CAPITULO 23
El sol había atravesado la ventana, si hay sol, hay nuevo día. Se sentía un poco débil, pero....
¡Nada que unas arepas de su madre no salvaran el día...!
Estaba tan dormida que no se fijó a los costados de ella, se levantó y casi cayó al suelo. Tenía tanta sed, cerca de su buró siempre dejaba una jarra con agua y un vaso pequeño en caso de que en mitad de la noche le de sed y por flojera, para que ella no se tenga que bajar hasta la cocina. Buscó en su armario sus ropas y se las colocó como siempre lo hacía. Su falda azul bordadas con los emblemas de cada uno de sus familiares, su camisa blanca decorada con una mariposas doradas y una trenza al costado con una cinta azul. No quiso mirarse al espejo, porque ya sabía como se veía, además mirarse demasiado tiempo en el espejo le quitaba tiempo cuando podía usarlo para hacer otras cosas más importantes.
¡Súper bien!
¡VAYA QUE SE SENTÍA CANSADA!
Se colocó sus anteojos sacándolos del buró sin mirar atrás. Se sentía débil nuevamente, le estaba costando mantenerse de pie, necesitaba urgente esa arepa de su mamá. Bajaría primero por el desayuno y luego despertaría a todos. Cuando su mano llego al pomo esta se abrió.
—P-puedo pas-
Realmente nunca espero verlo allí, aun así le sonrió.
......Había decidido que esa mañana se levantaría temprano y haría el desayuno para su familia, necesitan ser positivos, y aunque a el le costara lo será, para que al menos puedan ir levantándose poco a poco. El también debía esforzarse más. Ya hizo demasiado daño y no quería hacerlo más, sabía como hacer el desayuno, no era un inútil en la cocina como su prima Isabela que de alguna manera terminaba en color negro sin llegar a la estufa, eso era algo extremadamente impresionante.
Su hermana Dolores, en ese caso, solo quemaba las cosas, no al punto como su prima mayor, pero si los hacía incomibles Su tía le enseñó un poco a cocinar en ocasiones cuando le iba a robar comida cuando tenía hambre, fue un muy buen aprendizaje ahora que lo piensa. Cocinó como pudo el desayuno para que sus tíos quienes a pesar de ser el cuarto día, ellos no almorzaban bien al estar muy pendientes de ella cuidándola. Preparó una bandeja completa para llevárselos. Subió las escaleras, fijándose si estas no estaban rajadas, de lo contrario se iría cuesta abajo con el desayuno y tendría que volverlo a hacer. Pero no vió nada extraño o fuera de lugar, se fijó en casita y estaba todo bien. las gritas se habían esfumado.
—Bueno una cosa menos de la cual preocupar —murmuró girando sobre sus talones y al segundo observó bien. Reaccionó solo dos segundos para darse cuenta de lo que veía. Casita no tenía grietas por ningún lado.
¿Estaba soñando?
Eso hizo que abriera sus ojos con asombró y el enmudeció. Subió en silencio a la habitación de su prima, no tocó así que supondría de que se encontraban dormidos. Abrió la puerta en modo sonámbulo, sin creer lo que vio.
—Pu-puedo pasa- —no terminó de decir, cuando la vio allí parada como si nada. Un silencio pesado se formó en la habitación, hace tiempo que el no pisaba ese lugar y ahora que lo hacía, su miedo de equivocarse lo mantenía a gran distancia. Se adentró a la habitación a paso lento sin quitarle la mirada, dejando el desayuno sobre la cama. Mirabel veía con ciertos nervios a sus primo, tanto que apretó con fuerza su falda.
¿Qué debía hacer?
No podía quedarse mirándola todo el tiempo. Tomó el poco valor que le quedaba y tan solo hizo un mínimo paso intentando acercarse, más ella jadeó y retrocedió dos. Eso lo detuvo en su intentar, comprendió lo asustada que estaba con él. Su humor de estar contento de verla, decayó a uno lleno de culpabilidad y rabia contra si mismo, quería largarse porque claramente ella no quería verlo allí, estaba muy asustada. Podía verlo, solo se quedó en el mismo lugar desde el comienzo, ni siquiera lo miraba, cualquier lugar del cuarto era mejor que mirarlo a el.
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Milagro de Amor
FanfictionEl amor siempre ha tenido la libertad de no tener en cuenta ningún estándar, raza, religión, sexo o cualquier otra cosa similar. Siempre tomará las decisiones por ti y eso es lo que les pasó a ellos. No le importó, se confabuló con el destino para j...