MAD

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Marceline Abadeer:
Abrí lentamente mis ojos, sonreí al ver a Bonnie aún conmigo, ella suele levantarse temprano, ella tenía un brazo en mi cintura y su cabeza descansaba en mí pecho, su cálido cuerpo desnudó junto al mío, las sábanas nos tapaban. Mi corazón sé sintió feliz al recordar nuestra cita. Fue una cita increíble y la primera que tuve. Jamás creí qué pudiera estar en una relación estable, ni en mis sueños más locos pero ella cambió todo eso, ella despertó cosas nuevas en mí, y no me molesta, de hecho me gusta está nueva versión de mí, gracias a ella pudo salir y lo estoy disfrutando mucho. La admiré un rato, acaricié su mejilla y su cabello. Se veía tan linda así dormida. De repente me sentí algo mareada, me moví poquito para acomodarme pero sentí un pequeño dolor en mí costado y recordé la herida qué aún trataba de sanar. Inmediatamente coloqué mí manó en mí costado y sentí la sangré, llevé mí manó cercas de mí rostro y vi qué estaba completamente manchada de sangré.

Cerré los ojos y solté un pequeño gruñido de frustración. Bonnie se va a molestar mucho pensé. Si seguía así nunca se curaría. Buenos días cielo -Dijo dándome un besó. ¿Porqué tan sería? Creí qué después de lo qué hicimos anoche estarías feliz -Bromeó, solté un suspiro. Sabía qué Bonnie se enojaría mucho por no cuidar mí herida y no la culpaba. Mi herida se abrió, de nuevo -Le enseñe mi manó qué estaba cubierta de sangré. Ella se incorporó, retiró la sábana y ahí estaba de nuevo mi herida se había abierto. Por dios, Marceline. Esto no se ve bien -Dijo seriamente examinando mi herida. Ve a bañarte, yo quitaré las sabana y pondré otra limpia -Me levanté, fui al bañó, abrí él agua y lo ajuste para qué saliera agua tibia, me metí en la tina. Cinco minutos después Bonnie entró, se habían puesto una camisa grande para cubrir su desnudez, se quedó parada en él marcó de la puerta y me miraba muy seria. ¿Cuántas veces tengo qué decirte qué tienes qué cuidar tú herida?. Ya se ha abierto varías veces y eso no es bueno, puede infectarse o morir desangrada -Me regañó y sólo asentí porqué sabía qué tiene razón. Bonnie siempre tiene razón. ¿Sentiste algún dolor en tú costado ayer? -Preguntó con los brazos cruzados. Me quedé pensando un momento. Si, cuándo estábamos haciendo el amor, sentí un pequeño dolor en mí costado -Respondí suavemente. Y miré su expresión molesta. Muy molesta. Marcy estaba en serios problemas. ¡¿Qué?! ¡¿Porqué no me lo dijiste?! -Cuestiono enojada, se llevó sus manos a su cabello y gruñó molesta. Yo no quise arruinar nuestro momento -Susurré. Si, pero te das cuenta qué ahora gracias a eso tú herida se abrió -Siguió regañándome. Salí de la tina, me puse ropa cómoda, me acosté en la cama mientras Bonnie se ponía a un lado para limpiar y cerrar mi herida. Sentí cómo pasó él algodón con alcohol, me ardió un poco pero me aguanté, ella estaba muy molesta, no dijimos nada mientras ella me curaba. De repente sentí la aguja y él hilo, ella cocía mí herida, cuándo terminó le puso un vendaje. Ahora, quiero qué té acuestes y te vas a quedar ahí mínimo dos días completos -Ordenó. Obedecí porqué no quería qué se molestará más conmigo.

Me acosté y sólo la ví irse de la habitación. Bonnie está furiosa conmigo, nunca la había visto tan enojada. Suspiré y Marshall entró con mí desayunó, se sentó a mí lado. Vaya, al parecer Bonnie está molesta contigo y te puso en tú lugar -Se burlo y solté un gruñido mientras comía mi desayunó. Viejo, ella está muy molesta conmigo. Me sorprende qué ella misma no me hubiera matado con sus propias manos -Exclamé, y él se rió de mí. Bienvenida al mundo del amor -dijo entré risas. ¿Tú y Gumball no se han peleado? -Pregunté con curiosidad. Si -Respondió. ¿Porqué pelearon? -Pregunté. Bueno, una vez tuvimos una pelea muy tonta la verdad. Nos peleamos porqué estuvimos en desacuerdo y estuvimos horas discutiendo para ver quién tenía la razón, al final nos molestamos tanto qué no hablamos durante dos días completos pero al final supimos dejar nuestro orgullo y arreglamos las cosas -Explico. Tssk. No sabía qué así de complicada eran las relaciones -Comenté dándole un sorbo al té. Si, pero esas peleas, discusiones y/o desacuerdos son las qué hacen más fuerte las relaciones. Debes de saber cuándo obedecer y cuándo dejar tú orgullo. Todo por esa persona especial qué tiene tú corazón -Dijo. Solté una pequeña risa. ¿Desde cuándo te volviste tan sabio? -Bromeé revolviendo su cabello. Desde qué estoy con Gumball -Respondió con una sonrisa. A pesar de qué estaba bromeando con él, supe que su respuesta es totalmente cierta. Nos quedamos hablando un rato, después me quedé dormida y cuándo desperté Betty trajo mi comida, se quedó a mí lado y platicamos un rato.

En la noche apareció Bonnie, mis ojos brillaron por ella, pero ella ni siquiera me volteó a ver. Aún seguía molesta. Miré qué tomó sus cosas. ¿Qué haces? -Cuestioné suavemente. No voy a dormir aquí contigo, no quiero qué tú herida se habrá -Respondió cortante. Bonnie espera -Dije pero era demasiado tardé, ella ya se había ido y había cerrado la puerta de la habitación. Suspiré y me regañé mentalmente. Fui una idiota, sé que debo cuidarme más pero he estado sola por mí cuenta desde hace mucho y no estaba acostumbrada a tener qué cuidarme todo él tiempo, pero tenía qué hacerlo, tenía qué cuidarme más por mí mis seres queridos, mi familia, Bonnie pero sobretodo por mí. Me acomodé cuidadosamente en la cama, y traté de dormir sin sentir a Bonnie a mí lado.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora