FUERA DE CONTROL

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Capítulo 51





El día pasó tan rápido como jamás hubiera querido. Sus manos temblaban, más intentaba ocultarlo por su familia. Isabela ya se encontraba muy mal, su madre no dejaba de llorar, su padre estaba nervioso, intentando ocultarlo de forma ineficaz. Su abuela y tío intentaban detenerlo a toda costa, no había gritos, solo susurros y discusiones con voces tranquilas.

Eso era su culpa, no querían asustarla y que ella volviera a tener problemas. Trataba de no preocuparlos y hacer las cosas para no llamar la atención de nadie, no deseaba molestar a ninguna persona del pueblo. Quería a su familia feliz y tranquila. Ella se sentó en su cama con frustración, todos estaban tratando de no hacer escándalos por su bien.

Y eso nuevamente era su culpa, tuvo una pequeña crisis, no gritó, no quiso encerrarse tampoco, solo se ausentó unos segundos, unas horas prácticamente, siendo suficiente para que toda casita se pusiera de patas arriba, ella no sabe en qué momento cayó ahí, en ese lugar de donde su mente ya viajó una vez, y donde ahora volvió una segunda.

Solo sabe que se despertó con su hermana Luisa rogándole que regresara, tuvo miedo, aunque se esmeró en no demostrarlo, su mamá estaba con sus ojos rojos y aterrorizados, se calmó cuando la vio de "nuevo" siendo ella. Su padre respiró y lloró, en ese momento, vio a su hermana mayor de espaldas ella estaba perdida, lloraba en silencio y miraba a la nada negando con su cabeza, su abuela acariciaba la cabella larga y oscura de esta limpiando sus mejillas.

Miró a su hermana Luisa, sus manos y cuerpo temblaban de felicidad por ella, más por Isabela solo intentaba no llorar.

—¿Qué tiene Isabela? —preguntó y eso hizo que ambos mayores se asustaran y la llevaran a su cuarto con prisa, y sin respuestas.

Eso la hizo sentir peor que una egoísta.

¿Cómo podía ser así? ¿Cómo podía preocupar a toda la familia de esa forma? ¿Cuántas veces hizo esto?

No tenía permitido salir, su mamá se llegaba a su cuarto cada hora buscando si tenía algún problema o cambio en su actitud.

—¿Cómo te encuentras amor? —dijo su madre abriendo la puerta de su cuarto.

—Estoy bien mami... —respondió bajando su cabeza llena de vergüenza

—Te traje la cena, hice arroz atollado, ¡Justo como a ti te gusta! —expresó feliz acercándole la charola a su cama. La menor veía con cuidado el rostro y gestos de su madre, estaban tan entristecidos y rojos.

Eso era su culpa.

Su pecho se oprimió con dolor al ver que otra vez estaba haciendo exactamente todo igual.

No sabe que sucedió para volver a la misma manera, no sabe que pudo haberle causado, ni como ahora puede remediar el miedo en su mamá, su papá, y hermanas. Sus miedos por ellas los podía notar incluso sin sus gafas y eso que ella era un poco ciegas sin estas.

—Mami no te hubieras molestado, habría bajado si me lo hubieras pedido —dijo formando una gran sonrisa —¡Es más! ¡Quiero comer con la familia abajo-

—No —sentenció su madre llevándola de nuevo a sentarse en la cama —P-puedes comer aquí, ¡solo por hoy! —sus labios temblaron —Quiero que descanses y te quedes aquí por hoy...

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⏰ Última actualización: Aug 24 ⏰

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