Bonnibel Bubblegum:
La luz del día me despertó de poco a poco, me tallé los ojos, traté de mirar por la ventana y noté qué está nublado, aún podía escucharse ligeramente él sonido de la lluvia, seguramente lloverá por las próximas semanas, abrí mis ojos y me di cuenta qué me había quedado dormida acurrucada con Marceline, me levanté cuidadosamente, destapé un poco a Marceline para ver las heridas de su estómago, las revisé y sé encontraban bien, me levanté e hice él desayunó, luego me dirigí a la habitación, coloqué la comida en la mesita qué estaba al lado de la cama, con cuidado desperté a Marceline. Ella abrió lentamente sus ojos, se miraba un poco desorientada pero es normal, le quité la mascarilla. Mentiría si dijera qué no estoy preocupada por ella, porqué lo estoy y mucho, aún se miraba pálida y parecía no tener energía. Té traje él desayunó, déjame ayudarte -Dije y ella asintió. Acomodé sus almohadas y la ayudé a sentarse, hizo muecas y gruñidos de dolor pero fui cuidadosa para qué sus heridas no se abrieran. Coloqué la comida en su regazó y comió lentamente. También le había preparó un té para ayudarle con él dolor, además así podría dormir mejor. ¿Cómo te sientes? -Pregunté. Adolorida, cansada y mareada -Respondió bebiendo él té. Es normal. Perdiste mucha sangré, además estuviste a punto de morir -Cambié la bolsa vacía por otra bolsa llena de sangré qué estaba conectado por la vía intravenosa en su manó izquierda. ¿Cómo estás tú? -Preguntó, sonreí porqué ella está mal herida pero aún así se preocupa por mí. Estoy bien, no te preocupes -Respondí sentándome a su lado. ¿Y Bruno? -Preguntó mirando alrededor dándose cuenta qué él no estaba, aquello me hizo gracia. Él Tuvo qué irse con su familia -Expliqué y ella asintió. La vi tallarse los ojos y bostezar. Duérmete. Necesitas descansar, y mínimo estarás en cama al menos por una semana Marceline Abadeer -Le advertí. La verdad no tengo fuerzas ni siquiera para protestar -Rió levemente. Descansa, yo cuidaré de ti -Acaricié su cabello. Sé que lo harás, confío en ti -Susurró cerrando sus ojos, la ayudé a acostarse y no tardó mucho en quedarse dormida. La admiré por unos momentos, me quedé ahí a su lado por varios minutos, ella dormía profundamente. Aproveché qué ella se quedó dormida para irme a dar una ducha.Narrador omnisciente:
Bonnibel entró al bañó, se desnudó y entró a la tina, la había llenado con agua tibia, se relajó mientras se bañaba. Mientras tanto Marceline estaba profundamente dormida, ella estuvo casi en una expresión cercana a la muerte, ahora se encontraba débil y tardaría un poco en recuperarse. Por eso un demonio había detectado la presencia de Marceline y se infiltró en él cuarto dónde ella descansaba. Aquel demonio aprovecharía qué la joven cazadora dormía profundamente para matarla, se encontraba sola e indefensa, él demonio sólo tenía qué atravesar un punto vital y la mataría. Se encontraba peligrosamente cercas de Marceline. Y justo cuándo iba a hacerle algo, una espada en su espalda se lo impidió. No te atrevas a tocarla -Advirtió Bonnibel. Ella tuvo un mal presentimiento, por eso salió de la ducha y se cambió rápidamente. Cuándo salió del bañó y se encontró con un demonio cercas de Marceline, no pudo evitar tomar la katana de esta para defenderla y protegerla. Bonnibel no sabía mucho sobre pelear o ese tipo de cosas pero haría lo necesario para mantener a salvo a Marceline. Así qué aquel demonio y Bonnibel tuvieron una pequeña pelea, la pelirosa se aseguró dé alejarse lo suficiente de Marceline para qué no saliera lastimada de nuevo. Bonnibel pudo esquivar sin problemas los golpees del demonio y pudo atravesar su estómago con la katana, y la pelirosa lo cortó sin problemas y aquel demonio murió haciéndose cenizas. Bonnibel dejó la katana aún lado de la cama, examinó a Marceline para asegurarse de qué no tuviera alguna herida nueva causada por él demonio, y soltó un suspiro de alivio al darse cuenta qué estaba bien. Y agradeció mentalmente de a verse salido de bañar cuándo sintió qué algo iba mal, si no lo hubiera hecho Marceline estaría muerta. Me alegró de que no te haya pasado nada. Quiero qué estés a salvó, no quiero perderte -Susurró Bonnibel acomodando un mechón de cabello. Bonnibel dejó un beso en la frente de Marceline. Y acostó cuidadosamente su cabeza en él pecho de Marceline y la abrazó, quería sentirla cercas y comprobar qué todo estaría bien.-Cinco días después-
Marceline Abadeer:
Abrí lentamente mis ojos, durante estos días lo único qué he hecho es descansar, Bonnibel cada rato revisa mis heridas pero dijo qué se encontraban bien, están sanando. Por otro lado ya me sentía mejor, ya quería salir de la cama pero aquella chica rosada no me lo permitía así qué no tenía otra opción más qué obedecer. La observé qué estaba enfrente mío pero de espaldas, parecía qué estaba concentrada en algo. ¿Qué haces? -Pregunté suavemente, ella volteó a verme y me sonrió. Miró mi libreta de dibujos -Contestó alzando su libreta para qué la mirará. No sabía qué dibujabas -Comenté. Si, bueno hay muchas cosas qué no sabes de mí -Bromeó y solté una leve risa. Es uno de mis pasatiempos favoritos pero últimamente no he podido dibujar -Explico y asentí porqué sabía lo qué quería decir. ¿Puedo verla? -Pregunté. Ella asintió, me acomodé lentamente para sentarme, ella se sentó a mí lado y comenzó a enseñarme sus dibujos. Él primero es un dibujo de un paisaje. Wow...Es muy bonito. Tienes un gran talento -Dije admirando su dibujo. Gracias -Contesto con sus mejillas sonrojadas. Me siguió enseñando los siguientes dibujos, había uno de su antigua casa, un retrato de Gumball y otro de su familia, algunos de varios animales. Ella dibuja excelente, quedé impresionada por su talento. Mientras mirábamos sus dibujos acomodé mi cabeza en su hombro, poco a poco me comenzó a dar sueño, cerré mis ojos un poco y me quedé dormida, con Bonnibel todo es cómodo y no pude evitar quedarme dormida aún lado de ella.
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Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)
FanfictionLa solitaria Marceline Abadeer una cazadora de demonios salva a los hermanos Bubblegum: Gumball & Bonnibel, lastimosamente sus padres murieron a manos del demonio, y ahora emprenderán un viaje en dónde Abadeer cuidará a los hermanos mientras continú...