Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)

Sɪᴍóɴ & Bᴇᴛᴛʏ

Bonnibel Bubblegum:
La amable pareja nos invitó él desayunó, luego Marceline se metió a bañar, y nos preparamos para salir y continuar nuestro pequeño viaje. Nos despedimos y le agradecimos a la pareja por su amable hospitalidad. Caminamos siguiendo a Marceline. Durante él caminó Gumball y yo le estuvimos haciendo preguntas sobre sus gustos y esas cosas, ella también nos hizo algunas preguntas sobre nosotros, estuvimos conociéndonos durante él caminó. De repente en nuestro caminó apareció un demonio, Marceline inmediatamente lo enfrentó sin temor, Gumball y yo nos alejamos y nos escondimos detrás de un árbol, no queríamos estorbarle o qué tuviera qué preocuparse por nosotros. Desde dónde estábamos pude verla pelear y fue magnífica, sólo tuvo qué hacer 3 simples movimientos y lo acabó. Ella se acercó y nos preguntó si estábamos bien, le dijimos qué si y continuamos caminando. En él caminó no pude evitar observarla, sentí mucha admiración por aquella mujer. Luego de a ver caminado por horas nos detuvimos para comer y tomar algo, también descansamos por aproximadamente 30 minutos y luego seguimos. Cuándo empezó a oscurecer, una anciana nos dió alojamiento pero está vez cada quién tubo su propia cama, luego de cenar nos fuimos a dormir y en cuánto toqué la cama caí en un sueño profundo.

Desperté lentamente, abrí mis ojos de poco a poco, cómo siempre despertaba a las 8 am. Me estiré un poco, salí de la cama y fui al baño a hacer mis necesidades. Está vez todos ya estaban despiertos y desayunamos, luego nos preparamos para salir y continuar. En él caminó Marceline se tuvo qué enfrentar a dos demonios pero ella los acabó fácilmente. Luego de estar caminado por tres horas más logré ver qué a varios metros está una aldea. Ya casi llegamos -Anuncio. Dé repente un sentimiento raro me invadió, esto se sentía agridulce. Ella simplemente nos dejará con la persona qué entrenará a Gumball, y ella se irá. Pensar en ello me pone triste, convivimos casi tres días completos y me agradaba estar mucho a su lado pero sé que ella prefiere viajar sola. Ahora no quería llegar pero ya estábamos muy cercas, pasamos por la aldea y la seguimos a las afueras de la aldea. Y paramos en una pequeña y humilde casa, cercas de está casa hay un lago grande. Llegamos -Dijo tocando la puerta y unos segundos después tomando la perilla, girándola y abrió la puerta.

Marceline Abadeer:
Entramos, sonreí al encontrarme a las dos personas más importantes en mí. ¡Oh dios mío! ¡Estoy tan feliz de verte! -Dijo ella abrazándome. Hace tiempo qué no sabíamos de ti, me alegra verte -Dijo él abrazándome también. También estoy feliz de verlos -Comente con una sonrisa. Y es momento de presentarlos. Gumball. Bonnibel. Ellos son Simon y Betty Petrikov -Los señale. Simon Petrikov fue mi maestro, él me enseñó todo lo qué se -Comenté. Gumball quiere convertirse en cazador de demonios -Le expliqué a Simon y él asintió. Simon es él mejor entrenador, pese a qué ahora ya es un hombre de la tercera edad aún sigue siendo él mejor en lo qué hace. ¡Oh mí dios! ¡No puedo creerlo! ¡Tú eres él gran Simon Petrikov! -Chilló Gumball de emoción. Si soy yo -Contestó con una risa estrechando la mano de Gumball. Él comenzó a hacerle varías preguntas y a decirle cuánto lo admiraba. Por otro lado, Bonnibel también reconoció a Betty, quién es una de las mejores sanadoras. Se acercó a ella, también le dijo cuánto la admiraba y comenzaron a hablar sobre cosas qué ellas entendían. Simon y Betty son muy reconocidos y famosos por lo qué hacen, ellos son los protectores y cuidadores de está aldea, por eso su casa está un poco alejada de la aldea y se que ellos hacen siempre lo mejor qué pueden para protegerla.

Después de su charla con los chicos, Betty nos dió algo de comer, miré enfrenté de mí y aquel cuadró adornando la pared, es una fotografía de tres personas y están sonriendo. ¿Cómo está Marshall? -Pregunté, luego de a ver visto aquel cuadro. Él está bien, viene a visitarnos seguido -Contestó Betty con una sonrisa. Claro, Marshall es aquel cazador famoso ¿no? -Pregunto Bonnibel y asentí a su pregunta. Y es su hijo -Afirmó Bonnibel. Si, es nuestro muchacho -Contesto Simon con una sonrisa de orgullo. Marshall Lee Petrivok, hijo único de Simon y Betty. Fue un milagro qué pudieron tenerlo, Betty incluso mencionó qué la labor de parto fue muy complicado y casi lo pierden. Sé que Simon y Betty querían más hijos pero desgraciadamente no pudieron tener más, sólo a Marshall. Él teniendo padres tan famosos y buenos en lo qué hacen, tuvo qué esforzarse él doble para poder estar a la altura de las expectativas. Es más grande qué yo por algunos años, por ende tiene mucha más experiencia, es más fuerte y a su propio esfuerzo fue haciéndose famoso cómo sus papás pero por él mismo. Así terminó siendo un famoso cazador dé demonios.

Simon accedió a entrenar a Gumball, lo primero qué le ordenó fue qué descansará por él resto de la tardé/noche pero qué mañana por la mañana empezaría con su entrenamiento. A pesar de qué la casa es pequeña tiene varías habitaciones, guiaron a Gumball y a Bonnibel en diferentes habitaciones para qué se instalarán. Sentí una pequeña opresión en él pecho de tristeza, la verdad disfruté estar con ellos durante estos días. Me hicieron sentir menos sola, pero ahora cada quién continuará su caminó. Pero aún así no tenía prisa, me iría mañana por la mañana. Me quedaría solo para pasar algo de tiempo con ellos y también con Simon y Betty. Salí de la casa para tomar un poco de aire fresco, sentí una mano en mí hombro. Sabes qué puedes venir cuándo quieras a visitarnos...estuvimos muy preocupados por ti, sé que estás ocupada pero de vez en cuándo ven a vernos. Queremos verte más seguido -Dijo Simon. Si, lo siento. He tenido días muy difíciles -Me disculpe. Lo entiendo. Sólo trata de visitarnos un poco más ¿si? -Dijo y asentí con una sonrisa. ¿Cómo está tú brazo? -Preguntó por mi brazo robótico. Bien, no he tenido ningún problema con él -Respondí. Simon, Betty y Marshall son de las pocas personas qué saben lo de mí brazo, de hecho ellos estuvieron presentes cuándo sucedió...