Mᴀʀsʜᴀʟʟ & Gᴜᴍʙᴀʟʟ

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Marceline Abadeer:
Salí dé bañarme, me vestí para dormir, cuándo entré al cuarto encontré a Bonnibel dormida, revisé su tobillo y acomodé mejor los hielos. Me acosté en mí propia cama y no tardé mucho en dormirme. A la mañana siguiente, él tobillo de Bonnibel estaba mucho mejor, ella hizo él desayunó y después ella entró al bañó para tomar una ducha rápida, y después nos preparamos para salir...

Gumball Bubblegum:
Ya llevaba 4 días de a ver iniciado mi entrenamiento, el señor Petrivok me advirtió qué sería muy difícil. Y tiene razón, me enseñó varios ejercicios qué tengo qué hacer para volverme más fuerte, rápido y tener más resistencia. Simon siempre está pendiente de qué haga bien mi serie de ejercicios, entrenamos casi todo él día. Mientras entrenaba debajo del sol, sentía mucho sudor caer de mí rostro, Simon me dejó ahí entrenando mientras él iba por un vaso de agua a la casa. De repente ante mi vista apareció un muchacho, él era un poco más alto qué Marceline, con cabello corto y totalmente negro, sus ojos son de color azul verdoso, estaba vestido con él uniforme negro de cazadores con un cárdigan de color rojo, él me miraba seriamente mientras seguían en mí entrenamiento. ¿Quién eres tú? -Preguntó con una voz muy gruesa y ronca, se notaba qué él no estaba nada feliz con mí presencia. Gumball Bubblegum ¿y tú? -Pare de hacer mi entrenamiento, seque mi manó y me acerqué extendiendo mi manó para darnos un apretón amistoso, él sólo vió mi manó de una manera fría pero no la tomó y la bajé. Marshall Lee Petrivok -Respondió cortante. Entonces comprendí qué es él hijo de Simon y Betty. En eso Simon salió y al ver a Marshall corrió a abrazarlo, en ese instante Marshall se mostró más feliz y contento de ver a su papá, sé abrazaron, Simon le explicó qué me estaba entrenando y qué mi hermana Bonnibel está viajando con Marceline. Betty salió de la casa, en cuánto vió a Marshall también corrió para abrazarlo. Finalmente los tres sé abrazaron fuertemente, fue una escena muy bonita de ver. Me quedaré unos días -Dijo Marshall. Él explicó qué quería tomarse unos días dé descanso y pasar más tiempo con sus papás, ellos estuvieron de acuerdo. Betty y Marshall entraron a la casa mientras platicaban, Simon y yo regresamos a mí entrenamiento.

Un rato después, al acabar con mí entrenamiento Marshall y yo nos quedamos solos, traté de conversar con él pero me contestaba muy cortante, me miraba cómo si fuera una peste o algo parecido, él sin duda tiene muy mal carácter pero aún así traté de seguir siendo amable con él. Cenamos él y yo solos porqué Simon y Betty habían salido juntos a una cita, es bastante tierno ver a Simon y Betty juntos y muy enamorados, a pesar de llevar ya 35 años juntos y me alegró qué ambos sigan haciendo ese tipo de actividades cómo pareja. De vez en cuándo lo miraba hasta qué me atrapó viéndolo. ¿Tengo algo en la cara? ¿O porqué me vez tanto? -Gruñó molestó. Lo siento -Desvíe mi mirada y me sonrojé. No volvimos a hablar durante él resto de la noche, cada quién se fue a su habitación para dormir.

Cómo cada mañana después de desayunar me dedicaba a entrenar, hoy me tocaba un entrenamiento muy duró y traté de aguantarlo lo mejor qué pude, de igual manera Simon me dió algunos pequeños descansos y me dejó tomar un poco de agua. Mientras Simon me explicaba unas cosas, a lo lejos miré a Marshall escondido observándonos, en un chico tan raro pero algo de él me llama mucho la atención. Pero aún así decidí ignorarlo completamente, él día anterior se porto muy grosero conmigo y no iba a dejar qué me siguiera tratando así...
Seguí entrenando duró por él restó del día, al terminar de cenar, salí afuera para caminar un poco, de mí bolsillo saqué una armónica, nadie sabe qué se tocarla excepto Bonnibel. Mientras caminaba empecé a tocarla creando melodías un poco tristes y nostálgicas, una lágrima cayó de mí rostro, la limpié rápido, me sentía triste por a ver perdido a mis padres y los extrañaba cada día más pero sabía qué se habían sacrificado por nosotros así qué debía seguir viviendo porque así ellos lo quieren. Caminé de regresó a la casa y me fui a dormir.

Al día siguiente, me encontraba entrenando muy temprano, Simon me dejó practicar con una katana. De repente apareció Marshall enfrente de mí y dejé de hacerlo qué estaba haciendo. ¿Porqué estabas llorando ayer? -Me preguntó con la mirada un poco triste. Me tensé porqué no creí qué nadie me hubiera visto pero al parecer Marshall si me vió. ¿Me habrá seguido?. ¿Me seguiste? -Pregunté ignorando su pregunta. Él no dijo nada durante unos minutos y finalmente asintió. ¿Porqué? -Pregunté con curiosidad. No lo sé -Se encogió de hombros. Lloré porqué extraño a mis papás -Contesté haciendo una mueca. ¿Les sucedió algo? -Preguntó él. Me quedé callado por unos segundos y luego suspiré, le terminé contando lo qué sucedió con mis papás y cómo Marceline nos salvó. Lo siento -Susurró. No te preocupes, está bien -Me encogí de hombros quitándole importancia. Él de repente me miró de abajó hacía arriba eso hizo que me sonrojara. ¿Porqué tiene que verme de esa manera?. Estás sosteniendo mal la katana -Dijo. ¿Eh? -Contesté, porqué no lo había escuchado bien. Déjame ayudarte -Se acercó, se colocó detrás de mí y tocó mis manos para acomodarlas, sentí qué mi corazón se saldría de mí pecho y sentí qué él airé se me iba. ¿Porqué siento esto?. Después de eso, Marshall me ayudó con mí entrenamiento, se comportó mejor conmigo y pudimos conversar sin que fue fuera cortante, desde ese momento nos volvimos amigos.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora