BAILE IMPROVISADO

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Capítulo 27





—¿Estas lista? — preguntó por décima vez Isabela.

—Por supuesto —confirmó en la puerta de entrada Mirabel. Estaba sumamente nerviosa, pero también estaba completamente segura de hacer esto. Después de casi dos meses, ella volvería a las calles de encanto. Pasaron muchas cosas, entre ellas, sus pesadillas disminuyeron. Hizo varios intentos antes de poder dar este gran paso, hace tres semanas quiso salir por primera vez al pueblo con su familia, más nada salió como todos lo esperaban. Un ataque de terror la hizo retroceder, su madre estuvo llena de preocupación, sin contar que sus sueños horribles no la dejaron dormir por 5 días, el miedo de pegar un ojo por la noche terminó haciendo desvelar a todos.

Como lamenta haberlo hecho.

Es por eso que hoy, pero no quiere rendirse.

Sus ojos expresaron fuerza que ahora su hermana mayor, Isabela veía. Esa no era la misma mirada de hace unas semanas, esta era una llena de más valor y seguridad.

La mayor parecía más nerviosa que ella misma, la entendía, mas es diferente en este momento. Necesitaba hacer esto por su bien. Cerró sus ojos y tomó aire profundo una última vez y lo exhaló largamente. Sus manos presionaron con fuerza su bolso tejido. Abrió sus ojos mirando a su hermana, ella estaba determinada a seguir. La mayor entendió y abrió la puerta principal, la luz cálida de la mañana los cegó a todos.

Su familia estaba detrás de ellas, en caso de que Mirabel se arrepintiera, nada cambiaría. Dio un paso hacia adelante y fue el suficiente para continuar con los siguientes, estaba muy feliz.

La gente del pueblo ya la esperaba, esperaban volver a ver a la menor que volvía locos a los niños con sus ocurrencias. Claro que esto llamó mucho la atención a toda la gente del pueblo, preguntaron mucho por ella, sin embargo ninguno decía nada que fuera lo suficiente para convencerlos. Nadie sabía que había pasado con ella, les dijeron que había pescado una enfermedad, que no podía ser curada con magia, así que optaron mantenerla en casita segura, esto era muy poco creíble, que Julieta no pudiera curar una magia sin su don lo ponía en alerta a todos, un poco de histeria colectiva quiso levantarse, más Alma como la matriarca tuvo que hacer acallar tales rumores diciendo que era un resfriado seguido de estrés.

Con ello algunos se convencieron y otros prefirieron creer que así era, pero entre sus murmullos, sabían que aquella familia ocultaba algo más. Un secreto que solo ellos sabían.

Lo que había sucedido entre los dos nietos Madrigal, la joven Andrea y aquellos 3 chicos, era un secreto que solo los que participaron podían saber la verdad, más que nada por privacidad a todas las familias y tranquilidad de los jóvenes afectados.

La gente la saludaba y le sonreía. La felicitaban por haberse recuperado de aquella enfermedad. Los niños como siempre la comenzaron a rodear y pedirle que cantara, no supo que decir o hacer, pero su hermana se adelantó diciendo que tuvo un resfrió muy grave y que no podría cantar por un buen tiempo. Agradeció mucho tal gesto de ella.

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