Al día siguiente las amigas quedaron verse en la casa de la más baja para hacer sus maratones de películas. Esto era parte de su amistad ya que desde que se conocen prometieron cada sábado en la noche reunirse, ya sea en ma casa o en el departamento. Era una forma de terminar su semana de clases y que estas no sean tan agotadoras.
Jinah se colocó la mochila en sus hombros cuando tuvo todo listo para llevar. Observó su habitación por si olvidaba algo, al no ver nada apagó las luces y cerró la puerta.
Caminó hasta llegar a la cocina donde se encontraba su tía preparando la cena. Se detuvo a su lado buscando algunos dulces en la estantería, los guardaba allí ya que estos no se humedecerian ni nada. Además era un buen escondite para la menor de las tres ya que si los encontrase se acabaría todos.— ¿Y como van con su coreografía tú y ese chico? —la mujer a su lado preguntó mientras le bajaba el fuego a la hornalla.
— ¿Uh?
— Minji me dijo que ambos eran pareja de baile.
— Uhm, vamos bien. —hasta hace un día iban más que bien, sin embargo el día lunes era lo que más temía que llegase la joven. No tenía una mínima idea de como mirarlo a los ojos desde lo sucedido.
— ¿El día de la presentación es solo para los estudiantes? —cuestiona con mucho interés. Lo que mas desea es ver bailar a su sobrina. Si tan solo pudiera explicar con palabras lo que siente al verla emocionada, pareciera como si fuera ayer cuando le dijo a su madre y a ella que el baile era su sueño; ambas no dudaron en apoyarla cuando dijo esos y de ayudarla a investigar todo para que estudiase.
— No lo sé —y era verdad. Nadie le comentó si era un evento exclusivo de la universidad o de si sus familiares podían ir a presenciar.
— Averígualo y dime. Me gustaría verte —deja en beso en su frente — Ten cuidado al salir ¿si?
— Lo tendré. —le asegura saliendo de la cocina.
— ¿Myeong? —a nada de salir de su vista le pregunta.
— Se quedó dormida mientras jugaba—la tia asintió riendo.— Vuelvo mañana
— De acuerdo, salúdame a Minjiah
La joven sonriendo asiente con su cabeza y dirigirse hacia la entrada del departamento donde se colocó sus zapatillas y el barbijo. Algo que tuvo que hacerla rutina en su vida.
[ ✧✦✧ ]
Toca el timbre de la casa de su amiga. Era una noche fresca, se cruzó de brazo dándose calor con sus manos.Tuvo que esperar unos minutos, ella le dijo que prepararía su habitación mientras la esperaba. Era mejor que bajase las escaleras con calma a que se caiga por correr.
— Pasa —se abrió paso para dejarla entrar. Le acerca otros zapatos más cómodos que solo ella usa.— mis padres se fueron a cenar cerca de aquí. De seguro y llegan tarde —mencionó emocionada. Tendrían unas largas horas para disfrutar de su noche hasta que los dueños de casa lleguen.
— ¿Cómo te encuentras? —balbucea siguiendo sus pasos. Suponía que iban a la cocina por lo salado.
— Uhm, ya sabes. El idiota sigue exigiéndome que no debí terminar con él. —la joven rueda los ojos teniendo la oportunidad de que no la veía al estar caminando enfrente de ella—pero ayer en la salida lo vi con otra chica. — al igual que ayer aprieta sus puños.
– Espero que pronto deje de molestarte.— anhelaba. Lo que mostró ser en el pasillo no era ni el 5% que conocían.
— Ya se cansará. —esa fue señal para dejar de lado lo ocurrido de ayer, no tenían porque arruinar su noche con ese tema.
Con sus manos repletas de dulces y bebidas subieron las escaleras, casi se convertía en una misión imposible al no poder ver bien dónde pisaban, sin embargo al tener memorizado los escalones y subirlos miles de veces pasó a ser una misión completa.
— Déjemos esto en la cama mientras voy por la mesita —propone Minji tirando todo menos las bebidas que llevaba encima. Jinah copia lo que su amiga hace solo que ella colocó las cosas con delicadeza al tener unos paquetes abiertos, si se ensuciaba la cama estarían horas limpiándola antes de siquiera poder dormir.
— Minjiah —la mesita de la que hablaba la chica no estaba lejos por lo que ko era impedimento de que la escuchara — ¿crees que soy fria?
—¿En que sentido?— aparece detrás de la puerta que las separa de la habitación.
— En mi comportamiento con las personas —era algo que la molestaba desde anoche, pensando que tal vez y por eso él se fue corriendo de la sala de prácticas. ¿Habia sido tan fria desde que lo conoció?
— Solo un poquito. —asiento bajando la mirada hacia mis dedos— ¿Por? —apareció con lo que fue a buscar apoyándola a los pies de la cama.
— No, por nada. —mueve la cabeza para que le quite importancia.
— Le diré a tu tía —protestó como si fueran niñas y su amiga le hubiera robado su muñeca favorita.
— ¡Oye! ¡Deja de ser tan cómplice con ella!— se levantó de su cama para ir por ella al verla salir corriendo de la puerta, antes de que pudiera cruzarla la empujó hasta la cama donde cayó como si de un costal de papas fuera. Para la suerte de ellas no aplastaron ninguna comida.
Sí, a veces se comportaban como dos niñas. Solo cuando estaban solas, o bueno la mayoría de las veces.
— ¡No!— se negó tratando de pararse más no podía porque la contraria la sostenía de su brazo— ¿Qué te sucede?
— ¿Qué? —espetó soltandola de a poco.
— A diferencia de otras noches hoy te ves muy pensativa —se acerca a su rostro— como si estuvieras en otro mundo —aclaró segura de lo que decía — ¿Pasó algo con Taeyong? —se dio cuenta que acertó al ver como desviaba su rostro. — Puedes decirme todo lo que quieras Jinnie —inquirió apoyando la mano en su hombro.
— Él me besó. —confesó en voz baja. No recibió respuesta alguna, se quedaron en silencio por una eternidad. Se preguntaba si fue demasiado bajo para ella al no tener reacción alguna de su parte, segundos después deseaba que no la haya escuchado.
De la nada, y sorprendiéndola, Minji tira la almohada más cercana a ella al suelo con todas sus fuerzas como si se hubiera ganado la loteria o algo parecido, se levanta de la cama soltando un chillido, de esos que tanto odiaba su amiga. De verdad estaba loca, pensaba Jinah mirándola sin entender que le sucedía.
— ¿Y qué pasó después? —se sentó arodillada en la cama frente a ella quién se dejó caer de espaldas.
— Él se disculpó y se fue —dijo sin más rodeos.
— ¿De verdad? —preguntó a modo de queja y con un leve asentimiento le respondió su amiga — ¿No dijo nada?
— Iba a hacerlo —estaba por ser interrumpida— pero no lo hizo.
— Y él te gusta—inconscientemente sonrió, algo que la chica notó y que no iba a dejar pasar por desapercibido — sii, te gusta~ —alardea con suma felicidad.
— Claro que no—vuelve a su seriedad sin esfuerzo diciendo aquello con una mueca.
— Ya me preguntaba cuando pasaría algo entre ustedes dos —esa confesión por parte de su amiga la dejó boquiabierta.
— ¿De qué hablas? —demandó. Se apoya en sus codos con curiosidad.
— Ay por favor Jinnie, es obvio que se gustan. —ironizó sonriendo.
— Que no~ —insiste en negarlo.— además sabes que lo mejor es no involucrar a nadie en mi vida —comenzaba a enfadarse y era algo que se notaba por como repiraba profundamente.
— Bien, como digas —le muestra sus manos en defensa al escuchar lo último.— mejor pongamos las películas —se levanta de la cama para ir por el control de la televisión.
Si le hubieran dicho que su amiga la haría pensar más en Taeyong seguramente no se presentaría a su casa. Tenía bastante con pensar que seria de ellos el Lunes.
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The Girl With That Hoodie ━━ Lee Taeyong
Fanfiction〈 FINALIZADA 〉 「 𝐑𝐄𝐃 𝐇𝐎𝐎𝐃𝐈𝐄🌹 」᎒ Él nunca hubiera pensado que aquella chica de sudadera roja iba a quedarse en sus pensamientos por mucho tiempo. Mucho menos que se la iba a cruzar varias veces. ¿Cómo podria olvidarse de ella? ¿Cuántas vece...