—¿Por qué siempre reaccionas así?
Teddy dejó de curar su labio roto y le dedicó una mirada al chico detrás de él, quién le curaba un corte en su hombro.
—¿Crees que estoy exagerando?
—No digo eso, solo que... siempre terminas lastimado. No me gusta.
El peliazul se vió en el espejo que tenía en su mano, desvió la vista hacia atrás de su reflejo, viendo cómo James negaba con la cabeza y tenía el ceño fruncido preocupado.
—Odio a los acosadores— empezó a hablar, el moreno detrás de él se quedó en silencio atento.—Siempre lo he hecho, muchas veces había pensado que esas personas eran muy pocas y solo se veían en las películas, pero están en todos lados. Mi papá me ha contado sobre casos en San Mungo de violación, secuestro, asesinato, chicas violadas obligadas a dar a luz y morir en el proceso, mujeres con traumas infantiles, chicos igual, chicos con huesos rotos, miradas perdidas y sin ganas de vivir. ¿Eso es justo para una persona? ¿Eso es exageración?
—N-No estoy criticándote...
—Lo sé, Jamie. Quiero que sepas. Hay un recuerdo que jamás se me olvidará, mi papá cuando era un niño de ocho años me decía que nadie podía tocarme, incluyendo a mis papás, ellos mismos se excluyeron, y si en algún momento cualquier persona me tocaba de imprevisto o me sintiera incómodo, se lo dijera y él lo resolvería. Al principio no le tomé mucha importancia, yo tenía mucha confianza con mis papás y les contaba de todo, pero con el tiempo noté que esas personas están por el mundo y no las puedes notar a simple vista. Empezará como un roce, pasará a ser indirectas y miradas que te hacen querer cortarte las piernas para que no te siga mirando. No me ha sucedido, pero me siento tan conectado con las personas que pasan por eso. Me da náuseas pensar que le suceda a Scorpius, a Rose, a ti, a cualquiera que conozca y no pueda ayudar.
Luego de unos minutitos en un silencio cómodo, en el que James se dedicaba a terminar de curar la herida y Teddy a observar sus manos. El moreno rodeó el torso con sus brazos, dándole un cálido abrazo y apoyó su mejilla en el omóplato del chico.
Sin notarlo, un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras soltaba un suspiro y se relajaba recibiendo el abrazo.
Todo sucedió porque los meses pasaban desde que llegaron a Hogwarts, ellos continuaban con sus clases y deportes. Entonces, ese jodido día se encontró con Carrow, un alumno de su año.
Ojalá hubiese sido solo un encuentro casual de cualquier compañero de salón, pero el muy jodido hijo de su madre estaba hablando con Scorpius y Albus en unos de los pasillos. Las clases habían terminado y habían muchas personas, era muy concurrido.
Teddy se acercó a Scorpius para hablar con él como cada vez que se encontraban, aunque sea para insultarse entre ellos. Era costumbre.
Sus ojos viajaron a la mano de Carrow, que estaba dentro de la túnica desabrochada imperceptiblemente de Scorpius. El rubio apretaba sus libros contra su pecho con el miedo y el pánico poseyéndolo, habían muchas personas alrededor y no sabía cómo reaccionar, Albus no parecía notarlo. No quería llamar la atención.
Cuando Carrow se inclinó un poco para hablarles más de cerca, la mano pasó de estar a su espalda baja al borde del pantalón, colándose dentro poco a poco. Y Scorpius miró al techo tensando sus labios.
Los ojos de Teddy se volvieron rojo sangre, olvidó que tenía a James y a Rose a su lado hablando. Solo corrió.
—¡Atrévete a hacerlo conmigo!— le gritó jalándolo del cuello de la camisa y empujándolo al suelo.
—¿De qué hablas?
—No te hagas el inocente conmigo, Carrow— murmuró enojado.
—No, me refiero...— le susurró socarrón de vuelta para que solo pudiera escucharlo él.—...¿de qué hablas? ¿crees que lo haría contigo? Tu hermano es otra cosa...
Un puñetazo le rompió la nariz a Carrow, quién no se dejó humillar por Teddy. Le propinó una patada en la espalda y lo empujó, dándole un puñetazo en la mandíbula. El peliazul, siendo un jugador de quiddicth, esquivó un par de golpes y alzó su mano jalando el cabello de Carrow. Quería dejarlo calvo y sin pelotas.
—¡Teddy! ¡Detente!
James intentó sostenerlo entre sus brazos, pero Carrow alzó su varita y el instinto de Teddy fue darle la espalda, cubriendo a James con su cuerpo.
—¡Diffindo!
Teddy lo miró amenazante, sin importarle el corte sangrante.—Te voy a castrar, Carrow. Y te lo daré de comer, para que dejes de desear algo que no puedes tocar.
Scorpius lo había abrazado hecho un manojo de nervios, sabía que McGonagall iba a castigarlo de nuevo y nada podía importarle menos.
—Teddy.
—¿Mh?
—Piensa en ti mismo, no siempre debes hacer el papel de hermano mayor.
—Prefiero mantener mi papel hasta donde pueda.
¿Si no podía ser el hermano mayor y luchar contra las adversidades, entonces quién era?
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-ˏˋ Tiempo ˎˊ-
RomanceEl tiempo es 𝗼𝗿𝗼. El tiempo es invaluable. El tiempo lo cura todo. El tiempo no espera a nadie. El tiempo es lo que todos quieren y lo que todos desperdician. Teddy siente que su tiempo no es 𝘀𝘂𝗳𝗶𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲. Porque el tiempo es eso y mu...