Capítulo 51🐍

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ADELINE IVANOVA

"¿La primera dama engaña al presidente de la nación?"

"¿Quién es Adeline Ivanova?".  

”El extraño y oscuro pasado de Adeline Ivanova, la esposa del presidente"

"¿La abogada del Diablo y la primera dama son la misma persona?"

Todos esos jodidos titulares han invadido todos los diarios y noticieros del jodido país hoy, junto a mis fotografías de evento benéfico.

Están hurgando en mi pasado y eso no me gusta para nada, intentan manchar mi jodido nombre a pesar de que me he esforzado en ser una mujer nueva. La prensa se interesó en mí de un día para el otro y eso tiene una justificación clara.

Vladimir Petrov.

No sólo es un golpe para mí, lo es para Max.

Y eso beneficia muchísimo a Vladimir.

Puedo asegurar que la difamación pública preocupa mucho más que una causa penal, las personas son capaz de destrozar hasta lo que la justicia no puede manejar.

—Ade, ¿Podemos hablar?—susurra Max.

Lo ignoro mientras le sirvo el desayuno a los mellizos y a Ava.

La ley del hielo es un don con el que he nacido.

Y sí, vengativa es mi segundo nombre....

Lo hago esperar varios segundos hasta que termino y luego me volteo para caminar hacia un costado, él me sigue atrás como un perrito mojado hasta que me digno a mirarlo a la cara para escuchar lo que tiene para decir.

Justo en el momento exacto aparecen Elliot y Lara, ambos nos observan con curiosidad mientras caminan a la mesa para desayunar.

—Buen día—dice el francés.

Asiento con la cabeza.

—Buenos días—responde Max un poco tenso.

Lara le da un beso a Ava que no lo recibe con la mejor de las ondas, Kataleya está concentrada peleando con Khalid para ver quién tiene más frutillas de los dos y el clima entre los adultos está tenso. Lara está tan perdida en su locura que al menos no se empeña en joderme la existencia pero no deja de sacar toda mi maldita rabia el ver y saber que solo se acerca a Ava para llenar su ego y apariencia.

Es tan igual a Lidian...

Supongo que ahora entiendo porque ella es su hija y yo no.

Hay mujeres que no nacen para ser madres y hay madres que no nacen con el instinto para serlo.

Vuelvo mi vista a Max.

—Dime—le digo.

Traga grueso y rasca su barbilla, me doy cuenta que da un vistazo rápido hacia la mesa y eso lo incómoda aún más.

—No, olvídalo —pronuncia acelerado y se va.

Ni siquiera tengo tiempo a responderle, suspiro y trago saliva intentando mantener la calma. Ayer podría haberme sentido destrozada al sentir que Max me estaba dejando de esa manera tan cruel, hoy es imposible no sentir la maldita necesidad de hacerlo sufrir.

Quiero que sienta que es un puto cobarde y que ha cometido un error con la mujer incorrecta.

Sé que él ha estado para mí en mis peores momentos pero no tengo nada que agradecerle porque el favor ha sido mutuo, yo he trazado la maldita carrera política de Max y lo he ayudado a ser un verdadero hombre de negocios. No le debo nada y en todo caso es él el que me debe a mí.

El juicio del Diablo ||#2 TRILOGÍA PURGATORIO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora