Amor

420 56 18
                                    

salto temporal

—¡Edward Lupin Black!

El estruendo de aplausos se hicieron escuchar en el Gran Comedor, donde McGonnagall anunció su nombre en el podio para entregarle su diploma, el cual tomó con manos algo sudadas y temblorosas. Teddy se subió al podio, mirando a todos los estudiantes sentados en las largas mesas.

—Estudiante destacado, quién lo imaginaría.— habló, haciendo reír a la mayoría.—Al menos díganme que mi novio también recibirá un reconocimiento, porque renunciaré si no es así.

—¡Teddy!— le reprendió James, mirándolo con ojos entrecerrados.

—Bien, bien. Vamos a ponernos serios— Teddy carraspeó.—No tengo nada planeado, a mi no me advirtieron que debería hablar, pero lo agradezco... solo quiero agradecer a todos, por ser buenos amigos, por formar buenos recuerdos conmigo. ¿Alguno de aquí ya sabe que va a estudiar?

Muchos dijeron que sí, también muchos dijeron no, eso hizo reír a Teddy.

—Sinceramente, yo aún no lo tengo muy claro, lo único que quiero decirles es que no se apresuren, no se mortifiquen, tenemos tiempo para pensar, pero no lo piensen demasiado o nos olvidaremos de lo que realmente queremos hacer— todos lo escuchaban, inclusive los padres que estaban en la graduación.—Lo más importante es el amor, la familia, el vivir la vida de verdad, el trabajo solo es un paso más para ser personas adultas. Y quienes ya tienen sus metas listas, no olviden lo que tienen alrededor.

Edward jugó con su diploma, sintiendo el tacto del pergamino en su mano y eso le creó un nudo en la garganta.

—Quiero agradecer a mi familia, tanto a mis padres como a mis tíos, incluso mi abuela, voy a hacerlos sentir orgullosos, lo prometo. Y a mí novio, por no rendirse conmigo... Scorpius, aún te quedan tiempo aquí, sácale canas verdes a la querida Minerva por mí.

Le guiñó un ojo a la directora, con ese descaro y coquetería que lo caracteriza, a lo que McGonnagall niega con la cabeza.

—Y por último, quisiera tomarme el atrevimiento de... hacer algo. ¿Podría subir mi novio aquí por un momento?

Ante el asentimiento de la directora, James se levantó de su lugar y fue recibido por una ola de aplausos que le hicieron sonreír algo tímido.

—Muchas personas probablemente no lo conocían al inicio de nuestros años aquí en Hogwarts, tal vez sea porque a Jamie no le gustan las multitudes, tampoco las personas nuevas y mucho menos hacer deportes— muchos asintieron a lo dicho por el peliazul.—Pero lo conocieron como el prefecto de Gryffindor, escuché que decían que su lugar era comprado y otras cosas, estoy orgulloso de decir que mi novio no es de ese tipo de personas, él les ha ayudado a hablar con los maestros, les ha pasado los apuntes, ha pasado tantas noches en guardia por los pasillos que incluso me daban dolores de cabeza, así que... me gustaría preguntarle frente a todos, si le gustaría casarse conmigo en un futuro.

Ante lo dicho por Teddy, todos miraron a James, en un silencio sepulcral.

—¿Qué...— susurró el moreno sin aire, incrédulo.

—James, ¿te gustaría casarte conmigo?— Teddy se arrodilló frente a James, sacando de su túnica un pequeño anillo que colgaba en una cadena de oro.—En un futuro, cuando estemos seguros, con trabajos y una casa para nosotros, ¿te gustaría? ¿quisieras comprometerte conmigo?

—Por Dios...— los ojos de James parecían a punto de salirse de sus órbitas, pero aún así, asintió frenéticamente y tomó las manos de Teddy entre las suyas.—Mierda, sí, si quiero. Ahora levántate y bésame.

El primero en romper en aplausos fue Harry, siendo seguido por Draco y por Collette, luego, simplemente el Gran Comedor se llenó de vitores y aplausos, a lo que James se colocaba el collar con ojos acuosos.

—Tengan en claro que este anillo es de los Black, así que ahora mi novio es parte del linaje Black— James le sonrió y solo pudo dejarle un beso suave antes de recibir una reprimenda.—Quien lo moleste deberá atenerse a las consecuencias.

—¡Deja lo posesivo y aprésurate!— le gritó Rose.—¡Otras personas quieren recibir su diploma y largarse!

Hermione le miró con los ojos entrecerrados, una mirada que gritaba ¡Rose Parkinson Granger! por todos lados.

—Gracias, y deseo que todos tengan una buena vida.

Teddy tomó de la mano a su comprometido, con el corazón lleno de felicidad y plenitud.

El tiempo ha pasado rápido, muy rápido, pero no iba a negar que cada maldito segundo valió la pena, porque ahora su vida no podría ser más perfecta, con sus padres, sus amigos y su novio. Ya el tiempo no era su enemigo, tampoco era su amigo, solo era tiempo.

Tiempo, segundos, horas, días, eso era el tiempo, pero para Teddy el tiempo tenía mucha más importancia, incluso podría tener nombre y apellido, solo que no se sabe, no tiene sentido ni lógica y eso es lo encantador, que el tiempo es tan impredecible que te dejaba sin opciones.

O aprovechas tu tiempo, o lo pierdes, ya Teddy había entendido. El tiempo es lo más importante para el, siempre que estuviese con quienes amaba, ahí, en ese contexto, tenía todo el sentido del mundo.

-ˏˋ Tiempo ˎˊ- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora