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Jake.

Seattle.

Tenía un gran tablero delante de mí con fotos e información conectada con un grueso hilo rojo, un hilo que unía cada pista que teníamos acerca de Gerard Lambert sin embargo había una fotografía en la esquina del tablero que no estaba unida a ninguna pista, solo estaba ahí.

—...Sabemos que Lambert tenía dinero en estos almacenes...—mire la uña pintada de rojo carmín de Chelsea apuntar una fotografía de los almacenes en llamas.

—Eso ya lo sabemos, Simpson.—me cruce de brazos.

—Creo que no está de más revisar otra vez, señor.—sentí su mirada fija en mí— Tal vez hemos pasado algo por alto.

—Es la tercera vez que lo repasamos, no hay nada nuevo.—mire nuevamente la fotografía en la esquina del tablero.

—¿Qué hay de esta mujer?—señaló la fotografía que estaba mirando.

—¿Qué tiene?—mire a Chelsea.

—Aún no sabemos la razón de porque estaba en esa fiesta, puede ser una gran pista que nos lleve a atrapar a Lambert.

—Tal vez estaba trabajando al igual que nosotros.—me encogí de hombros.

—¿No es eso lo que ibas a investigar, Jake?

La mire en silencio tensando mi mandíbula.

Mi principal objetivo al acercarme a Lua era sacarle información sobre su presencia en la fiesta de Lambert o sobre su conversación con él que desató aquel pequeño enfrentamiento en el que varios de mis hombres fueron dados de baja sin embargo me había desviado con esos ojazos verdes y su sonrisa.

Mierda.

—¿Acaso me está recriminando algo, señorita Simpson?—ladeé la cabeza.

—No señor pero ella puede ser una pieza importante para la captura de Gerard Lambert.—pasó saliva con fuerza.

—No lo sabemos, hemos investigado y está limpia.—le recordé— Ni un solo delito, ni lazos con criminales, puede haber mil razones para que ella estuviera en esa fiesta.

La había investigado a penas había conseguido su apellido en el expediente del hospital, busque y busque pero no había nada que la conectará con Lambert.

—¿Por qué siento que la estás justificando?—me enfrentó.

¿Lo estaba haciendo?

—Las investigaciones hablan por si solas.—me ergui— A mí me parece que está buscando culpables dónde no los hay.

—Estoy segura de que hay algo en ella.—se cruzó de brazos— Voy a descubrirlo.

Sacudí la cabeza.

—No te obsesiones, Chelsea.—baje la mirada a ella— No me hagas sacarte del caso.

—Sabes que tengo razón, por algo aún estás saliendo con... ella.—esa pequeña pausa que hizo fue como si algo encajara en su cabeza— No puede ser, te gusta.

—Por supuesto que no.—respondí de inmediato.

—No lo puedo creer.—se sostuvo la cabeza.

Sentí cada músculo de mi cuerpo tenso.

—La estás encubriendo.—me miró con decepción.

—No estoy encubriendo a nadie.—dije entre dientes.

Hubo una larga batalla de miradas en la que nos involucramos, no deje que viera más allá de la gélida mirada que le estaba dando.

Lua me gustaba, claro que me gustaba era una mujer muy hermosa además de agradable e inteligente, había algo en su mirada que me hacía sentir la necesidad de cuidarla pero también había algo en la misma que me decía que escondía algo.

—Muy dentro de ti sabes que tengo razón.—retiro su mirada al tablero y señaló nuevamente la fotografía de Lua— Esa mujer nos llevará a Lambert.

Chelsea salió de mi oficina molesta dejándome con la mirada aún puesta en la fotógrafa de Lua anclada en el tablero, la mire, la mire y la mire como si eso me fuera a dar una respuesta a todo lo que Chelsea había dicho.

Me senté detrás de mi escritorio y encendí mi MacBook, de reojo mire como la pantalla de mi celular se encendía y solo por un segundo pensé que sería Lua pero no era así.

Llevaba días sin responder mis mensajes o llamadas y eso me hacía sentir realmente mal.

Abrí una ventana en la computadora e ingresé al sistema donde podía investigar sobre cualquier ciudadano que vivía en Seattle, ingresé en mi cuenta y seguido ingresé nuevamente el nombre de Lua.

Lua Jeferson.

Toda su información apareció en la pantalla. Edad, nacionalidad, familiares, aunque extrañamente no aparecían los nombres de sus padres ni nadie más que no fuera su hermana.

Tenía millones de dólares en su cuenta bancaria pero no había ninguna justificación para todo ese dinero.

¿Cómo podía tener tanto dinero?

Algún trabajo, alguna herencia, algo que dijera la procedencia de todo aquel dinero pero no había nada.

Pero tampoco había información que dijera que tenía lazos criminales o alguna falta que la tuviera en la mira de la policía o el gobierno.

No había mucha información de ella.

¿Cómo era posible eso?

¿Chelsea podría tener razón?

¿Lua podría estar relacionada con Lambert?

No sabía cómo conectar a Lua con el caso de Lambert y no quería hacer eso, no podía imaginar a Lua conectada como un hombre como Lambert.

Criminal. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora