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-Un año después-

Marceline Abadeer:
Luego de la boda de Marshall y Gumball, ellos habían decidido viajar a más lugares, estuvimos algunos meses sin verlos hasta qué regresaron a la aldea y compraron una casa muy cercas dónde viven Simon y Betty. Nosotras decidimos tomarnos las cosas con más calma y disfrutar de nuestro alrededor, Bonnie y yo salimos a muchas citas, simplemente disfrutando ser novias antes dé casarnos y formar una familia, y tener un lugar estable. También salimos de viaje por tres meses, conocer nuevos lugares y todo eso. Simplemente tratamos de disfrutar todo y relajarnos.

Pero hoy es un día especial. Bonnie y yo nos casaremos. Hace un mes aproximadamente pedí su mano en matrimonio y si ella lloró de felicidad. A diferencia de nuestros hermanos decidimos hacer todo privado e íntimo. Por ser un día especial ambas decidimos usar un vestido sencillo pero bonito de color blanco. Aunque odió los vestidos pero Bonnie insistió en qué quería qué usará un vestido en nuestra boda así que lo hago por ella. Porqué la amó.

Y ahí me encontraba yo, juntó con él padre, Marshall a mí lado. Simon, Betty, Finn y Jake estaban ya sentados esperando a qué aparecieran Bonnie y Gumball. Fue cuándo de repente los vi, ellos venían hacía nosotros. Simplemente para mí fue un momento muy mágico. Ella se veía tan preciosa. Tan hermosa. Tan sexy. Mientras mi prometida caminaba hacía mí no pude evitar qué se me soltarán unas lágrimas de felicidad que limpié rápidamente, Bonnie lo noto pero me sonrió. Cuándo llegaron Gumball le dió un besó en su frente, tomé su manó y nos sonreímos. Así comenzó nuestra ceremonia.

Y llegó el momento de decir nuestros votos. Nos miramos a los ojos y suavemente tomé sus manos. Nunca creí encontrar él amor hasta qué apareciste tú en mí vida Bonnie. Me enseñaste muchas cosas nuevas, me mostraste lo que me estaba perdiendo y no sólo eso, me salvaste de mí soledad y de mí misma. Así qué prometo amarte eternamente. Prometo estar a tú lado por siempre incluso después de la muerte, quiero qué tú seas mi amor eterno. Un amor qué nunca tendrá fin. Prometo también cuidarte, apoyarte y estas contigo en las buenas pero sobretodo en las malas. Te amo Bonnibel -Finalice poniendo él anillo en su dedo. Ella había soltado unas lágrimas de felicidad, las limpió rápidamente. Jamás creí qué encontraría a alguien qué llegará a amar tanto hasta qué llegaste tú. Te amó cómo nunca he amado a nadie. Cuándo sólo eras una cazadora fría y solitaria me dolía verte encerrada en tú soledad, me dolía tanto qué sólo quería abrazarte y alejarte de todo mal. Por eso, té prometo qué seré tú amor eterno. Prometo cuidarte y apoyarte en todo. Prometo estar contigo en las buenas y en las malas, pasé lo qué pasé. Prometo qué no dejaré qué vuelvas a caer la soledad porqué estaré a tú lado por siempre. Prometo ser la mejor esposa para ti. Te amaré por siempre Marcy. Estaremos juntas eternamente. Te amo Marceline -Finalizo poniendo el anillo en mí dedo. Ahora yo las declaró esposa y esposa. Pueden besarse -Dijo él padre. Ella tomó mi rostro y nos besamos mientras todos aplaudían. Por fin soy la señora Abadeer -Dijo ella emocionada. Volví a besarla. Todos se acercaron a abrazarnos ya felicitarnos.

Tuvimos una pequeña fiesta en casa de Marshall y Gumball. Ellos organizaron todo. Decoraron su casa, e hicieron comida para celebrar nuestra boda. Después de comer, pusieron música. ¿Me concedes esté baile esposa? -Le ofrecí mi manó, ella la tomó. Por supuesto esposa -Dijo. Caminamos hasta él centro de la casa, dónde no había nadie. La música sonaba. Ella colocó sus manos alrededor de mi cuello y yo coloqué mis manos alrededor de su cintura. Nos movimos lentamente. Estás tan hermosa hoy amor -Dije dándole un beso en su frente. Tú también te vez tan hermosa cielo, me encanta cómo se te ven los vestidos aunque sé que los odias -Le di una pequeña vuelta y seguimos moviéndonos lentamente. Usé el vestido qué querías hoy sólo por ti -Comente y ella me dió un pequeño besó. Lo sé, y lo apreció mucho bebé -Susurró. Ella acostó su cabeza en mí hombro. Seguimos bailando lentamente. Estuvimos un rato así hasta qué oscureció y era hora de irnos a nuestra luna de miel. Nuestros hermanos nos hicieron una reservación en una cabaña por dos semanas.

Al llegar a la cabaña admiramos él lugar, era grande y muy bonito. Dejamos nuestras cosas en la habitación. Bonnie y yo ya nos habíamos quitado él vestido y nos pusimos ropa más cómoda. Tomamos un poco de vino y celebramos nuestra boda.

Estaba sentada en la cama, ya estaba semidesnuda, sólo tenía mis bragas y mi brazzier puesto. Esperaba a qué Bonnie saliera del bañó. Unos minutos más tardé ella salió. Mi mandíbula casi cae al suelo al verla. Se apoyó contra él marcó de una manera sexy. ¿Te gusta? Esté es mí regalo de bodas -Dijo. Ella se había puesto un baby doll de color negro. Me levanté, caminé hacía ella y quedamos frente a frente. Me encanta. Te vez tan...sexy -Coloqué mis manos en sus caderas, las acaricié, ella rodeó mi cuello. Ahora quiero qué cumplas tú roll de esposa y me hagas él amor -me dió un tierno besó. Tus deseos son órdenes mi amor -dije. Ella dió un pequeño saltó, enredó sus piernas en mí cintura y la llevé a la cama mientras nos besábamos. Normalmente siempre soy yo la que está arriba de ella pero ahora fui yo la que se acostó en la cama, la dejé encima de mí, ella se sentó en mis caderas mientras seguíamos besándonos. Sentí pequeñas mordidas en mí labio inferior y aquello me ponía más cachonda. Acaricié sus hombros y espalda, Bonnie empezó a besar mi mandíbula y luego mí cuello, dejó mordidas en él. Bonnie -Gemí. Sentí sus manos detrás de mí espalda, desabrochó mi brazzier y me lo quitó. Empezó a lamber y succionar mis pechos. Nos deshicimos del restó de nuestra ropa. Ella dejó muchas marcas en mí cuerpo y yo en él de ella.

¿Y si usas él regalo de bodas qué compraste para nosotras? -Preguntó ella entré gemidos. La miré un momento, y mis ojos brillaron por su petición. Tus deseos son ordenes para mí -Le di un enorme besó. Me levanté rápidamente, busqué nuestro regalo de bodas y al encontrarlo me lo puse. Si, compre un Strap on cómo regalos de bodas. A Bonnie le encantó él regalo y ahora por primera vez quería qué yo lo usaría. Regresé a la cama, besé a Bonnie, me senté en la cama y la traje hacía mí, se metió aquel pedazo de plástico en su lindo coño. Ella empezó a moverse lentamente y poco a poco aumentó la velocidad, se sentía bien. No tardamos en llegar al orgasmo.

Hicimos el amor en varios lugares de la cabaña: En la sala, en él pisó de la sala, en él bañó, en él jacuzzi y finalmente regresamos a la cama de nuevo. Oh dios...ya no puedo más -dije tratando de recuperar él airé. Ambas respirábamos agitadamente, estábamos sudadas, ella recostó su cabeza en mí pecho y acarició mí abdomen. Creó qué rompimos la mitad de las cosas de aquí -Bromeó. Aquello me hizo sonreír, le di un besó en su frente. Nos quedamos en silencio, simplemente acariciándonos, ya estábamos cansadas de tanto hacer el amor pero amo acurrucarme con Bonnie, simplemente es lo mejor del mundo. Estoy muy feliz ¿sabes?. Ser tú esposa ahora es una de las mejores cosas qué me han pasado -Comentó dándome un besó en mí hombro. También estoy feliz amor. Jamás creí qué me casaría hasta qué apareciste en mí vida, estoy muy, muy, muy feliz de ser tú esposa -Volví a darle un besó en su frente. De poco a poco nos quedamos dormidas. Esa fue nuestra primera noche de nuestra boda. Fue la mejor noche de mí vida. Pero los demás días de nuestra luna de miel también fueron los mejores días de mí vida. Pasamos parte del tiempo conociendo otras aldeas y él restó del tiempo lo pasamos haciendo él amor.

Bonnibel. Él amor de mí vida. Mí hermosa esposa. Mí todo. Y por supuesto la futura madre de mis hijos. Por siempre mi amor eterno.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora