KHLAUS PETROV
Siento como mi piel arde y no solo por la herida en mi brazo izquierdo, mi mandíbula está tensa y siento el peso de mi cuerpo aplastarme a mí mismo. Mi mirada se dirige a ella, la observo detenidamente y cuanto más lo hago más arde.
Es una sensación horrible que jamás había sentido hasta ahora.
Su mirada azul cae tan solo en él y bajo mi vista hacia su mano la cual está entrelazada firmemente con la de ese idiota. Su barriga está más grande y de tan solo verla se me estruja el corazón.
Mi respiración es irregular, aprieto mi dentadura con fuerza y no soy capaz de controlarme a mí mismo.Giro mi rostro y le doy una mirada a mi hermano, Keegan está serio al igual que yo pero su mirada lo expresa todo.
¿Quién carajos es?
Quiero ir y arrancarle la cabeza de una buena vez.
No tienen ningún derecho.
No con ella.
No aguanto la impotencia y saco mi pistola nuevamente, aunque me retuerso del dolor camino sin pensarlo hacia ellos y sin dejar de ignorar el hecho de que me estoy desangrando levanto el brazo y lo apunto en el entrecejo.
El tipo está demasiado seguro y ni siquiera sé inmuta.
Uno que se cree valiente...
Detesto a los valientes.
—Khlaus no—pronuncia firme ella.
Su mirada se conecta con la mía y tenerla tan cerca solo me obliga a respirar profundo para sentir su rico aroma.
Maldita sea...
Necesito tanto su olor cerca de mí.
Su ceño se arruga y su mirada azul pasa de ser atractiva y dulce a una mirada amenazante.
Ella se interpone entre ambos pero el maldito idiota no la deja.
Se cree que puede protegerla de esa manera....
Nadie puede protegerla más que nosotros dos.
Nadie.
—¿Un puto Francés?—inquiero en un tono duro.
Su rostro está serio y su mirada no pierde peso sobre mí.
—No—responde firme —. Da igual, no lo vas a tocar.
Mi garganta se cierra un poco más y siento mi cuerpo tensarse.
Dirijo mi mirada a él, lo observo de pies a cabeza y mi rabia crece por dentro cada vez más. Tenemos la misma altura y la misma contextura física, su mirada desafiante es de color avellana y su expresión es tan... Repugnante.
Me mira con desprecio y con tanta seguridad que apretaría el gatillo en este mismo instante.
—¿Tienes miedo de que me deshaga de tu peluche?—hablo en un tono arrogante.
Ella está enojada y la noto tan empeñada en salvarle la vida que me da más rabia aún.
Siento la sangre chorrear por mi brazo y el ardor está en segundo plano aunque el sudor de mi frente dice que nada va bien.
—Ve a curarte la herida—dice bajando un poco la guardia.
Esbozo una sonrisa arrogante y ella me mira a los ojos para luego soltar un suspiro.
Si expresión ha cambiado en cuestión de segundos, ya no está a la defensiva y su mirada me dice que está preocupada al ver la sangre correr por la herida de bala que tengo en mi brazo.
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El juicio del Diablo ||#2 TRILOGÍA PURGATORIO||
RomanceAdeline arriesgó todo lo que le quedaba en destruirlos, incluso su vida y un mal paso está por acabar con ella. La traición no tiene perdón y los hermanos Petrov harán lo que sea para castigarla por ello. Una guerra sangrienta está en camino. Una pa...