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—... ¡sí yo lo oí!

James frunció el ceño ante los gritos que soltaban un grupo de chicas que estaban sentadas a un par de mesas de distancia, cubriendo sus rostros inútilmente con libros.

—... ¿de verdad? Pero yo escuché que no...

—Ugh, que idiotez— susurró James para sí mismo, pero no podía irse de allí, estaba a punto de terminar su trabajo y no quería levantarse de allí hasta finalizar.

Estaba solo, ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que estuvo solo, porque Teddy tenía una práctica de quidditch, Rose pasaba más tiempo con su ahora novia, Scorpius y Albus se la pasaban recordándoles a todos que son novios oficiales, además de que Scorpius debía ahuyentar a las chicas que aún creían tener esperanzas de salir con Albus.

Así que sí, estaba solo.

Estudiando, porque en realidad le gustaba adelantar lo más que pudiera y así, tener tiempo libre para ver series y películas. Y aunque lo negara, le gustaba ayudar a Teddy con el peso de las tareas pendientes.

—... pero es hijo de Harry Potter, no puede ser...

Oh, eso sí que acaparó su atención. Podían estar hablando de Scorpius o de su novio, posiblemente rumores que ruedan como el viento, claro, él no sabía nada sobre eso porque no tenía más amigos que los de su infancia.

—... ¡eso es!

James miró al grupo de chicas y ellas en ese momento exacto giraron a verlo, luego volvieron a acercarse y continuar cuchicheando entre ellas.

—¿Qué?— habló consigo mismo, eso había sido extraño.—¿Por qué me miraron así?

Decidió tomar el lápiz que yacía en la mesa y continuar anotando el resumen en su pequeño cuaderno de notas, no le gustaba escribir directamente al pergamino y para rematar con tinta, era muy quisquilloso en ese aspecto.

—Chico... hey.

Alzó la mirada al escuchar la voz de una chica, era una de las chicas que estaba susurrando a unos metros. Incluso vino con sus amigas, algunas era de Gryffindor, otras de Slytherin, Hufflepuff y Ravenclaw, lo que tenían en común es que eran de primer o segundo año, porque no recuerda haberlas visto.

—¿Yo?

—Sí, tú, ¿eres James?— preguntó una chica de Ravenclaw.

—¿Por qué?

¿Responder preguntas con otras preguntas era su método de defensa? Sí.

—¿Podrías respondernos unas preguntas?

No puede ser... ahora debía interactuar con personas. Su debilidad. Se sentía obligado a ser amable con todos por el simple hecho de ser prefecto, lo único que le gustaba de serlo es que podía decirle al docente a quien bajarle puntos.

—Si puedo, lo haré.

—Que bien, ¿tú conoces al chico Teddy, verdad?

—El metamorfomago de Gryffindor— secunda otra chica.—Es algo popular en Hogwarts...

—Hemos escuchado que son cercanos— terminó otra chica.

Vaya, al parecer se coordinan para terminar las oraciones, como en las películas.

—Lo conozco.

Las chicas parecieron emocionarse, se miraron un segundo y luego volvieron a verlo con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Y él tiene novia?

—¿Es cierto que es gay?

—¿Su hermano también es gay?

James no supo que fue peor, las preguntas, o que las chicas esperaban interesadas una respuesta.

—Ah... yo... no se los diré.

—Oh, ¿por qué?

—¿No dijiste que lo conocías?

—¿Por qué no nos dices?

—Eso es su vida personal— se defendió James en tono conciliador, sin querer ser grosero, levantarse e irse del lugar.—Su privacidad.

—P-Pero— la chica de Hufflepuff hizo un puchero que James supuso quería ser tierno.—No tenemos malas intenciones, solo queremos saber.

—Aún así.

—¡Jamie!— la voz de Teddy hizo que las chicas voltearan la mirada.—Cariño, mi entrenamiento terminó antes, ¿quieres ir a comer algo?

Y cuando llegó a su mesa, se inclinó y le dió un beso en los labios a James, dejándolo todo sonrojado. Desde que... tuvieron más intimidad, Teddy tomaba cada oportunidad para mostrar afecto, tanto en público como en privado.

—Claro...

—¡Owww!— las chicas chillaron mientras dieron pequeños aplausos.—¡Que lindos son!

Teddy tomó la mano de James y lo jaló para levantarlo de la mesa, tomando sus notas sobre la mesa.

—Me lo llevo— les dijo Teddy.—ahora, nos vamos. Adiós.

—Adiós— se despidió James moviendo su mano, s lo que el grupo de chicas chillaron.

—¡Nos vemos!

James no sabría que, la razón por la que Teddy lo besó tan repentinamente, fue porque se sintió celoso de que muchas chicas estuviesen hablando con su pequeño y tierno novio.

-ˏˋ Tiempo ˎˊ- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora