Capítulo 46🐍

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ADELINE IVANOVA

Sonrío disimuladamente y observo a Kataleya que se le planta sin ningún problema al rey del infierno.

Vladimir no tiene más escapatoria que bajar la vista y mirarla a los ojos hermosos y brillantes, su mandíbula se tensa y su expresión no es para nada amigable pero aún así veo un pequeño destello en sus ojos azules. Me sorprende cuando se pone de cuclillas para estar a la altura de la niña y clavarle la mirada fijamente.

Khalid se queda a mi lado sin decir ni una palabra.

Vladimir nunca aceptó mi embarazo pero en su sádica mente solo quería hacerse cargo del niño para que siga su linaje, disfruto tanto tenerlo de frente en este momento y demostrarle que aquella niña que nunca aceptó es más Petrova que él mismo y que sería capaz de desafiar al mismísimo Diablo en su tan corta edad.

—Soy mucho más poderoso que un rey, niña—expresa con ese tono grave y ronco de voz.

Kataleya arruga su nariz confundida y él no le quita la mirada.

—Pero no más poderoso que una reina, mi mami es una reina—le responde orgullosa.

Él le da una mirada seca y antes de soltar una risa irónica y macabra me da una mirada rápida. Noto como sus ojos se desvían hacia Khalid, lo observa detenidamente y aunque es tan poco expresivo como Khlaus sé que algo le acaba de causar.

Venir hasta acá incluso con ellos dos es una forma de desafiarlo o al menos eso es lo que debe estar pasando por su mente. Pero si tarde o temprano me van a joder prefiero salir a la luz por mi cuenta y que todos mis enemigos sepan que Adeline Ivanova está de vuelta y más fuerte que nunca.

—Mamá quiero irme—me dice Khalid con seriedad.

Vladimir se pone de pie y de una vez por todas lo tengo de frente.

Hace un poco más de tres años hice un trato con él, no porque haya querido rendirme y darle el poder sino porque ese jodido trato nos convenía a los dos.

Y lo cumplí, lo hice por tres jodidos años.

Pero nunca he sido alguien tan honesta y fiel, joder soy abogada, no tengo mucho que explicar. Estoy de vuelta y con un cargo que va a joder a toda la mafia rusa, porque un villano no muere se regenera.

—¡Papá!—chilla Khalid, soltandose.

Vladimir y yo lo seguimos con la vista, los mellizos corren hacia Keegan entusiasmados y poco después aparece Khlaus recibiéndolos con la misma alegría. Los hermanos Petrov están sorprendidos al ver a los mellizos y sé que saben que soy tan impredecible como para hacer esto.

El hombre frente a mí vuelve a voltear, sus brazos y manos llevan tatuajes dándole ese característico lado mafioso, su cabello está casi cubierto por las canas al igual que su barba perfilada pero aún así se ve tan... Joven.

Sus ojos azules penetrantes se clavan en mí y no le bajo la mirada.

—¿Qué carajos haces aquí?—espeta entre dientes con rabia.

Sonrío provocativa.

—Traje a mis hijos con sus padres—digo con tranquilidad para ponerlo peor.

Su mirada se oscurece por completo pero ni así logra intimidarme.

Se rasca la barbilla nervioso.

—¿Sus padres? La maldita ciencia es clara y sabes perfectamente que ningún niño puede tener dos padres—pronuncia frío—. Además, eres una zorra traicionera, ni siquiera puedo pensar que esos niños de verdad sean Petrov.

El juicio del Diablo ||#2 TRILOGÍA PURGATORIO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora