El juicio del Diablo ||#2 TRILOGÍA PURGATORIO||

Capítulo 15🐍

ADELINE IVANOVA

Tengo el celular en la oreja mientras me coloco el saco negro de abrigo para salir de la casa, Vincent está del otro lado de la línea y aunque no le he dicho nada de todo lo que esta sucediendo sé que tarde o temprano se va a enterar.

Cierro la puerta y salgo para comenzar a caminar hacia el bar o restaurante del otro día, no tengo ánimos ni para cocinar y mis bebés me están haciendo tener demasiado hambre.

—Tienes que saber que —hace una pausa—. Ya se abrió una investigación por la desaparición de Lidian, sabes cómo es esto...

Su tono temeroso me da una advertencia y suelto un suspiro cargado de mal humor, se me está juntando todo y comienzo a sentirme en la puta mierda. No sé cómo saldré de todo esto viva.

Me tomo unos segundos mientras camino e intento analizar todo.

—¿Qué dijo Lara?—inquiero.

—Hizo la denuncia y te señaló como la única sospechosa, dijo que tenía pruebas porque le habían enviado un vídeo de las cámaras de seguridad de un número desconocido —explica con cierto estrés.

—¿Presentó las pruebas?—indago interesada.

Maldita Lara, es un puto grano en el culo.

—No, cuando lo quiso hacer se dio cuenta de que habían eliminado el video de su celular. No sé quién lo hizo pero hasta ahora no tiene ni una prueba en tu contra.

Sinceramente ya no sé que es peor, sí ser perseguida por toda una red criminal o que la inútil policía sospeche que maté a mi madre. Quise darle una buena despedida a Lidian pero hasta muerta me hace la vida imposible, lo siento mucho pero tendré que deshacerme hasta de sus restos. Es la única prueba que puede llegar a condenarme.

Lara ni siquiera tendrá la oportunidad de encontrar el cadáver de su madre, ella misma se lo buscó por maldita estúpida y meterse con quien no debe. Debería estar criando a su hija para que no se contamine con este mundo de mierda en vez de buscar el cadáver de Lidian que de alguna manera nos jodió la vida a todos.

Sigo la llamada con Vincent y le pregunto por mi padre, el cual al parecer está muy enojado conmigo y dice que he pasado todos los límites del universo. Se atreve a juzgarme cuando encubrió a su esposa que asesinó a su propia hermana y se robó a su hija, mi padre no tiene ningún derecho de opinar sobre mí. Estoy en un momento en que me repugnan todos y lo que piensen de mí.

¿Soy una asesina? Por supuesto.

¿Soy una criminal? La mejor.

¿Me follo al Vor y al Pakhan de la mafia roja? Obvio.

Me importa una mierda.

Los que fingen ser ángeles de Dios son personas peores que los propios demonios, estoy harta de querer complacer a todos.

Soy esto y ahora seré mucho peor.

Cortó la llamada con Vincent en cuanto llego al restaurante y esta vez me siento en una de las mesas, es medio día y no hay casi nadie. El mozo se acerca poco después para saludarme y dejarme la carta con las comidas, tengo demasiado hambre.

Estoy comiendo por tres y en verdad lo estoy notando.

Ordeno lo que voy a comer y pido una botella de agua mineral mientras espero, suspiro mientras observo la vista de la ventana que tengo justo a mi lado.