eran negros, negros como el carbón.
El Sr. Sung firmó mi boleta & me entregó un libro sin tonterías sobre presentaciones. Me di cuenta de que nos íbamos a llevar bien. Por supuesto, no tuvo más remedio que enviarme al único asiento libre en el medio de la habitación. Mantuve los ojos bajos mientras me sentaba a su lado, desconcertado por la mirada antagónica que me había dado.
No levanté la vista cuando puse mi libro sobre la mesa & me senté, pero vi su postura cambiar por el rabillo del ojo. Estaba inclinado lejos de mí, sentado en el extremo de su silla & desviando la cara como si oliera algo malo. Discretamente, olí mi cabello. Olía a fresas, el aroma de mi champú favorito. Parecía un olor bastante inocente. Dejé mi cabello & puse una mano en mi rostro formando una cortina oscura entre nosotros, & traté de prestar atención a al maestro.
Desafortunadamente, la conferencia fue sobre anatomía celular, algo que ya había estudiado. Tomé notas cuidadosamente de todos modos, siempre mirando hacia abajo.