Aritmancia

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Los días pasaban y cada día se sentía más y más enfermo. Nada físico, ni mental, parecía más su corazón y se odiaba por eso.

Quería dejar de fruncir el ceño cada vez que veía a James con Victorie, inclusive había tomado el hábito de frotar su entrecejo con tal de relajarlo.

No podía sentirse así por su mejor amigo, era tóxico. Simplemente se tragaba todas las respuestas sarcásticas que tenía en la punta de su lengua listas para salir cada vez que nombraban a Victorie.

Ella no había hecho nada malo, siempre lo había tratado amigable y sonriente al igual que su madre, así que no había razón lógica para que él la atacara. Y aún así siempre estaba a la defensiva con ella, se odiaba por eso.

—Teddy, ¿cuáles eran las razones por las cual ocurrió la guerra de gigantes en el siglo XIX?

El peliazul levantó la mirada y frunció el ceño confundido.

—¿Debería saberlo?

—¡Claro que sí! Ya pasaste por cuarto año, deberías.

—No me acuerdo, haz tu tarea.

Rose rodó los ojos y lo ignoró, miró a James, quién estaba al lado de Teddy.

—¿Tú si te acuerdas, James?

—Según recuerdo, la guerra sucedió porque los gigantes no tenían derechos en ese entonces y los aurores tuvieron que evitar que los gigantes llegaran a revelarse también al mundo muggle, aunque no recuerdo muy bien...

Mientras el chico hablaba, Rose asentía mientras escribía rápidamente en su pergamino, hasta el punto de romperlo con la pluma.

—Gracias, muñeco. Tal vez alguien debería ser como tú.

Teddy no alzó su mirada del pergamino, pero si le dió una leve patada por debajo de la mesa de la biblioteca. Leyó el libro que tenía a su lado y revolvió su cabello.

—¿Necesitas ayuda?

—No... solo debo responder un par de preguntas y ya— murmuró el peliazul a James.

Observó el pergamino con un dolor de cabeza punzante, no entendía una mierda de Aritmancia, se daba a topes contra la mesa al dejarse llevar por las palabras maravillados de su tía Hermione y de su papá Draco, quienes decían que era una maravillosa materia.

Debió escuchar a su papá Harry.

Había escrito la mayoría, solo debía completar la última línea.

SEPTIMUS
1 + 5 + 7 + 2 + 9 + 4 + 3 + 1 = '' '32 (3 + 2 = 5) ''
TRIPOLI
2 + 9 + 9 + 7 + 6 + 3 + 9 = '' '45 ( 4 + 5 = 9) '' '

9 + 5 = 14 (1 + 4 = 5) Le nombre ________________________________________.

Podría ayudarte, pero no veo esa materia— le consoló James.

—Lo sé.

Unos pasos suaves resonaron en el suelo y sintió una presencia a su lado.

—Hola chicos, ¿qué hacen?— preguntó Victorie con su voz suave, sentándose entre Teddy y James.

—Terminando los trabajos que pidieron para mañana— respondió Rose en su lugar.

—¿Necesitas ayuda, Teddy?

—Uhm, no. Ya casi ter-

—¿Aritmancia?— la rubia sonrió mirando su pergamino.—Amo aritmancia, la tía Hermione me ha hablado mucho sobre.

Teddy estiró sus labios formando una sonrisa algo forzada.

—Sí, bueno, no es tan sencillo como parece...

—¿Te falta esta última línea? Puedo decirte.

—Victorie, no es necesario...

—Oh, vamos. Déjame ayudar.

—Podría ser más sencillo, Teddy. No seas terco— dijo James apoyándola.

—Es así, debes poner en la línea "d'expression de Septimus Tripoli est donc le 5."

El peliazul se mordió el labios y asintió levemente, la verdad si era difícil. Alzó la pluma para mojarla en el tintero.

—¿Ves? Cuando esté en cuarto año quiero cursar Aritmancia, y James me ayudará a estudiar.

—¡Oh, mierda!— gritó Rose, cuando Teddy volcó el tintero ante las palabras de la rubia.

—Joder... fregotego.

Teddy limpió la mesa con un movimiento de varita, terminó de escribir lo que le había dicho Victorie y se levantó de su lugar.

—No me siento muy bien, me voy— dijo guardando los pergaminos en su bolso.—Nos vemos luego.

—¿Quieres que vaya contigo?— se ofreció James.

—No, quiero decir, no es nada. Está bien, nos vemos luego.

—Adiós— se despidieron los tres chicos en coro.

Cuando llegó a la habitación, fue consciente de que sus manos estabas manchadas con tinta y le temblaban. ¿Qué carajos...?

—Edward Lupin— murmuró para sí mismo sentándose en la cama.—Tranquilízate, joder.

Cubrió su rostro con sus manos y soltó un suspiro tembloroso, se sentía inestable.

-ˏˋ Tiempo ˎˊ- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora