Jugando Entre Realidades |Romannoger Daughter & Kate Bishop X Female Reader|

VOLVÍ AL INFIERNO

Por infierno no me refería al cuarto rojo, menos mal, sino a la escuela. Tenía que presentar varios exámenes en toda esa semana en horas que se suponía que tenía para adelantar mis trabajos de otras materias.

Había pasado una semana más sin ir a la escuela para poder dejar que le herida sanara más y poder reposar. La herida había estado sanando bastante bien, aun hacia falta un poco pero ya casi estaba como nueva.

En esa semana y media que estuve en la base Kate estaba a mi lado ayudándome o simplemente haciéndome compañía, seguía sintiéndose culpable.

Mi tía lena se había ofrecido a llevarnos a Peter y a mi a la escuela, sabía porque lo había hecho.

--Y tu y Kate como están? -- pregunto lena mientras tenía su mirada fija en el tráfico.

--Pará eso querías venir? -- le respondí.

--Que hay entre Kate y T/N? -- pregunto Peter asomando su cabeza. Podrá tener sentido arácnido pero hay muchas cosas que le pasaban por encima de la cabeza.

--Nada -- respondí sería.

--A T/N le gusta Kate -- le dijo mi tía con un tono cantado. -- y a kate le gusta T/N -- siguió.

--Deja de ser tan chismosa y mentirosa -- le reproche un poco enojada.

--Estamos como amargas el día de hoy.

--No, estoy enojada porque solo viniste a molestarme todo el camino hacia la escuela. -- la mire enojada. Ella solo se rio de mi -- Después no te quejes de que no te cuento nada.

--Oh vamos -- me dio un empujón y casi choca, me reí de ella -- sabes que es con cariño.

--Tía, por favor -- la mire suplicante -- es la primera vez que me interesa alguien, no quiero que lo heche a perder. -- ella se que en silencio un rato.

--Lo siento, es lindo verte así. -- me dio una sonrisa tierna. -- nos gusta verte así.

--A mi también.

—No me vuelvas a hablar en español — se estremeció.

—и ты мне тоже (y tú a mi tampoco) — nos reímos.

Cuándo llegamos a la escuela me quedé mirando el edificio un momento, la prensa ya había sacado todo a la luz. Maldita prensa, porque era tan entrometida. Me baje del auto no sin antes darle un abrazo a mi tía.

Peter me ayudaba a llevar mi mochila, el no quiero a que hiciera mucho esfuerzo para que terminara de sanar bien. Cuando entramos a la escuela todos se quedaron viéndome, maldita sea, odiaba la atención de pubertos inmaduros.

--Que miran? -- les dije agresivamente. Todos volvieron a lo que estaban haciendo -- eso pensé. -- dije bajo. -- creo que mamá y papá tenían razón con lo de la identidad falsa. -- le dije a peter.

--Tu fuiste la que quería dejar de esconderse.

--Ya se, ya se -- ambos llegamos al salón de clases y afortunadamente estaba solo. -- solo toma tiempo. Nadie esperaría que ellos dos tuvieran una hija. Y veme acá. Vivita y coleando.

--Tomaste tu medicamento? -- me pregunto Peter.

--Si papá. -- el salon de clases empezó a llenarse y cada que entraba alguien fijaba su mirada en mi y luego la desviaba.

Luego entró el profesor. Y empezó la tortura. Las clases eran demasiado aburridas, desee que el tío T hubiera continuado con mi educación. Cuando se terminó la clase salí con Peter que me llevó hasta el salón de clases donde presentaría una de los miles de exámenes que tenía pendientes.