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Llegaron a la entrada del parque, ya visitado una vez. Solo que en esta oportunidad el mayor tenía pensado recorrer cada juego y esquina del lugar.

¿Otra vez aquí? —con extrañeza para el chico, Jinah se lo preguntó con calma.

No pudimos disfrutarlo del todo —le recuerda sin segunda intenciones pero ella no puede evitar formar una mueca en su rostro, avergonzada de todo lo que sucedió.— así que hoy vamos a recorrer cada rincón del parque —termina de proponer con una leve sonrisa.

Bien — como una niña de seis años sus ojitos comenzaron a brillar con intensidad, aseguraba que mucho más que aquel día.

No perdieron tiempo en comprar las entradas para poder disfrutar de su noche. Algunas parejas de ancianitos los miraban con ternura, como si pudieran recordar sus días de adolescentes reflejados en ellos. Claro que ninguno se percataba de todas las miradas que recibían al estar centrados en busca de su primer juego de la tarde.

Taeyong le comentó, más bien se lo dijo con cierto orgullo, que era muy bueno en juego del rifle. El juego donde si tiras las máximas figuras te llevas el premio mayor, o algún peluche, dependiendo del puntaje conseguido. Por lo que era su primera parada por petición suya, este no se encontraba demasiado lejos de la entrada por lo que ella no se opuso en nada.

15 puntos y se lleva el premio mayor, que es el el gigantesco peluche— la mujer del juego señala un oso de color marrón que tiene un moño rojo en su cuellito. — No es por tiempo, así que no se apresure joven 

Puedes elegir lo que te guste, voy a ganarlo —se precipitó a decirle mientras recibía el rifle. Aprovechando que no la miraba se permitió rodar los ojos con diversión, ya se podía imaginar al karma hacer presencia en él.

Se prepara tanto física como mentalmente, suena cada minúscula parte de su cuerpo y se estira antes de apoyarse de rodillas en el pasto dejando sus brazos en la barra. Jinah recibe una no tan disimulada mirada de la mujer, no hace más que alzar sus hombros obteniendo una risa de la misma.
Finalmente el mayor se decide en empezar a tirar las fichas asombrando a cada individuo que pasaba por alrededor y a la misma chica quien lo acompañaba al ver como logró tirar 5 en un pestañeo. Lo escucha rezongar por lo bajo cuando algunos tiros le fallan.

Estuvo cerca — se lamenta la señora teniendo nuevamente en su posesión el rifle.

¡¿Sólo 11?! —su grito se pudo escuchar hasta la entrada del parque, de eso estaba segura la chica. — Una vez más

Aunque lo hagas de nuevo no creo que lo consigas.. —bromea al verlo tan desorientado con su puntaje.

Señorita, ¿Quiere intentarlo?—la mujer le propone.

 De acuerdo. —saca un poco de dinero y se lo entrega — no prometo nada

Lee quedó con la boca abierta al verla tirar las figuras en no menos de dos minutos.
Si antes unos se asombraban por Taeyong ahora Jinah los dejó a todos impresionados por la prefecta puntería que demostró.

¡Felicidades! —aún sorprendida le pasa el peludo y tierno osito. Ella lo recibe con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, sin borrarla se gira hacia Taeyong.

¿Cómo es que...? — mira las fichas tiradas y luego a ella.

Sigamos con el recorrido — sin ser consiente de sus acciones lo toma de la mano para sacarlo de allí.

Creo que necesito algo dulce —dice finalmente, luego de estar callado por unos minutos desde que emprendieron la caminata.

Mira, ahí venden batidos —le señala un pequeño puesto de bebidas. — tal vez tengan de yogurt.

The Girl With That Hoodie ━━ Lee TaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora