Marceline Abadeer:
Ella me enseñó la habitación dónde dormiría y me dejó a solas en ella, inconscientemente tomé suavemente aquel vendaje y cuándo me di cuenta lo qué estaba haciendo sacudí mí cabeza. Me senté en aquella cama y me perdí en mis pensamientos, 30 minutos después ella me llamó para ir a cenar con ellos, me dirigí a la mesa y me senté a un lado de Bonnibel, Gumball estaba enfrenté de nosotras. Un delicioso caldo de verduras y carne de res estaba enfrente de mí, con sólo olerlo se me hacía agua la boca, los hermanos hablaban animadamente mientras comían y se sintió alegre él ambiente, hace tanto tiempo qué no me sentía así, hace tanto tiempo qué no sentía ese sentimiento abrigador de sentirte en casa. Llevé una cuchara a mí boca y al momento de probar la comida quedé maravillada. Wow, ¿Quién preparó la comida? -Pregunté curiosa tomando varías cucharadas. Bonnibel, su sazón es único. Mamá le enseñó todo lo qué sabe incluso las recetas familiares -Comento Gumball con una sonrisa nostálgica. Ya te puedes casar ¿he? Hermanita -Bromeó riendo dando cómo referencia a un famoso pero viejo dicho "Si sabes cocinar, ya te puedes casar". Yo definitivamente me casaría contigo -Dije sin pensar tomando otra cucharada. Pero inmediatamente me di cuenta lo qué dije, Gumball no pudo contenerse y se reía a carcajadas, Bonnibel se sonrojó y yo también, me sentí avergonzada por lo qué había dicho. Yo...lo siento...más bien lo qué quise decir...es qué...tú comida es deliciosa -Me aclaré la garganta y sonreí nerviosa. Está bien, lo entiendo -Dijo dándome una sonrisa tranquilizadora. Pasamos él restó de la comida en un ambiente tranquilo. Y cada quién se fue a su habitación para dormir, la cama es cómoda y no tardé mucho en quedar dormida.¡No! ¡No! ¡Y mil veces no! -Dije negándome. Ya era de día, los hermanos Bubblegum y yo ya habíamos desayunado y era hora dé marcharme. ¡Por favor! ¡Se mí entrenadora, quiero ser un cazador de demonios cómo tú! -Suplicó Gumball dé rodillas. Llevábamos aproximadamente 20 minutos así, él suplicando y yo negándome. Simplemente no puedo. Tengo muchas razones para seguir negándome -Me crucé de brazos y fruncí él ceño. La primera yo no soy entrenadora, la segunda tengo qué acabar con los demonios, no tendré tiempo de entrenarte y combatirlos al mismo tiempo, y tercero no quiero ser su niñera y estarlos cuidando de todo -Dije seriamente. Pero aquel chico no se rendía, hizo su mejor cara de cachorro regañando y se hacía más difícil negarme. Por favor Marceline, Gumball en verdad desea convertirse en cazador -Intervino Bonnibel haciendo un pequeño puchero, y me quedé sin aliento por un momento. Me quedé pensando, y fue cuándo se me ocurrió una idea. En verdad no puedo ser tú entrenadora -Dije mirándolos a ambos. Pero...Conozco a alguien qué puede enseñarte, lo único qué puedo hacer por ti es llevarte con él...su casa está a dos o tres días de distancia...más o menos. ¿Qué dices? -Propuse y él asintió frenéticamente. ¡Muchas gracias! -Gritó derrochando felicidad, los hermanos se abrazaron tiernamente y eso me hizo sonreír. Bien, no hay tiempo qué perder. Vayan a alistarse, traigan lo necesario porqué estarán fuera de casa por mucho tiempo -Sugerí, ellos asintieron y entraron a su casa para tomar las cosas qué necesitarían, me quedé ahí esperando. Ahora los hermanos Bubblegum viajarán conmigo, ahora son mi responsabilidad y cuidaré dé ellos mientras estén conmigo, no permitiré qué nada les pasé. Unos minutos después ambos salieron de la casa, cerraron con llave y pude observar cómo ambos tenían una mochilas detrás de sus espaldas y con una sonrisa en sus rostros al parecer están emocionados por esto.
Y así comenzó esta nueva aventura junto a los hermanos Bubblegum...
Escuchen, quiero hablar sobre unas reglas...-Dije rascándome la nuca mientras caminábamos. Ya llevamos un buen rato caminando. ¿Reglas? -Pregunto Gumball con una cara de confusión. Ya sabes qué el mundo está llenó dé demonios, en cualquier momento puede aparecer uno y bueno...él punto es qué siempre estando a afuera estamos en constante peligro...así qué pensé en reglas para mantenerlos a salvó -Expliqué y ellos asintieron. La primer regla es que cuándo aparezca un demonio tienen qué alejarse y buscar un refugió cercano. La segunda es qué pasé lo qué pasé obedecerán mis órdenes en circunstancias peligrosas y la tercera es qué nunca de los nunca enfrenten a un demonio para salvar a alguien más, siempre tienen qué poner su seguridad y bienestar primero -Les explique mis reglas y ellos de mala gana estuvieron de acuerdo. Seguimos caminando en silencio.
No sabía si mi mente me estaba jugando una mala pasada o es él repentino momento en qué ya no estoy sola en tantos años de soledad pero comencé a recordar aquellos momentos con mí familia, cuándo era niña y mi única preocupación era ir a dormir temprano y obedecer a mis padres. Cuándo mi familia era feliz y muy unida. Aquellos recuerdos me hicieron sentir nostalgia.
Bonnibel Bubblegum:
Marceline Abadeer. Aquella cazadora sería, callada y una mirada fría, tan fría. Salvó mi vida hace apenas un día y siento mucho curiosidad por ella, la observó y aveces actúa un poco extrañó. Desearía saber lo qué piensa. Me causa mucha intriga y curiosidad, me hace preguntarme ¿Cómo habrá sido su vida? ¿Cómo llegó al punto de ser solitaria, fría y sería? ¿Y en qué punto dejó de sonreír?. Sé que los cazadores siempre tienen qué ver cosas muy fuertes e incluso traumáticas pero he conocido a varios cazadores a lo largo de mí vida y al menos ellos demostraron qué son felices con lo qué hacen incluso sonreían y reían todo él tiempo. Marceline definitivamente es muy diferente a todo ellos. Por un momento a mí alrededor ella pudo bromear y sonreír pero tan pronto se queda callada se hunde en sus pensamientos. Tal vez esté viaje me ayude a conocerla y que me conozca. Tal vez me dejé entrar a su frío corazón y tal vez, sólo tal vez pueda ayudarla.Porqué en verdad quiero ayudarla, no quiero qué se siga sumergiendo en la soledad y la tristeza. Ella es preciosa pero lo sería a un más con una sonrisa en su bonito rostro.
Aunque no quieras, aunque te encierres en tú círculo, aunque trates de aparentar algo qué no eres, incluso aunque trates de herirme (verbalmente) para alejarme, no me alejaré de ti. Haz salvado a muchas personas seguramente incluyéndome pero ahora es mí turnó de salvarte Marceline...Pensé para mí misma volteando a verla, tan sería y sus ojos perdieron su brillo por un momento pero no permitiría que se apagara por completó...
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Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)
FanfictionLa solitaria Marceline Abadeer una cazadora de demonios salva a los hermanos Bubblegum: Gumball & Bonnibel, lastimosamente sus padres murieron a manos del demonio, y ahora emprenderán un viaje en dónde Abadeer cuidará a los hermanos mientras continú...