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Jinah espera a que su amado apareciera cerca del centro de la ciudad justo en la esquina de la calle, donde ella esta ubicada. El joven pidió que lo espere ahí mismo.

Jinnie ❤ > recibido 15:28 p.m.
No le digas a Tae que me voy mañana. Por favor.

Minji 💗 > recibido 15:32 p.m.
Jinnie aunque sea tu mejor amiga debo decirte que esa no es una buena idea.

¿Esto es lo correcto? No podía evitar en tener esa pregunta rondando las veinte cuatro horas, pero solo sabía una cosa.
A veces uno debe aprender cuándo dejar ir a esa persona por mas que la ame demasiado. Porque ellos también merecen ser felices sin importar con quien lo haga o donde estará.

Y Jinah estaba segura que Taeyong merecía a alguien mejor.

Sus pensamientos se ven interrumpidos cuando la bocina de un auto la asusta tanto que casi le hace arrojar su celular. Llevó la mano libre hacia el pecho, su corazón latía con fuerza y rapidez. Hubiera maldecido si no se encontrara en pleno centro y con miles de personas caminando cerca de ella.

Hola.

Taeyong la saluda luego de bajar el vidrio de la ventanilla del acompañante con una enorme sonrisa. Como si hace unos segundos no la hubiera asustado.

¿Qué es esto? ─puede que haya sido una pregunta tonta, pero él no tenía un auto propio. O ninguno que ella sepa.

Le pedí prestado el auto a Doyoung. ─él apoya el brazo en el respaldo del asiento a la vez que se dedica a mirar dentro del vehículo.

¿Y te lo prestó? ─sonó un tanto impresionada ya que, las veces que recuerda el salir los cuatro juntos en la ciudad, Doyoung

Con ayuda de Minji, si. ─forma un corazón con sus manos. Sin la ayuda de la chica, su gran amigo aún seguiría persiguiéndolo por toda la casa cuando le quitó las llaves del auto. Tuvo un plan una vez llegó a la residencia del menor, pero para su mala suerte este lo descubrió. Si no fuera por Minji que trataba de detenerlo mientras le decía que no irían muy lejos, no estaría sonriendo como alguien que ganó la batalla.

Pobre dodo... ─se lamenta, teniendo en mente el como logró convencerlo. ─ ¿Sabes conducir, tienes licencia?

Oye~ ¿Por qué me interrogas así? ─cambió su postura, cruzándose de brazos.

Solo me estoy asegurando de que no vayamos presos, Cariño. ─en el segundo en que su sonrisa hizo presencia, él supo que solo era una broma.

No nos sucederá nada, te lo puedo prometer.

¿Y si le pedimos a Doyoung que nos lleve? ─atina a abrir la puerta del vehículo, pero cuando habla se detiene.

Ay cariño, ya entra al auto~



[ ✧✦✧ ]  



El camino hacia el lugar que él eligió con tanta esfuerzo y que no tenía la mínima intención de decirle a ella donde se dirigen parecía ser un lugar lejos, y se complica por el tráfico de la ciudad. Sin embargo no es algo que a ella le moleste, porque sin importar en que transporte esté siempre su atención se enfoca en el exterior, ver a las personas tan felices u otras que no lo estaban,  sentir que el sol de alguna manera la seguía. Era lo que más le gustaba desde pequeña.

Mientras tanto Taeyong en cada semáforo en rojo e incluso cuando los demás vehículos lo hacían detener se disponía a verla de reojo, como observaba todo como si fuera su primer día en la tierra. 

Tan pronto como llegaron a su destino el más alto se apresuró en apagar el motor del auto, quitarse el cinturón y bajarse de este, antes de que su amada lo haga para él mismo poder ayudarla, abriendo la puerta y estirando la mano hacia ella. Solo les faltaba caminar unos metros para que ella entendiera donde la había llevado.

¿Una montaña? ─mira a su pareja al ver lo que tiene delante de sus ojos, rodeados de lo verde─ ¿Tenemos que subir todo eso? ─señala hacia la gran montaña que ni quiere saber cuantos metros de altura tiene.

The Girl With That Hoodie ━━ Lee TaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora