Aᴍᴏʀ

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-Tres días después-

Marceline Abadeer:
Bonnibel finalmente me había dejado levantarme de la cama, pero no me dejaba estar mucho tiempo parada, pero al menos ya podía pararme y caminar aunque sea un poco. Iré a bañarme -Dije y ella asintió. Déjame quitarte las vendas -Dijo siguiéndome hasta él bañó. Me quité mi camisa cuidadosamente, ella me quitó las vendas y examinó las heridas. Se ven mucho mejor pero aún así ten cuidado, no queremos que se habrán -Me advirtió y asentí. Ella salió del bañó, llené la tina con agua tibia, me desvestí y entré a la tina, se sintió muy bien. Me quedé un rato disfrutando él agua. Miré mis heridas del estómago, la mayoría ya estaban cerradas, con suerte me quedarán unas pequeñas cicatrices. La única que me preocupaba era la de mí costado, esa se había abierto dos veces y apenas se estaba cerrando. Salí cuidadosamente de la tina, me sequé y me coloqué mí ropa. Salí del bañó sin ponerme la camisa porqué Bonnibel revisaría mis heridas de nuevo y las desinfectaría. Me pare enfrenté de ella, me sonrió tímidamente y tomó un algodón con un poco de alcohol. Primero pasó el algodón por casi todo mí brazo izquierdo y luego colocó las vendas rosadas. Tomó otro algodón y las pasó por las heridas de mí estómago. ¿Te duele? -Preguntó mientras seguía limpiando. No -Respondí. Cuándo limpió la de mi costado dolió un poco, e hice una mueca de dolor. Okey, esa si duele un poco -Dije, ella se acercó para revisarla. Aún está un poco abierta por eso te dolió -Explico limpiándola un poco más y asentí aguantando él dolor. Las demás heridas ya están cerradas así qué ya no te pondré él vendaje para qué respiren un poco, sólo te pondré un vendaje en tú costado ¿de acuerdo? -Me miró. De acuerdo -Susurré. Ella colocó un vendaje pequeño en mí costado y le colocó cintas adhesivas para qué no se moviera.

En ese momento frente a frente viéndonos, la chimenea estaba encendida y era lo único qué aportaba luz, de repente se escuchó un trueno y la lluvia caer. Coloqué suavemente mi manó en su cintura y la acerqué más a mí. Se veía tan hermosa qué me van muchas ganas de besarla hasta quedarnos sin labios. No habíamos hablado de la confesión qué le hice cuando creí qué moriría, y era justo que lo habláramos ahora. Ella colocó sus manos alrededor de mí cuello y yo alrededor de su cintura. Tragué saliva, mi corazón latía cómo loco por lo qué estaba a punto de decir. Estoy enamorada de ti Bonnibel. Te lo confesé cuándo creí qué iba a morir pero me salvaste...y lo correcto es qué te lo confesará de nuevo mirándote a los ojos -Confesé, levanté una manó y acaricié su mejilla, ella me miraba con los ojos un poco llorosos. Es difícil explicar todo lo qué siento por ti porqué es la primera vez qué me siento así para ser honesta y...maldita sea cada vez qué te veo quiero besarte, acariciarte, cuidarte, amarte y hacerte feliz. Bonnie yo...tú me gust...-Sus labios callaron los míos, correspondí su besó y acaricié su cabello mientras nos besabamos. Me gustas mucho. También estoy enamorada de ti Marceline. Cada vez qué te veo sólo quiero lanzarme a tus brazos y besarte, cuidarte de todo mal. Me vuelvo loca cuándo estás herida, no soportaría la idea de perderte -Me confesó con lágrimas qué se deslizaban por sus mejillas. Las limpié con mis pulgares y volví a besarla. Sentí sus manos acariciar suavemente mi estómago, aquello me hizo soltar un pequeño gemido en medio del besó. Hazme él amor -Pidió mirándome a los ojos. ¿Estás segura? -Cuestioné. Completamente. Quiero ser tuya y qué tú seas mía -Contestó. Eso me hizo sonreír.

Volvimos a besarnos, está vez un besó más apasionado. Caminamos hacía atrás con cuidado, caí sentada en la cama, ella se sentó encima de mí sin dejar dé besarnos. Le quité su camisa junto con su brazzier, me quedé admirándola un momento. Eres la mujer más hermosa y sexy de esté mundo -Alague y ella sonrió. Besé su cuello, hice un caminó de besos hasta sus pechos, ella me abrazó por él cuello para mantenerme ahí, lambí y succione uno de sus pechos. Mphh...Marcy -Gimió. Luego metí su otro pecho a mí boca y succioné un poco, sentí sus manos en mí nuca. Me separé un poco y nos miramos a los ojos, nos sonreímos. Ella se bajó y quitó él restó de su ropa, yo hice lo mismo. Mi corazón latía muy fuerte. Volvimos a besarnos, está vez metí mi lengua en su boca, y nuestras lenguas bailaban. Nos recostamos en la cama y terminé encima de ella. Espera -Jadeó. En ese instante pare lo qué estaba haciendo, la miré preocupada. ¿Te lastime? -Pregunté y ella negó con la cabeza. Es qué soy virgen -Confeso susurrando sentí cómo temblaba un poco por su confesión pero aquello no me decepcionó en absoluto, yo me encargaría de qué ella disfrutará, ese es mí objetivo. Iré lento, no te preocupes. Si sientes qué es demasiado puedes pedirme qué pare. Tú sólo ordena y yo obedezco -Susurré para calmarla un poco y ella asintió con una pequeña sonrisa. Le di un apasionado besó, baje besando cada parte de su cuerpo y mordí un poco su cuello, dejé unas pequeñas marcas en él, continué mi caminó de besos, con una manó amanse uno de sus pechos, besé cada parte de su cuerpo, le estaba demostrando cuánto la amó, besé parte de su abdomen y continué bajando. Me posicione entré sus piernas y las abrí. Observé maravillada su coño rosado, besé sus muslos y me acerqué más a su centro. Ella soltaba pequeños gemidos. Le di una lambida a su coño y observé cómo ella cerró los ojos, gimió y arqueó la espalda. Luego lambí un poco su clitoris y lo succioné. Marcy -Gimió. Lambí su coño, metí lentamente mi lengua dentro de ella y le di placer. Ella ya estaba muy mojada. ¿Estás lista? No voy a mentir, tal vez duela -Comenté apoyándome con mis codos para verla. Estoy lista -Dijo un poco nerviosa. Masajeé un poco su clitoris y lentamente metí un dedo dentro de ella. ¡Espera!...por favor no te muevas -Pidió. Sabía qué le había dolido, así qué dejé mi dedo dentro de ella, subí besando varías partes de su cuerpo, llegué al cuello y dejé varios besos para qué se concentrará en otra cosa. Subí hasta sus labios y los besé por varios minutos. Ya puedes moverte -Dijo. Saqué mi dedo lentamente y volví a meterlo, estuve varios minutos así, de repente ella empezó a gemir y a pedir más. Empecé a bombear más rápido mientras volvía a besar su cuello y sus pechos. ¡Sii, así Marcy! -Gimió arqueando su espalda de nuevo. Con cuidado inserte otro dedo y bombee más rápido, ella gimió gritando y tembló un poco por él placer qué le estaba dando. ¡Marceline! -Gritó enterrando sus uñas en mis hombros cuándo llegó al orgasmo. Bajé hasta su coño y limpie su corrida mientras ella se recuperaba. Volví a ella, quité aquellos cabellos qué se quedaron pegados en su mejilla por él sudor, la besé.

Bonnibel Bubblegum:
Luego de recuperarme de mí primer orgasmo, nos di la vuelta con cuidado, ahora yo estaba encima de ella, me miró sorprendida y tomé su rostro para darle otro besó apasionado, luego dejé varios besos por su mentón y bajé a su cuello, ahí le dejé también varios mordiscos y marcas en él. Bonnie...no tienes qué hacerlo -Dijo. Pare un momento y la miré. Quiero hacerlo. También quiero darte él mismo placer qué me hiciste sentir. Quiero demostrarte lo mucho qué te quiero -Acaricié su mejilla. De acuerdo Bon -Me sonrió. Tú sólo disfruta Marcy -Dije volviendo a besar su cuello, la escuché soltar un suspiró de placer. Besé su clavícula, también dejé unos cuántos chupetones, amanse uno de sus pechos mientras me llevaba un pezon a mí boca. Luego continué dejando besos por su abdomen, dejé varios besos por aquellas heridas qué tenían, volví a escuchar qué soltó otro suspiró de placer, baje hasta su coño y me hundí ahí, lambía y succionaba su coño mientras masajeaba su clitoris con mí mano, ella arqueó su espalda. ¡Ohh si! ¡Justó ahí Bonnie, no te detengas! -Gimió mientras puso sus manos en mí cabeza para mantenerme ahí. Continué devorando su coño mientras metía un dedo dentro de ella y la masturbaba. Ella seguía gimiendo, lo cuál es cómo música para mis oídos. Estuve así por varios minutos. ¡Bonnibel! -Gimió en voz alta cuándo llegó a su orgasmo, limpié su corrida y luego dejé qué se recuperará.

Aún no terminamos preciosa -Dijo ella sentándose mientras me atraía hacía ella sentándome en su regazó, nos acomodamos de tal manera qué nuestros coños se tocaban y causaban fricción. Ella tomó mi rostro y nos besamos. Muévete conmigo Bonnie -Pidió. Obedecí, nos movimos lentamente y ambas gemimos al sentir él placer. Se sentía muy bien. Enterré mis uñas en su espalda y la arañe, mordí su hombro derrcho, ella besaba mí cuello y sólo causaba aumentar él placer. Nuestro segundo orgasmo estaba llegando, aún podíamos escuchar la lluvia y los truenos iluminar de repente la habitación. Con nuestros cuerpos expresamos todo los sentimientos qué no pudimos expresar con palabras. Marceline se entregó a mí en cuerpo y alma, y yo hice lo mismo con ella.

Mientras seguíamos moviéndonos, nuestros orgasmos ya estaban a punto de llegar. Ella tomó mi rostro y nos miramos a los ojos. ¡T-te quiero! -Confesó justo cuándo su orgasmo llegó. ¡Tam-también te...te quiero! -Confesé segundos después cuándo mi orgasmo llegó. Juntamos nuestros labios, ella me abrazó y nos acostó lentamente en la cama, yo estaba encima de ella, acoste mi cabeza en su pecho y no dijimos nada porqué aún tratábamos de recuperarnos de nuestro segundo orgasmo qué fue más intenso qué él primero. Ambas respirábamos agitadamente, teníamos sudor en todo nuestro cuerpo pero lo más importante es qué nos amamos con mucha intensidad, y eso es todo lo qué importaba, qué nuestro sentimiento sean sinceros y mutuos. No podía borrar mi sonrisa, mi primera vez fue mejor de lo qué esperaba, si dolió un poco pero Marceline se encargó de borrar él dolor y todo se convirtió en placer. Ella se preocupó por mí todo él tiempo, y morí de amor cuándo ella me miraba para asegurarse de qué estuviera bien. Sentí su amor en cada besó, en cada toqué, en cada mirada, en cada palabra y en su sonrisa.

Esa noche fue la mejor de toda mí vida.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora