Cɪʀᴄʟᴇs

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Marceline Abadeer:
Nos abrazamos por un largo rato, no tuvimos qué decir nada más durante ese tiempo abrazadas. Luego, buscamos un lugar para quedarnos y amablemente él terrateniente nos ofreció su casa en agradecimiento por salvarnos a él y a su familia. Bonnibel y yo nos quedamos en un mismo cuarto. Me metí a bañar con agua tibia para quitarme la sangré del demonio y la mía. No tenía heridas pero los golpees si qué dolían mucho y seguramente tendría moretones los próximos días. Me puse aquella ropa qué usó cómo pijama (la ropa qué Bonnibel me compró) y la esposa del terrateniente amablemente se ofreció a lavar mí ropa ya que estaba cubierta de sangré. Me senté en la cama, gemí en voz baja por el dolor.

Bonnibel entró con una taza en su manó, se sentó a mí lado y me dió la taza. ¿Qué es? -Pregunté viendo el contenido de la taza. Un té dé hierbas. Es para aliviar él dolor -Contestó con una pequeña sonrisa, asentí y soplé un poco para no quemarme, bebí un sorbo. Sentí la manó de Bonnibel acariciar suavemente mí hombro cómo si estuviera consolándome. Y lo estaba logrando, ella me hacía sentir mejor, tenerla aquí a mi lado me hacía sentir mejor, desaparecía todo dolor y sufrimiento de mí. ¿Me vas a contar lo qué dijo aquel demonio sobre tú familia? -Preguntó susurrando. Sabía qué pronto me preguntaría sobre eso tardé o temprano pero la verdad no tenía ánimo para contarle sobre ese tema, es muy delicado para mí. No lo tomes a mal pero ahora no quiero hablar de eso. Lo siento -Le dije. Está bien, sólo esperó qué pronto me cuentes -Dijo acariciando mi mejilla y asentí. Se lo contaría pronto pero hoy no. ¿Entonces...me cuentas de cómo perdiste él brazo? -Preguntó y asentí mientras le daba otro sorbo al té. Eso si le contaría. Bueno, yo...

~Flashback (hace 14 años)~
Estaba sola. Completamente sola, ya llevaba varios meses tratando de mantenerme sola. ¿Cómo una niña de 10 años puede sobrevivir en un mundo llenó de demonios?. No lo sé, pero he hecho de todo para sobrevivir.

Buscaba algo de comer, moría de hambre y de pronto fui atacada por un demonio, trataba de defenderme pero evidentemente él era más fuerte qué yo. Mordió mi brazo y grité por él dolor qué sentí.

Lo sabia, sabía qué pronto moriría y tenía mucho miedo.

Fue cuándo entonces alguien mató al demonio en un parpadeo, aquel hombre alto cabello cortó negro con algunas canas, usa unos anteojos, apenas le esta creciendo la barba y tenía una katana en su manó salvó mi vida pero ahora me convertiría en un demonio. Ya era tardé para salvar mí vida. Aquel hombre me miraba con un poco de lástima y yo estaba muy asustada. Escucha...probablemente está idea no funcioné pero si te cortó tú brazo es probable qué no te transformes en un demonio y puedas vivir. Así qué tendrás qué tomar una decisión ahora. ¿Cortó tú brazo o te mató para evitar qué te conviertas en un demonio? -Sugirió aquel hombre. Tenía mucho más miedo ahora pero tenía razón, lo pensé por unos segundos, quería vivir pero tendría qué hacerlo sin un brazo...Corta mí brazo -Pedí mientras lágrimas caían de mis mejillas. Él inmediatamente colocó un trapo alrededor de mí brazo y lo apretó, volteé hacía otro lado y cerré mis ojos, sentí un gran dolor cuándo él cortó mí brazo y mucha sangré salió de mí. Me desmayé.

Cuándo desperté me encontraba en una casa, mi brazo o más bien lo qué quedó de él estaba envuelto en muchas vendas. Veo qué despertaste -Comento una señora. También usaba anteojos, tenía el cabello de color café claro y también tenía unas cuántas canas. Ella amablemente me dió un té para él dolor y me dió comida también. Ella se presentó, me dijo qué se llamaba Betty Petrikov. Luego apareció él hombre qué me salvó, él se presentó cómo Simon Petrikov. Y más tarde conocí a su hijo, Marshall qué apenas tenía 14 años. Así fue cómo los conocí, así fue cómo ellos salvaron mí vida y me permitieron quedarme en su casa y ser un miembro más de su familia.

~Fin del flashback~

Ella cómo siempre escuchó atentamente, di un último sorbo al té y me lo acabé. Lamento que hayas pasado por algo tan horrible -Comento acariciándome mí cabello. Está bien, ya pasó mucho tiempo. Me tuve qué acostumbrar a usar sólo un brazo hasta qué mis amigos construyeron un brazo robótico para mí -Expliqué.

Después de contar aquella vieja historia Bonnibel decidió ponerme crema en mí espalda y dónde recibí los golpees para ayudarme con él dolor y qué los moretones no fueran tan grandes. Luego de ponerme esa crema. Reprimí un bostezó, estaba muy cansada, él té me ayudó con él dolor qué sentía. Estoy cansada, creó qué ya es hora de dormir -Sugerí. De acuerdo -Me sonrió. Ambas nos acostamos en la cama, ella apagó la lámpara y cerré mis ojos para dormir. Sentí qué ella se movía poco a poco hacía mí. Sentí su manó en mí cintura, su cabeza en mí pecho y no dude en abrazarla y pegarla más a mí. Así me quedé completamente dormida.

En la mañana desperté, miré qué eran las 10 am. Casi las 11. Y me sorprendí, nunca había dormido tanto, siempre me despertaba temprano. Noté qué Bonnibel no estaba a mí lado, me sentí un poco triste, quería despertar y verla a mí lado. Pero de repente la puerta se abrió y entró ella con una taza de té, se acercó a mí con una bonita sonrisa en su rostro. Buenos días -Saludó. Buenos días -Salude de vuelta. Me dió la taza de té, sabía qué es para ayudarme con él dolor por la pelea de ayer, además estaban muy buenos estos tés qué prepara Bonnibel. ¿Dormiste bien? -Preguntó sentándose en la cama. Dormí de maravilla, hace tanto tiempo qué no dormía así de bien. ¿Y tú? -Bebí un poco del té. Me alegró. También dormí muy bien Marcy -Contestó. Me quedé sorprendida por aquel apodo, hace mucho que nadie me llamaba por algún apodo. ¿Marcy? -Pregunté con una sonrisa divertida. Si te molesta puedo llamarte por tú nombre completo -Dijo rápidamente. No, no. De hecho me gusta. Marcy suena muy lindo, Bonnie -Dije. Ella me sonrió y sus mejillas sé sonrojaron. Se veía tan bonita así. ¿Y qué haremos hoy? -Pregunto cambiando de tema. Bueno, para empezar mi espada se rompió en dos así que tendremos qué regresar a la aldea en dónde Simon y Betty viven, ahí tengo un par de amigos qué son herreros y además les gusta mucho la tecnología, ellos fueron los qué construyeron mí brazo robótico -Expliqué, solté un pequeño suspiro y ella asintió. Nos quedaremos un par de días con Simon y Betty en lo qué reparan mi katana -Dije levantándome para vestirme. Ella ordenó sus cosas, luego desayunamos y fuimos en dirección a la aldea. No tardaríamos mucho en llegar ya que nos encontrábamos cercas.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora