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17/07/2015

Yuri, la tía de las hermanas Jung, les dijo a sus sobrinas antes de irse a trabajar que al volver la esperen en la mesa del comedor. Ellas no podían no esperarla con muchas ansias de saber que tenía para decirles. Aunque la mayor de ellas, Jinah, se dio cuenta de lo nerviosa que Yuri se encontraba antes de comunicarles eso e irse del departamento.

Ambas se encontraban en sus vacaciones de verano, por lo que en este día no tenían con que distraerse hasta que su tía volviera. Aún si encontraran algo por hacer, las mil preguntas del que dirá no se les dejaba disfrutar del soleado día de un viernes.

¿Qué crees que nos dirá? — la menor pregunta mientras la observa lavar los platos que usaron en el almuerzo tardío que tuvieron.

Siéndote sincera pequeña, no lo sé. —se seca las manos con una toalla y se gira para mirarla.

Y era verdad, no lo sabía. Yuri por primera vez desde que viven las tres juntas no le ha contado absolutamente nada. Solo deseaba que fueran buenas noticias.

Cuando escucharon el sonido de la puerta ser abierta no dudaron un segundo en salir prácticamente corriendo hacia ella.

No era necesario que me recibieran de esa manera. — se quita los zapatos en la entrada mientras les dirige una sonrisa.

No podemos evitar la intriga...

La mujer adulta se dirigió hasta su habitación para poder cambiarse de ropa. En todo esos minutos las hermanas no podían sentirse mucho más nerviosa y ansiosas. Cuando volvió a aparecer en el radar de las jóvenes tuvo que dar una respiración profunda, sabía que lo que estaba por decirles no le iba a sentar para nada bien.

Es complicado lo que les tengo que decir, así que trataré de ser lo más directa posible...—toma asiento junto a ellas en el comedor.— Mi hermano mayor se encuentra en un grave estado de salud, su familia no puede cuidarlo porque cada uno de ellos están ocupados en sus trabajos. —la mayor de las Jung solo atinó a fruncir su ceño, de esto nada iba a salir bien pensaba.– Entonces, me han pedido que yo me encargue de él mientras ellos pagaran todos sus gastos.

Las hermanas se miraron mucho más confundidas de lo que ya se encontraban. Sabían que estaban pensando en lo mismo, pero a la vez no lo querían creer.

Por eso vamos a tener que mudarnos a otra ciudad. —sin más que alargar y tratar de evitar esa palabra, la dijo.— Sus familiares más cercanos, no se cómo, se enteraron que debemos unas cuotas del alquiler y dijeron que ellos nos ayudarían a pagarlo con tal de que nosotras le ayudemos a ellos con mi hermano... —se pasa la mano por su frente a la vez que cierra sus ojos. Se permite tomar aire antes de seguir hablando, todo esto no le hacía bien.— Lo siento, pero si no llegamos a pagarle al dueño es muy probable de que nos termine echando del edificio y ¿a dónde vamos a irnos? — suspira al terminar de decir todo lo que tenía que decir.— ¿pueden entenderme?

El hogar reinó de un tenso silencio, uno que carcomía a Yuri por dentro. Esperaba que ni bien escuchasen la palabra "mudarnos" estarían gritando y pidiendo que sea una broma. Pero solo podía ver como ellas se mantenían en silencio, tal vez un tanto abrumadas. Y no tenía derecho a juzgarlas porque ella tuvo la misma reacción cuando su familiar la llamó para informarle que su hermano no podía quedarse solo.

En los pensamientos de Jinah solo podía pasar una única palabra <injusto>. Era injusto que le hayan pedido ayuda a su tía cuando fueron las misma personas que no querían saber nada de las hermanas ni con la madre de ellas. ¿Por qué deberían ayudarlos a ellos ahora?
Pero también intentaba ponerse en el sitio de Yuri, para ella también le habrá hecho sentir furiosa. Debía de ponerse en su lugar y entenderla, porque ella toda decisión que tomaba era para el bien de las tres, pero más para el de Myeong.

The Girl With That Hoodie ━━ Lee TaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora