Bᴜsǫᴜᴇᴅᴀ

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-Cinco meses después-
En las afueras de una aldea, un escondite secreto...

Aquel ser sobrenatural tenía una sonrisa en su rostro. Miles de años y al fin conseguiría lo qué tanto trabajó le costó. Tanto trabajó al fin daba frutos. Le tomó mil años en desarrollar los poderes qué tenía, ahora al fin había logrado que sus súbditos demonios desarrollarán más fuerza para acabar con la humanidad de una vez por todas. Mi señor -Uno de sus súbditos más leales lo llamó arrodillándose en señal de respeto y superioridad. ¿Todo va de acuerdo a lo planeado? -Preguntó con los brazos cruzados mirando a su súbdito arrodillado. Si amo. Esos imbeciles cazadores estarán pronto aquí -Respondió. Y su sonrisa se hizo más grande. Tenía un plan, él plan de acabar con los cazadores de una vez por todas, ellos eran los únicos qué habían impedido una y otra vez frustrar sus planes. Se acercó a una ventana y observó afuera. Muy pronto seré él amo y señor de todo él mundo enteró. Los débiles e inútiles humanos desaparecerán para siempre. Construiré un imperio, un mundo sólo dé demonios, en dónde YO sea él único rey de los demonios. ¡Todos me obedecerán sólo a mí! -Comentó. Su súbdito que aún seguía arrodillado escuchó todo su discurso. ¡Así será mi señor! -Respondió fielmente. Sólo tenía qué ser paciente. Pronto tendría la última batalla con los cazadores.

¡Él fin se acercaba!.

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Marshall Lee Petrikov:
Corrían fuertes rumores del líder demonio o cómo todos lo llamaban ahora El gran demonio, planeaba algo grande. Algo qué acabaría con la humanidad entera. Últimamente los demonios se han vuelto cada vez más fuertes y hemos perdido a muchos cazadores. Han sido meses duros pero aún tratamos de averiguar dónde se esconde y qué planea exactamente. En las afueras de está aldea se encuentra una especié de cueva, ahí suceden muchas cosas raras -El aldeano apuntó hacía enfrenté, en dónde estaba esa dichosa cueva. Le dimos las gracias al aldeano, compramos unas cosas y luego Gummy y yo nos dirigimos a la cueva. Tal vez encontremos algo interesante. O algo qué hemos estado buscando desde hace mucho. O tal vez estemos cayendo en una trampa.

Nos escondimos detrás de unos arbustos, enfrenté de nosotras estaba esa cueva. Dos demonios vigilaban la entrada. Y eso era muy sospechoso. Cómo si cuidarán a quién estuviera dentro. Él gran demonio seguramente. Le escribí una carta a Simon, avisándole la ubicación de la cueva y qué le informara a los demás cazadores y mientras ellos llegarán nosotros entraríamos. Envié la carta con una ave. Nos dirigimos sigilosamente y Gummy y yo matamos a los guardias fácilmente, ya que estaban distraídos. Entramos en la cueva lentamente, no sabíamos qué podíamos encontrarnos...

Marceline Abadeer:
Algunos aldeanos nos informó qué sucedían cosas extrañas en una cueva, además de qué varios demonios cuidan la cueva. Supe qué había algo grande ahí. Te amo -Susurró Bonnie dándome un besó. Desde qué me dijo qué te amaba, ella me lo dice cada rato y yo no he podido decírselo, sólo estoy esperando el mejor momento. Bonnibel y yo nos dirigimos dónde estaba la cueva, al llegar notamos qué los guardias estaban muertos, alguien ya había llegado seguramente. Entramos cuidadosamente. La cueva se sentía llena de malas energías. Debemos tener cuidado Bon -Susurré, ella asintió rodeando su manó a mí antebrazo. Llegamos a una parte de la cueva qué se dividía en dos, no sabía cuál caminó era él correcto, Bonnie soltó mí antebrazo y caminó un poco hacía uno de los caminos, observó alrededor y justo cuándo iba a regresar a mí lado pero de repente cayeron unos barrotes impidiendo qué ella o yo cruzáramos. Saqué mi Katana para cortar los barrotes. Hazte a un lado Bonnie -Le pedí, ella me obedeció. Estiré mi manó hacía atrás y rápidamente traté de cortar los barrotes pero no le hice ni siquiera un rasguño. No podía cortarlos. Suspiré pesadamente, estaba preocupada, no sabía qué había en esta gran cueva pero seguramente no era nada bueno. Tenía qué encontrar una manera de pasar, no quería qué le pasará algo a Bonnie, moriría si algo le pasará.

¿Qué hacemos ahora? -Preguntó preocupada. Después dé varios minutos pensándolo, llegué a la misma conclusión, quisiéramos o no teníamos qué seguir nuestros caminos por separado. Escucha mi amor, tendremos qué seguir nuestros caminos por separado, pero buscaré la manera de pasar al otro lado ¿Okey? -Le entregué mí katana. No podía defenderla pero al menos ella lo haría. ¡No! Tú necesitas tú katana contigo -Trató de devolvérmela pero se lo impedí. Se defenderme sin usar mí katana. Recuerda qué tuve un duró entrenamiento, por eso prefiero que tú te defiendas con mí katana -Acaricié su mejilla y ella asintió con una mirada asustada y triste. Ten mucho cuidado Marcy -Pidió. También tú cuídate mucho Bonnie, te buscaré lo prometo -Dije. Le di un besó en su frente, tratamos de abrazarnos aunque fue incómodo. Finalmente le di un besó. Un besó qué duró al menos algunos minutos. Con él dolor de mi corazón la ví marcharse y yo también hice lo mismo, tenía qué apresurarme para encontrar una manera de pasar al otro caminó y encontrar a Bonnie en esté extraña y gran cueva.

Mientras caminaba me di cuenta qué esté caminó era muy largó. De repente miré dos extrañas sombras, en esté túnel no había mucha luz, me acerqué un poco más y de repente una de las sombras corrió hacía mí, instinto salió y pensé qué se trataba de un demonio. Justó cuándo iba a darme un golpeé lo esquivé, traté de darle un puñetazo pero lo esquivó, la otra sombra se subió encima de mí espalda y la otra sombra qué estaba enfrenté de mí me dió un puñetazo en la cara. Había una pequeña luz de inmediato reconocí al qué estaba enfrente de mí. ¡Gumball! -Dije su nombré. Caminé un poco hacía la luz, él me miró sorprendido. ¡Marceline! -Gritó emocionado. Di un vistazo hacía atrás y miré la qué estaba encima de mí era nada más y nada menos qué Betty. ¡Nos asustaste! ¡Pensamos qué eras un demonio y no podíamos ver bien porque no hay mucha luz aquí! -Me regañó y solté una risa. También me asustaron -Ella se bajó de mí espalda. Por cierto ¿Dónde están Marshall y Simon? -Pregunté al no verlo alrededor. Tuvimos qué separarnos. ¿Y Bonnibel? -Preguntó Gumball. También tuvimos qué separarnos -Respondí. Es muy extraño -Comento Betty. Asentimos y continuamos caminando, varios minutos después salimos del túnel finalmente. Llegamos al centro de la cueva, había otros dos túneles, había una especié de pozo pero en ella había lava, y encima de esté había un puente de madera.

Bᴇᴀᴜᴛʏ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴅɴᴇss [Bᴜʙʙʟɪɴᴇ] (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora