DETENIENDO EL TIEMPO

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CAPITULO 5


Pasaron dos días y una barricada de papeles seguramente la esperaba en la morada debido a que se escapó por la situación en la que su familia terminó involucrada. Sabían quiénes eran los jóvenes que secuestraron a su primo e intentaron "desaparecerlo", siendo esa la palabra más suave que encontró para describir que querían su muerte.
La pregunta rondó a todos fue el: ¿Porqué? 

Y ella la sabía, sin querer estuvo involucrada, hace unas semanas, una joven llamada Andrea decidió romper el compromiso con un joven llamado Alberto, por ser una persona extremadamente celosa y posesiva, ella le mintió diciéndole que se había enamorado de alguien más, aunque por desgracia no era mentira. Ella se enamoró de Camilo porque este le ayudó con el en un arranque de ira cuando la quiso golpear, Camilo se interpuso ayudándola, a cambio de eso Andrea quiso alejarse del joven sin resultados buenos y le pidió de favor ayuda para terminar ese compromiso, alejarlo de su vida, esta demás decir que no pudo negarse, más bien ella, no está en su deber de rechazar, debe ayudar a las personas siempre. Por supuesto que lo hizo, pero el muchacho no entendió el mensaje. Quiso vengarse de Camilo cuando él no tenía nada que ver en aquella decisión, claro que ella no tuvo tiempo de presentarse de forma personal, por ello es que le envío una carta en su nombre, aclarando los hechos y su rompimiento de aquel compromiso.

Por suerte todo terminó, no de la mejor forma, pero si de alguna manera bien. Las personas que buscaban a Camilo ese día del incidente, se dedicaron a buscar a este joven Alberto y dos de sus amigos, Roberto y Fabián, se enfrentarían al pueblo por las acciones cometidas, ella tendrá que estar presente por ciertas cosas y más porque ella tiene un compromiso con el pueblo.

Estaba en su cama todavía, era demasiado temprano para ir a su morada y muy tarde para volver a dormir. Definitivamente sentía que el día de hoy, va a ser más que largo.

—¡Buen día casita! ¿Cómo estas? —preguntó sonriente, su hogar le respondió con suaves movimientos en la cama haciéndola reír en el proceso —¡Me alegra mucho! —decidió que ya era hora de despertarse e irse a trabajar.

Se cambió, su hermosa falda larga azul con flores de colores y la combinación de su camisa blanca con hermosos diseños de colores que ella misma hizo hace unos años atrás fue cambiada por otros diseños más simples, ella creía que eran demasiado infantiles. Su falda era de un azul más profundo, los bordados de cada uno de sus familiares estaban ordenados en el final de su falda, bordeándola, colocó mariposas azules arriba de los diseños principales de su familia. Su camisa blanca sin mangas y sus largos volados que cubrían todo su pecho, si diseño solo tenía una mariposa simple dorada en un lado lateral izquierdo. Solo se peinó un poco, con una trenza simple al costado que la cerró con una cinta azul.
Bajó como siempre saludando al retrato de su abuelo, y solo que no bajaba resbalando por las escaleras como lo hacía cuando tenía 15, solo caminaba fijándose si llevaba todas las cosas en su bolso de mano.

—¡Buen día mami! —ingresó a la cocina a ayudar un poco a su madre con el desayuno, siempre lo hacía.

—Buenos días mi amor —le respondió su madre con una sonrisa y un beso en sonoro en la frente de la menor se escuchó —¿Cómo esta la niña mas valiente?

—¡Mami! —avergonzada. Sabía que su madre estaba orgullosa de ella, lo malo es que la terminó preocupando a ella y a su padre, la lluvia siempre le hace mal, la fiebre que toma es demasiada en palabras de su madre, estuvo toda aquella noche con fiebre alta, al día siguiente estaba completamente recuperada, pero aún así su madre no le permitió trabajar. Tuvo que pedirle a Gabriela que le trajera algunos papeles para trabajar sin que si madre se diera cuenta, ya no quería preocuparla.

Milagro de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora