CAPITULO 6
Dolores estaba en su cita con Mariano y vaya que lo estaba disfrutando como nunca, el le regaló unos hermosos aretes de oro con forma de instrumento musical, ella adora la música, pero por su audición ultra sensible, debido a su don, le costaba demasiado acercarse a escuchar cuando alguien cantaba o tocaba un par de melodías. Llevaba más de un año saliendo con Mariano, era extremadamente dulce y tierno sin hablar de lo romántico que podía llegar a ser, el día que el le pidió ser su novia, el lo hizo con ayuda de todos, no escuchó nada de sus planes porque fue un secreto que se escribió en un papel. Le preparó una fiesta solo con la música más suave guiada por su hermano, una hermosas flores que su prima Isabela creó. Mirabel y Antonio la llevaron por todo el pueblo engañada hasta que la guiaron a él, no negará que fue el días más hermoso que su vida tuvo.
—¿Dolores...? —llamó Mariano
—Dime.. —respondió con una sonrisa.
—¿Te ha gustado tu presente? —preguntó nervioso.
—No... —el abrió sus ojos asustados —Me han encantado.... muchísimas gracias —agradeció besandole en los labios dulcemente —Son demasiados hermosos... —sostenía su mirada en una pequeña cajita color rojo de sus manos.
Él estaba feliz de que a ella le gustaran sus regalos.
Estaba muy nervioso, desde hace al menos 3 meses intentaba pedirle matrimonio, pero siempre sucedía algo, una desgracia en el pueblo, una desgracia familiar o las de siempre, una cobardía suya de último momento. Ahora se lo iba a pedir de nuevo, pero no encontró el anillo, lo había olvidado en su casa, sin remedio, como emergencia tuvo que comprar unos aretes para ella. Esa no era la sorpresa que el le estaba preparando para su novia, tuvo que improvisar de último momento, solo que ahora debía hacer algo. Le había contratado una pequeña orquesta para sorprenderla y allí pedirle su mano de forma romántica, pero se había olvidado el anillo y sin anillo no hay compromiso. Por lo que tuvo que pedirle a las primas de su novia, Luisa e Isabela, que anularan todo.
—¿Cómo que cancelaras todo? —habló en un susurró enojada.
—¡SH! —intentó silenciarla, pero ella no lo tomó bien.
—¡A mi no me chites! —enojada, sus cejas puestas de forma diagonal.
—He-hermana tal vez haya una explicación —agregó Luisa intentando calmarla. Estaban en medio del pueblo y agradecían el bullicio de la gente para más o menos despistar a Dolores.
—Bien... —miró a su hermana y ante el silencio de él y su poca paciencia, se enojó más —¡Dilo! —apresuró en un grito. Con señas logró indicar que no lo traía en ese momento, Isabela se golpeó el rostro con una palma —Ahh... —soltó un suspiro de enojo.
Mariano hace unos años atrás, no hubiera creído esta personalidad de Isabela, la de una persona orgullosa, con una paciencia de hormiga y muy liberal, a ella no le gustan las órdenes y mirando a Luisa tampoco lo creería, de hecho ella es mucho mas tratable de lo que es su hermana mayor. Es una persona tranquila, amable y muy emocional.
¿Qué cambio no?
Su relación con Isabela fue primeramente por solo un gusto por su belleza y las cosas hermosas que hacia con su don, pero luego de que ella fuera literalmente honesta con el, entendió. El no obligaría a nadie a estar con él, no era ese su tipo de personalidad. Conoció a la verdadera Isabela y bueno, no le gustó, pues no sentía conexión alguna con ella y el sentimiento era recíproco por su lado, las pocas citas que tenían, no hablaban casi nada, ella nunca le preguntó sobre el, ni siquiera lo miraba, siempre era el quien sacaba a duras penas las conversaciones.
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Milagro de Amor
FanfictionEl amor siempre ha tenido la libertad de no tener en cuenta ningún estándar, raza, religión, sexo o cualquier otra cosa similar. Siempre tomará las decisiones por ti y eso es lo que les pasó a ellos. No le importó, se confabuló con el destino para j...