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02/04/2015

Pov. Narrador

Jinah volvía de pasar de buscar a su hermana menor en su escuela. Ambas riendo, tomadas de la mano, contándose lo que hicieron en el día.

La mayor se puso feliz al saber que había conseguido una amiguita con quien pasar los recreos, al ser nueva tenía un poco de temor el que su estadia no fuera una buena experiencia, pero resultó ser todo lo contrario.

- Jung Jinah - detuvieron su andar al escuchar el nombre de la mayor. La mencionada giro su rostro y se encontró con el dueño del edificio.

- Ve con la tía, yo iré en seguida - le pide a la pequeña, la misma sin objetar le sonrió y asintió para luego caminar entre saltitos, acción que la hizo sonreír por ser tan tierna.

Ni bien la perdió de vista se giró hacia el señor que la esperaba en el mismo sitio desde que la llamó.

En el camino fue quitándose la gorra y el barbijo. No iba a hablar con él toda cubierta, sería una falta de respeto.

- Buenas tardes señor Lim -se inclinó.

- Buenas tardes Jinah - la saludó entre suspiros. - necesito hablar con tu tía, ¿podrías decirle que baje?

- ¿Hay algún problema? - se alarmó pensando que serían desalojadas.

- ¿Sabes sobre la renta? -la chica le asiente- entonces sabes que me debe.

- Es solo un mes atrasado, está intentando juntar todo -justificó el porqué no pagó su tía a pesar de no saber la razón verdadera.

- No es solo un mes niña - suspirando busca en su libreta donde anota todos los pagos de todos los que viven en su edificio - me deben 5 meses

- ¿Qué? Eso es imposible -contradijo, no creía que ella sea capaz de ocultarle algo como esto. Mucho menos que eran tantos meses.

- Aqui lo puedes ver -le acercó el pesado cuaderno.

Y tal como lo dijo ella pudo ver que los últimos 5 meses no habia pago alguno registrado de parte de ellas.

- No se preocupe señor, prometo que le pagaremos lo que le debemos y que trabajaré muy duro para hacerlo - le devolvió el objeto, dando reverencias de disculpas.

- No tienes que trabajar niña, solo - deja palmadas en su cabeza, sentía compasión por la joven.- no hagan que esos 5 meses se conviertan en muchos más - le sonrió y volvió a su puesto en la recepción.

Se quedó un buen rato parada en medio del lugar. Entando en modo pensativa. En si sería lógico enojarse con su tía o si intentaba hablarlo y entender sus razones.

- ¿Jinah? - gira la cabeza a su izquierda donde Doyoung estaba parado con bolsas en sus dos manos.

- Doyoungssi -su expresión de sorpresa no pasó desapercibida por el nombrado.- ¿Qué haces por aquí?- intentó sonar lo menos grotesca con su pregunta.

- Noche de video juegos y comida - dice alzando sus manos mostrándole lo que traia encima.

Lo miró un rato confundida hasta que se acordó que Taeyong vivía en el mismo edificio, por lo tanto él iba con su amigo.

- Oh, entiendo

- ¿Está todo bien? - sus ojos se desviaron por donde el señor se fue, dandole a entender a que se referia.

- Si, sólo es el alquiler. Nada de que preocuparse - intento mentirle pero ella no sabía que lo había escuchado todo

- ¿Quieres hablar?

- Yo no - dijo que no pero su mirada decía otra cosa. Eso entendía Doyoung.

- Ven, vamos - le señala la salida.

[ ✧✦✧ ]

Al salir solo apoyaron sus espaldas en la pared, no pensaban ir más lejos.

- ¿Tienes una hermana menor? -inicia la conversación con un poco de dudas, tal vez y no quiera decirle acerca de eso.

- Sí, asi es - en cambio ella le responde feliz.

- ¿Están teniendo problemas..? - murmuró con lentitud.

- ¿Lo escuchaste? - le afirmó con un asentimiento de cabeza- Al parecer mi tía no mencionó que estábamos mal económicamente -bufó moviendo su pierna- además mi padre dejó de enviar dinero cuando su novia se enteró que enviaba mas de lo que debia - chasquea su lengua, haciendo un sonido burlesco de su parte. - como si tuviera derecho a opinar, ni siquiera están casados para que se queje de los gastos.

- parece ser una mujer cruel

En ese instante se dío cuenta que se dejó llevar y habló de más.

- Lo siento, no debería de contarte mis problemas - se incorporó, separándose de la pared.

- No, no es una molestia. - le restó importancia.

- Nos vemos luego dodo, es hora de entrar

- Nos vemos jiji - ambos se sonrieron al llamarse por sus apodos.

Con rapidez subió las escaleras hasta llegar a su piso.

Entró al departamento, primero se fijó si su hermana estaba cerca y luego se dirigió a la cocina donde su tía preparaba el almuerzo del día siguiente.

- ¿Todo bien cariño? -cuestionó al escucharla llegar.

- El dueño quiere hablar contigo, dijo que no pagamos desde hace 5 meses -el cuerpo de la mayor se tensó al oirla mencionarlo. Ella esperaba que dijera algo, que le contará que estaba sucediendo en cambio no escuchó nada de su parte.- Puedo trabajar en alguna cafetería o mercado. - propuso colocándose a su lado.

- No. - niega decidida - no vas a trabajar. No quiero que corras el peligro de encontrarte con él. Conseguiré otro trabajo y verás que podremos salir adelante.

- Pero

- Nada Jinah. Nada. -lo tomó como su última palabra ya que la dejó sola en la cocina.

Cerro sus ojos con fuerza. Odiaba cuando su tía se ponia en modo super protectora, entendía que la estaba protegiendo a ambas pero no podían vivir siempre de lo que su padre les mandaba y mucho menos ahora que todo estaba complicado con su querida mujer nueva. Tampoco quería que su tía trabajara el triple para traer el dinero al hogar.

Buscaría trabajos de medio tiempo aunque eso le traiga más peleas. Necesitaba hacerlo. Pagar la universidad, la escuela de su hermana y el alquiler que cada mes aumentaba más, ahora más por lo que deben.

The Girl With That Hoodie ━━ Lee TaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora