Capítulo 9🐍

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ADELINE IVANOVA

De todas las cosas inesperadas que creí que sucederían hoy, está fue la menos esperada.
Kamille apareció en el momento justo y lo peor de todo, me salvó la vida en un maldito segundo.

Puede sonar fantástico y emocionante pero soy mujer, soy una maldita manipuladora, y sigo siendo la abogada del Diablo, tengo más en claro que esto solo ha sido una estrategia de su parte como buena perra inteligente que es. Aunque para ella sería todo más fácil si yo no existiera, sabe que dejarme morir en este momento no es una buena idea. Y salvarme de la muerte le ha dado puntos extras con los Petrov.

Es irónico que aún teniendo una pistola cargada en la cabeza, no sentí miedo. Me sentía segura y protegida con tan solo mirarlos a los ojos, es como si tuviera en claro que ellos no me dejarían morir por nada del mundo.

Nunca había podido sentirme así.

Esa seguridad y ese sentimiento tranquilizador de saber que una persona daría la vida por ti. Siempre me he sentido desprotegida del mundo, toda mi vida tuve que ser mi propia salvadora y ni siquiera con mi propio padre lograba tener la tranquilidad de sentirme segura.

Cuando en tu infancia te obligan a independizarte a la fuerza, a ser la niña que se vuelve su propio sostén y su único apoyo. Cuando maduras antes de tiempo y te toca superar las mierdas sola o simplemente callarlas para no generar molestia y preocupación en los demás, cuando te toca ser esa pequeña que ya no tiene preocupaciones simples y comienza a cargarse los problemas de todos, intentar arreglarlos a todos a su alrededor cuando en realidad ella es la que está rota y nadie se acerca a preguntar si necesita ayuda. Cuando siempre has sido esa persona, simplemente te acostumbras a vivir con la idea de que te tienes solo a ti misma y nadie sería capaz de amarte y protegerte más de lo que tú podrías hacerlo.

Khlaus y Keegan me han enseñado que sí es posible, que existen personas a las que les importas realmente y que no dudarían un segundo en destruir el mundo por ti.

Pero aún así, nada más que sexo podría suceder entre nosotros porque amar es más difícil que matar...

Un golpe en la puerta de mi habitación me distrae por completo.

—Adelante—digo en un tono alto.

Sé quién es.

Keegan y Khlaus no tocarían la puerta.

Kamille abre la puerta y entra lentamente al cuarto, la veo caminar y observo su rostro delicado y perfecto. Es como una escultura de arte valioso, pero detrás de toda esa belleza francesa se encuentra una mujer peligrosa.

Nuestras miradas se cruzan y creo que ambas pensamos lo mismo.

El destino nos hizo enemigas porque juntas seríamos indestructibles...

Me pongo de pie y me acerco a ella, su perfume costoso de Francia me invade y sus ojos celestes recaen sobre mí.

—¿Podemos hablar?—me pide.

—Lo estamos haciendo.

Suelta una risa irónica y vuelve a su postura.

Ambas queremos poder, lo queremos absolutamente todo y las dos somos capaces de hacer cualquier cosa para conseguirlo. Es una lastima que los premios no se compartan.

—Seré clara—advierte—. Tú y yo no somos ni seremos amigas Adeline, eso lo sabemos ambas.

La miro fijo.

—¿Y?—inquiero seria.

Suspira.

—Estoy huyendo de mi esposo que puso precio a mi cabeza por traicionera—expresa neutral y me sorprendo—. No soy una mujer que está dispuesta a ser la sombra de un hombre, yo lo quiero todo o no lo quiero nada y el Boss no iba a ser la excepción.

El juicio del Diablo ||#2 TRILOGÍA PURGATORIO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora