SOL DE ESPERANZA

78 5 3
                                    


Hola buenas gente lectora, estoy haciendo muchos edits de los capítulos para que tengan mas coherencia en ellos y unos grandes cambios para los capítulos siguientes. el final ya esta planeado, pero para ello falta mucho, espero que disfruten de la lectura. les deseo un hermoso día bendecido <3



CAPITULO 19



—¿Cómo esta el agua hermanita? —preguntó su hermana aún sabiendo que no tendría respuesta, la guió hasta la bañera tomando de sus manos suavemente, buscó la temperatura perfecta, no sabía como le gustaba a Mirabel, pero aun así se las ingenió en llenar un cuarto de agua fría y el resto caliente, llenó de pétalos de rosas el agua para que estuviera perfumada. —Ven Mirabel ... —la llamó de forma cariñosa —Levanta un pie y mételo dentro del agua, lo mismo harás con el otro y luego te sentarás —la chica de anteojos hizo toda lo que le había pedido la mayor. Comenzó a fregarle sus brazos suavemente con una esponja suave.

—¿Cómo está? ¿Te gusta el agua? —no obtuvo respuesta —¿Sabes...? a Papá hoy no le ha picado ninguna abeja —le habló tranquila soltando una risa al final —Pero la suerte no le duró mucho, pues las hormigas le picaron porque se había parado sobre un hormiguero para quitar las tela de arañas en el fondo

No tuvo respuesta del lado de la menor, solo atinó a suspirar en una sonrisa derrotada y comenzó a mojar su cabello. Isabela no la vió pero Mirabel había desplazado suavemente sus labios pero no dijo nada. La mayor enjuagó su cabello largo enrulado —Me gusta mucho como te queda el cabello largo, solo tienes que cuidarlo mucho —dijo con unas lagrimas en su rostro.

—Mamá hará tu comida favorita, ¡arroz atollado! dice que lo hará con el mejor sabor del mundo, yo no dudaría de nada de eso! —ante el silencio de su hermana, ella continuó con el baño.



......

Camilo sacó de su bolsillo una arepa y en ese instante su herida comenzó a curarse haciendo que el dolor desapareciera casi al instante. Miró su mano completamente sana y decidió ir al pueblo. No iba a ir con su mano llena de sangre, eso espantaría a mas de uno, ya tenían demasiadas preocupaciones, no quería ser una más. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó como Patricia volvía a acercarse.

—¡Hola Cami-

—¿Qué necesitas? —se adelantó sin detenerse en su caminar haciendo que su ceño se frunciera de golpe. Esa chica lo ponía de los nervios, cada que ella se quería acercar a el o hablarle tan solo le causaba una gran ansiedad y rechazo que no podía controlar.

—Yo... quería hablar contigo... —dijo ella jugando con sus palabras.

—No tengo tiempo —contestó secamente, realmente no estaba de humor para esto.

—¡Soy tu prometida no puedes negarte así!

—¿Qué..? —el frunció su ceño y se detuvo abruptamente. Ella se puso feliz de inmediato.

—No puedes negarte ante tu prometida Camilo —dijo cruzando sus brazos irritada.

¿Prometida? ¿Desde cuando tenía el una prometida? 

La miró sin creérselo. 

—¿De qué estás hablando? —preguntó con sorpresa. 

—¿A que te refieres? —cuestionó ella con un rostro feliz. 

Milagro de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora