I Lɪᴋᴇ Bᴏʏs

88 8 1
                                    

Marceline Abadeer:
No tardamos mucho en llegar a casa dé Simon y Betty. Al abrir la puerta, todos los presentes nos miraban sorprendidos. No esperábamos verlas aquí tan pronto -Bromeó Simon. Los abracé. Bonnibel y Gumball también se abrazaron en forma de saludo. Bueno, los milagros existen -Bromeé. Ellos estaban comiendo así qué nos invitaron a comer con ellos. Todos nos sentamos en la mesa. En realidad estamos aquí porqué mi katana se rompió e iré con Finn y Jake para qué la reparen -Expliqué cuándo Simon me preguntó la verdadera razón del porqué habíamos vuelto tan rápido. Entiendo -Dijo él. Al menos estaríamos unos días descansando mientras reparen mí katana.

Al terminar de comer, Bonnibel y yo nos dirigimos al centro de la aldea. Entramos a un pequeño local. Sonreí al ver a aquel muchacho de cabello rubio y ojos azules y a su hermano mayor de cabello café oscuro y ojos negros. ¡Finn! ¡Jake! -Dije emocionada de verlos, ellos voltearon a verme y rápidamente vinieron hacía mí abrazándome. ¡Marceline! -Dijeron al mismo tiempo emocionados. Al separarnos del abrazó, mire a Bonnibel. Finn, Jake. Ella es Bonnibel -Los presente. Se dieron un apretón de manos. Y finalmente expliqué él motivo de mí visita, les entregué mi katana rota. ¿Cuánto tardarás en repararla? -Le pregunté a Jake, quién miraba analizando mi katana. En dos o tres días -Respondió. Dirigí mi mirada hacía algunas partes del local, la mitad de esté había varías cosas robóticas y la otra mitad espadas. ¡Hola! -Una voz robótica nos saludo. Era pequeña, cuadrado y de color azul verdoso. Hola. ¿Cómo te llamas? -Pregunté, Bonnibel estaba detrás de mí viéndolo sorprendida. BMO. ¿Y ustedes? -Preguntó. Yo soy Marceline, y ella es Bonnibel -Nos presente. Veo qué ya conocieron a BMO -Comento Finn. Si. ¿Tú lo creaste? -Preguntó Bonnibel. Así es. A Jake y a mí nos encanta los robots, y él y yo competimos entre nosotros para ver quién crea el mejor robot -Se acercó a nosotras. Ese día cree a BMO -Le acarició su cabeza. Y Jake creó a Neptor -Apuntó hacía un lado. Un robot también pequeño con un brazo y era de color gris. ¡Hola, yo soy Neptor! -Se presentó emocionado. Vaya chicos, ustedes mejoraron mucho -Comenté. Es impresionante las cosas qué hacen estos chicos. ¿Cómo está tú brazo? ¿No te ha dado molestias? -Preguntó Jake. Mí brazo está excelente, funciona bien -Respondí, y ellos asintieron con una sonrisa. Nos quedamos charlando un rato más y después volvimos a casa.

Bonnibel Bubblegum:
En cuánto llegamos a casa de los Petrikov, Gumball me dijo qué me tenía qué contar algo y me llevó a su habitación, cerro la puerta y nos sentamos en su cama. Me gusta Marshall -Me confesó con los ojos casi llorosos. Eso es algo bueno, no tienes porqué llorar Gumball -Lo abracé tratando de tranquilizarlo. Es qué...Es qué lo arruine todo con él -Sollozó. Dejé qué llorara en mí hombro por un rato, cuándo estuvo más tranquilo me contó lo qué pasó, me platicó de los besos qué se dieron, y de cómo lo trató mal porqué tenía miedo. Entré en pánico y no supe qué más hacer...¡Soy una horrible persona y ahora qué me doy cuenta sé que arruine todo con él! -Se llevó una almohada a su rostro. Tranquiló. Hace poco nos encontramos con él y hablaba muy bien de ti, no creó qué lo hayas arruinado todo. Tal vez tengas una oportunidad -Comente haciendo qué Gumball dejará de lamentarse, me miró con sus ojos llenos de esperanza. ¿De verdad lo crees? -Preguntó inseguro. Estoy muy segura, además cómo tú hermana mayor te ayudaré -Le expliqué. Él me abrazó y me agradeció. Tengo un plan en menté, le expliqué todo a Gumball y le gustó mucho la idea. Estuvimos parte de la noche hablando, poniéndonos al corriente de las cosas qué hemos hecho.

Al día siguiente después de desayunar, arrastré a Marceline a mí habitación para pedirle su ayuda. ¡Por favor! ¡Ayúdame a contactar a Marshall para qué venga aquí y hable con Gumball! -Le suplique. Al principio se negó pero le expliqué todo y ahora me encontraba suplicándole para qué me ayudará. Está bien -Finalmente cedió. Gracias -La abracé. Marceline le escribió una carta a Marshall, con la ayuda de un pájaro se la envió para qué fuera más rápido, ahora teníamos qué esperar. Un rato después Marshall envío su respuesta diciendo qué estaría aquí lo más pronto posible. Preparamos a Gumball, y fuimos al lugar de reunión para esperar (qué era a varios metros de la casa).

Marshall Lee Petrikov:
Me apresuré en llegar, era un poco raro qué Marceline me haya enviado una carta para vernos. Creí qué estaba en problemas, llegué en dónde me dijo qué nos veríamos pero no estaba ahí. ¿Marceline? -La llame pero no respondió. Ella no va a venir -Una voz muy conocida sonó detrás de mí, me di la vuelta y él estaba ahí, se veía tan precioso, me miraba un poco avergonzado. ¿Qué carajos sucede aquí? -Pregunté un poco molestó. Primero quiero disculparme contigo por la forma en la qué te traté últimamente. No merecerías nada de eso...Yo sólo tenía...miedo -Se disculpó. ¿Miedo de qué? -Pregunté, él se quedó en silencio por algunos segundos. De lo qué estoy sintiendo por ti. Me asusté pero cuándo te fuiste, me arrepentí mucho. Me la pasó muy bien contigo Marshall, me gusta estar contigo y me gusta lo qué me haces sentir -Confesó sonrojado. ¿Te gustó? -Pregunté sólo para estar seguro. Mucho -Contestó mirándome a los ojos. ¿T-tú...sientes lo mismo por mí? -Preguntó con una cara de miedo por la respuesta. Me acerqué a él y tomé su rostro, sin darle tiempo a procesar nada, lo besé. Traté de transmitir todos mis sentimientos con ese besó. Si Gumball, siento lo mismo qué tú. Me gustas mucho, y te quiero -Confesé. Él me sonrió y volvió a besarme. Te quiero mucho Marsh -Dijo. Confesamos nuestros sentimientos y era hora de hacer esto oficial. ¿Gumball te gustaría ser mí novio? -Pregunté un poco sonrojado, mi pecho latía muy fuerte esperando su respuesta. Él me besó una vez más. ¡Si! ¡Claro qué si quiero ser tú novio! -Respondió con una sonrisa. Nos besamos por cuarta vez pero está vez de una manera más lenta y tierna. Junte nuestras frentes, él atardecer nos daba directamente en la cara y nos abrazamos, se sentía muy bien estar así con él. Sabía qué habíamos hecho lo correcto al confesarnos nuestros sentimientos, ahora sentía qué lo tengo todo y eso me hace muy feliz.

Bonnibel Bubblegum:
Marceline y yo estábamos escondidas en unos arbustos, escuchamos y vimos toda la confección de nuestros hermanos. Era un momento mágico, ellos ahora cómo novios mientras sus frentes estaban juntas, la posición del atardecer daba un ambiente muy romántico sobré ellos.

¡El amor siempre triunfa!.

Qué romántico -Susurré suspirando. Lo bueno es qué está tortura acabó -Susurro bromeando. Le di un golpeé en él hombro. Auch, para ser tan bajita pegas muy fuerte -Susurró sobando su brazo. Deberías estar orgullosa, juntamos a dos personas enamoradas. Somos como...cupido -Susurré regañándola pero ella rió en voz baja y reí junto con ella. Sé que en él fondo está muy feliz por ellos aunque traté de disimularlo fingiendo qué el amor es una "perdida de tiempo" pero se que no piensa eso realmente.

Ambas nos miramos, me perdí en sus ojos y la veía inclinarse...¿Va a besarme?. Esperó qué si. Oh...Aquí están -Gumball y Marshall nos encontraron. Por puro reflejo empujé a Marceline, ella obviamente cayó sentada en él suelo y me levanté rápidamente. ¡Oye! ¿Porqué me empujas? -Gruñó Marceline pero no conteste su pregunta. ¿Qué están haciendo? -Pregunto Marshall. Nada. No estamos haciendo nada -Conteste nerviosamente. Bueno...¡Marsh y yo somos novios! -Gumball nos dió la noticia qué ya sabíamos. Ambas los felicitamos y ellos se fueron felices a compartir la noticia con Betty y Simon.

Marceline se levantó y también se fue en dirección a la casa en cuánto nos quedamos solas, no dijo ninguna palabra. Oye...No te enojes. Lo siento -Dije pero ella no dijo nada. La seguí caminando detrás de ella. Acelere mis pasos y la abracé por detrás de su espalda haciendo qué se detuviera. Lo siento -Me disculpe. Está bien Bonnie, no soy molesta -Dijo pero alcancé a ver qué tenía él ceño fruncido. Te va a salir arrugas de tanto qué frunces él ceño -La abracé más fuerte impidiendo qué se moviera. Ella trató de moverse pero no lo permití. Suéltame o...ya verás -Dijo entré risas. Negué con la cabeza mientras sonreía. Bien. Tú lo quisiste -Dijo. No. Espera. No, Marcy No -Dije entré risas pero ella me ignoró, me cargó en su espalda y comenzó a caminar cargándome. ¡Bájame! -Le pedí. No. Ahora calla y disfruta él viaje -Dijo con una sonrisa. Dió un par de vueltas conmigo en su espalda, nos reímos cómo niñas pequeñas. Puse mi mentón en su hombro y sonreí, se sentía bien, sentía muchas mariposas en mí estómago, me gusta la manera en la que Marceline me hace sentir. Ella me llevó hasta la casa en su espalda.

Nunca me había divertido tanto cómo hoy.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora