Ese día, Teddy no era buena compañía.
Y todos lo sabían, era mayo, más específicamente, el día en que se recordaba la lucha contra Voldemort. El fin de la Segunda Guerra Mágica. El día donde se recordaba la Batalla de Hogwarts con tristeza y orgullo.
—Teddy— el moreno se dejó ver por el pasadizo, con el Mapa del Merodeador en una mano y una botella de agua en otra.
—Aquí.
Subió los escalones que lo guiaban al techo de la casa de los gritos, eran de madera y los había instalado Teddy, debido a que su parte favorita de la casa de los gritos era la vista hacia el castillo.
—¿No vas a ir al banquete?
—Mh, no... gracias.
Teddy aceptó la botella de agua y la dejó a su lado intacta. El peliazul estaba sentado abrazando sus piernas a su pecho, el moreno se sentó junto al chico e imitó su posición, mirando como el sol empezaba a esconderse y daba paso al anochecer.
—¿No piensas que es estúpido?— susurró el peliazul, su labio sobresaliendo en un leve puchero.—No los recuerdo, pero no puedo evitar pensar que... si la batalla no hubiese pasado, ellos estarían conmigo.
Soltó un sollozo y cubrió su boca, respirando fuertemente tratando de mantener la compostura.
—Incluso ellos no son mis padres biológicos, me adoptaron, pero fueron los primeros en hacerlo ¿entiendes? Los primeros en- en quererme como parte de su familia, ¿no soy una carga para mis papás ahora? Tal vez no querían hijos en ese entonces, pero me tuvieron que acoger y... y talvez no me querían.
—Pero pasó, Teddy, la batalla ocurrió y muchas vidas se salvaron, también se perdieron muchas personas— James lo rodeó con un brazo, pegándolo a su costado y Teddy apoyó su cabeza en su hombro.—Puedes estar seguro de que tus padres no se arrepienten de lo que hicieron, te aman y estarán siempre contigo. Y te aseguro que no estarás solo en esta vida mientras me tengas a mí, a tus papás y a Scorp, te amamos al igual que tus padres.
Teddy cerró sus ojos nublados por las lágrimas, sus manos se aferraron a la túnica de James y se negó a sollozar.
—¿Crees que... pueda ser digno?
—¿Digno? ¿para qué?
—Para... para merecer ser hijo adoptivo de Harry Potter y Draco Malfoy— murmuró con voz quebrada, expresando por primera vez su continua tortura mental.
—Teddy, mírame.
El chico negó con la cabeza, escondiendo su rostro en su cuello y abrazándolo con fuerza.
—Teddy~ Teeeddy.
Pinchó con sus dedos los costados del abdomen de Teddy haciéndole cosquillas, haciéndolo reír y que por instinto se apartara. Allí, el moreno aprovechó para acunar su rostro y acercarlo.
—Edward Lupin Black.
James le miró a los ojos, sus ojos azules confortando al de ojos grises, limpiando sus lágrimas en sus mejillas. Teddy trató de desviar la mirada avergonzado, pero el moreno se mantuvo firme en su mirada.
—Teddy, tú mereces mucho más. No lo digo por lástima, has pasado por tanto y aún así te preocupas por todos los demás. Eres mi mejor amigo, el único que ha estado para mí todo el tiempo y nunca me has lastimado, te quiero mucho. Y dejaré que llores lo que sea necesario, puedes estar seguro de que estaré contigo.
El peliazul apretó los hombros de James y bajó la mirada, soltando una pequeña risa, casi imperceptible, y negando con la cabeza.
—No puedo creer lo afortunado que soy de tenerte en mi vida... aunque sea como mi mejor amigo — le respondió Teddy, y James sintió un par de mejillas resbalar entre sus dedos.
El moreno mordió su labio y movió sus dedos por el rostro ajeno, Teddy lo miró algo confundido. Recorrió sus mejillas y luego acarició su nuca, jugando con el cabello azul.
Y rompió la distancia entre ellos con un beso.
Una presión de labios, James estaba nervioso, tembloroso y Teddy sorprendido, su respiración se había cortado y con los ojos cristalizados, no supo cómo reaccionar. Sin embargo, ambos sentían el cosquilleo cálido y agradable en su estómago por ese contacto, que parecía ser lo único que necesitaban para aligerar el peso en su corazón.
Teddy alzó su mano y sostuvo la mejilla del moreno, ladeando el rostro y dándole movimiento al beso, disfrutando el tacto frío de los suaves labios de James, quién los separó, jadeando cuando el peliazul se acercó aún más y lo tomó del cuello.
Ambos chicos se sostenían uno del otro, labios acariciándose, humedeciéndose, chupando con cuidado y mordiendo con curiosidad, necesitando más de ese contacto.
Se separaron a duras penas, apoyando sus frentes juntas y rozando narices, sintiendo la respiración agitada y caliente del otro sobre sus labios.
—Por favor... no me digas que me besaste para consolarme o algo así.
James sonrió y tiró de un mechón de cabello del peliazul.
—Teddy...
—James, me gustas. Me gustas muchísimo— susurró mirándolo a los ojos y dándole un casto beso.—No me rechaces, por favor, te lo imploro.
—Ted-
—Mejor recházame, no te sientas presionado por mí. Tan solo, no me ignores.
—Edward— James lo obligó a mirarlo, regalándole otro beso en sus labios.—También me gustas.
—¿De verdad? ¿te gusto como... amigo?
—Me gustas como para besarte y abrazarte todos los días. Cómo para dedicarte tiempo, magia y pensamientos solo a ti.
Teddy contra todo pronóstico, se sonrojó fuertemente y cubrió su rostro con sus manos.
—¿Desde hace cuánto?
—Hace unos seis meses, creo... ¿y tú?
—Cuatro o cinco meses— respondió James.
Sus manos se buscaron como imanes, enlazando sus dedos y mirando hacia las estrellas. Y probablemente, sus padres estuviesen ahí, brillando fuertemente por su felicidad.
🐷
Maratón 4/5
ahora sí se viene lo bonito, besable, aparruchable y azucarado, kssjajs, ¿les está gustando la historia?
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-ˏˋ Tiempo ˎˊ-
RomanceEl tiempo es 𝗼𝗿𝗼. El tiempo es invaluable. El tiempo lo cura todo. El tiempo no espera a nadie. El tiempo es lo que todos quieren y lo que todos desperdician. Teddy siente que su tiempo no es 𝘀𝘂𝗳𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲. Porque el tiempo es eso y mu...