Capítulo 19🐍

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KHLAUS PETROV

Mi padre se ha pasado la vida diciéndonos lo fríos y calculadores que debemos ser para poder liderar el imperio que él construyó a costa de sangre y dolor. Vladimir Petrov se encargó de ser el gran Pakhan pero se olvidó que sus hijos no eran soldados a los que tenía que preparar, simplemente éramos niños que esperaban tener el más mínimo cariño de su padre.

Tenía cuatro años la primera vez que vi un cadáver, papá le había cortado la garganta a un hombre y me llevó para que lo vea desangrarse hasta morir. Él decía que eso me iba a ayudar a endurecer mi corazón y convertirme en un hombre de honores como lo era él.

Se supone que cuando eres tan pequeño tus recuerdos se borran pero lo que nadie dice es que no importa que tan pequeño seas los traumas permanecen siempre dentro de uno y nos acompañan toda la vida en cada maldito paso que damos. Los traumas de la infancia son aquellos horribles recuerdos que nos marcan por siempre y que enterramos dentro del alma para intentar que deje de doler, funciona por cierto tiempo pero nunca sabemos cuándo pueden volver a salir a la luz y destruirnos como el primer día.

Desechamos lo que nos duele pero no borramos lo que somos.

Soy esto...

Soy todo lo que mi padre creó y todo lo que siempre quiso ver en su hijo mayor, soy la maldita prueba de que sí hice valer mi apellido como él me lo exigió.

Acepto lo que soy porque ya no lo puedo cambiar. Los monstruos son creados pero cuando ya te conviertes en uno, no hay nada que te pueda hacer volver a atrás. Puedes fingir redención, puedes escoger otro estilo de vida e intentarlo con todas las fuerzas pero lo que somos siempre estará dentro y eso nada ni nadie lo podrá cambiar. Ser un monstruo oculto es mucho peor que uno libre, porque enjaular al león solo le da más motivos y tiempo para destruirlo todo en el momento en que llegue su más mínimo detonador.

La mafia rusa es una ley de vida, es una condena que se vuelve un pedazo de tí. No sales, no te arrepientes, no te equivocas, no te deshaces jamás...

Aprendes y convives con ella de la mejor manera.

Lo llevas en la sangre, lo llevas en la piel y permanece en el alma.

Vladimir estaría muy decepcionado de mí en este momento, estaría escupiendo lo frágil e idiota que fui al dejar que una mujer destruya nuestro imperio a su antojo. Porque él siempre se quiso solo a él mismo y puso a la mafia por delante de cualquier cosa toda su vida, incluso por delante de su familia.

"El poder nos da todo, las personas nos distraen de nuestros objetivos"

Repetía aquella frase una y otra vez.

Él trataba a Kamille como una puta que follaba con sus hijos y nada más, se encargó de que así fuera y cuando ella se fue con nuestro peor enemigo encontró la razón justa para intentar acabar con ella.

Si él hubiera conocido a Adeline...

Tal vez suponer lo que pasaría no ayuda en nada, al final, jamás conocí a mi padre realmente. Él nunca hubiera permitido que una mujer entrara a la organización con un cargo tan grande y mucho menos que provocara un desorden en todos nuestros patrones como lo está haciendo Adeline. Ella ya estaría muerta a estas alturas.

Vladimir Petrov no dejaba cabos sueltos.

Ahora estoy aquí lidiando con una revolución que yo mismo me he provocado por meter a una mujer a mi vida, una vez más. Quizás mi padre siempre ha tenido la fórmula correcta de la vida y tenía razón al decir que las personas solo nos distraen de nuestros objetivos, pues las mujeres nos hacen perder la cordura.

El juicio del Diablo ||#2 TRILOGÍA PURGATORIO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora