Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)

Vɪᴀᴊé ᴀʟ ᴘᴀsᴀᴅᴏ

Marceline Abadeer:
Me removía lentamente para no lastimar mí herida. Abrí lentamente mis ojos, miré el reloj y eran las 3 de la mañana, no podía dormir, pero aún así traté de dormir. No se en qué momento me quedé dormida, pero volví a despertar en la mañana. Está vez Simon y Betty me trajeron él desayunó. Betty se aseguró de qué mi herida estuviera bien, y ella salió dejándome a solas con Simon, platiqué un rato con él y luego Marshall vino para platicar conmigo. Luego me quedé ahí sola, suspiré triste, Bonnie no había venido a verme en toda la mañana y parte de la tardé. Escuché la puerta abrirse pero mantuve mis ojos en las sábanas. Hola -Escuché su voz. Era bonnie. No respondí, tampoco la miré, ahora me sentía culpable de a ver arruinado nuestra cita y nuestro momento especial. ¿Cómo estás? ¿Cómo está tú herida? -Preguntó. Escuché qué se acercó. Bien -Susurré. Nos quedamos en silencio por varios segundos. Lo siento -se disculpó y negué con la cabeza. No, tu no tienes nada qué disculparte. Yo soy la que lo siente, siempre arruinó todo -Tape mi cara con mis manos para evitar qué me viera llorar, ella se acercó y me abrazó. No bebé, tú no arruinas nada -me consoló y acarició mí espalda. Perdóname. Me enojé mucho cuándo supe qué tú herida se había abierto, me preocupó tanto por ti y no quiero qué te pase nada -Explico. Sentí sus labios en mí cabeza. Me daba besos en mí cabeza y lloré más, ella me abrazó hasta qué dejé de llorar. Me separé un poco. También perdóname por no cuídame. Estuve mucho tiempo sola y nunca me había preocupado por cuidarme, pero ahora qué estás aquí me enseñas cosas nuevas y me cuidaré más -Me disculpe. Ella limpió mis lágrimas de mis mejillas, y me dió un pequeño besito. Está bien -Susurró dándome otro besó. Marshall olvidó decirme qué lo mejor de las peleas, son las reconciliaciones. Bonnie está vez durmió conmigo, y está vez pude dormir bien.

-Cinco días después-

Mi herida se estaba cerrado, pero aún así me cuidaría mucho para qué ya no se abriera, ya estaba harta de estar en la cama. Fue cuándo una idea vino a mí menté, le pedí a Bonnie qué me acompañará a otro lugar, un lugar qué hace mucho no visitaba y qué seguramente tendría miles de emociones al estar ahí. Ella y yo caminamos con las manos entrelazadas a través de la aldea, tardamos un par de minutos en llegar al lugar. Cuándo llegamos lo observé y sonreí con nostalgia. ¿Aquí es dónde solías vivir? -Preguntó abrazando mi brazo. Si -Contesté. Vamos -Susurré, tomé la llave y abrí, entramos. Estaba exactamente igual cómo la recordaba pero cubierta de polvo y telarañas. Caminé y miré los muebles, Bonnie empezó a mirar los alrededores y se concentró en mirar las fotografías y miró una dónde salía toda mí familia en ella, caminé hacía ella y la abracé, miramos juntas aquella foto y sonreí al ver las sonrisas de mis papás, de mí hermana e incluso la mía en aquella foto. Te pareces mucho a tú papá, y tú hermanita se parece a tú mamá -Comentó Bonnie mirando la foto. Eso siempre me lo decían -Dije entré risas. Seguimos viendo las fotos y encontramos una mía, de cuándo tenía 6 años, Bonnie admiraba la foto y sonreí al ver sus expresiones. Puedes quedarte la foto si quieres -Le dije, ella me sonrió y me dió un besó. Subimos las escaleras y miramos los antiguas habitaciones, primero las de mis papás, luego la de mi hermanita y finalmente la mía.

Mí antigua habitación no tenía muchas cosas, tenía una pequeña cama, una mesita, algunos juguetes, un closet y algunas fotos. Caminé hasta la cama y me asombré al ver algo en ella. No puedo creer que aún sigas aquí -Dije tomando él peluche en forma de mono. Volteé a ver a Bonnie y me sonrió, se dió cuenta qué aquel peluche significa mucho para mí. ¿Cómo se llama? -Preguntó acercándose a mí. Hamboo. Él siempre me acompañaba cuándo no podía dormir o cuándo tenía miedo -Expliqué. Ella lo tomó, estaba un poco sucio, hace tiempo mi mamá había reparado su ojo pero ahora ya no lo tenía. Llevémoslo a casa, le daremos una limpiada y repararé su ojo. Es muy valioso para qué se quedé aquí solito -Comentó Bonnie, me quedé mirándola, ella me conocía muy bien y con eso supo hacerme muy feliz. Se veía tan preciosa con Hamboo en sus manos. Gracias mi amor -Le di un besó. Además le hará compañía a Marnie -Añadió unos segundos después. Marnie es él peluche en forma de oso qué le regalé hace varios días atrás en nuestra primera cita. Estuvimos un rato ahí y salimos de la casa.

Bonnibel Bubblegum:
Después de visitar la antigua casa dé Marcy, me di cuenta qué había un estanque cercas de su casa. Betty me platicó de aquel estanque y supe qué era él momento de aprovechar esta oportunidad. Ven -Tomé el brazo de Marcy y caminamos hacía él estanque. ¿A dónde vamos? -Cuestionó Marcy con él ceño fruncido. No respondí, llegamos al estanque. Betty me habló de esté estanque y no creí qué estaría cercas de tú antigua casa. Dicen qué esté estanque es mágico -Expliqué. ¿Ajá? -Dijo rascándose la nuca, esperando a qué continuará mi explicación. Dicen qué esté estanque es capaz de curar la herida más profunda e incluso es capaz de no dejar cicatrices -Terminé mi explicación y ella me miraba sin entender. ¿Qué tal si lo comprobamos? -Pregunté coquetamente. Empecé a desnudarme, ella me miró sorprendida pero sonrió, terminé de desnudarme y entré al estanque, la miré aún parada y con su ropa puesta. ¿Qué esperas tigre? -Pregunté. Ella reaccionó y se quitó su ropa, cuándo se desnudó y caminó insegura hacía él estanque. Cuándo entró miró para todos lados para asegurarse de qué era seguro, rodeé su cuello con mis brazos y conecté mi mirada con la suya. Tranquila, relájate -Susurré. Junté nuestros labios. Él estanque es precioso, él agua se sentía bien y todo daba ese aspecto romántico. Tuvimos una larga sesión dé besos en aquel estanque. Nos quedamos ahí y esperaba qué funcionará, si los relatos de la gente eran ciertos entonces las heridas de Marcy se curarían finalmente. Pero si no, de igual manera pasamos un momento muy romántico ahí.