NO HERIDOS DE GRAVEDAD

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Luego de la misión de papá, una semana después, papá estaba ya casi totalmente recuperado por no decir que ya estaba bien, pero mamá lo obligó a que dejara de entrenar hasta que estuviera recuperado al cien por ciento y sin ninguna molestia, y cuando mamá dice algo, le tenemos que hacer caso los dos a menos de que queramos que pasen más cosa muy desagradables. Así que papá solo se dedicaba a dar órdenes en los entrenamientos y observar.

Me exigía más a mí, y no porque fuera su hija, sino porque tenía la responsabilidad de entrenar a Kate, en el cuarto rojo, a pesar de que era una niña, entrenaba a todas las nuevas, en todo lo que fuera, al menos me habían dejado con buenas habilidades, y traumas también, pero todos tenemos traumas.

Tenía que enseñarle a Kate más que todo sobre el sigilo y no hablar de más, era básicamente un peter versión mujer y más linda.

Aunque Kate no sabía de cómo escuchar a su alrededor. Lo pasaba por alto hasta que la atacaban. Estábamos todos en la sala de entrenamiento, nos habían dividido, unos luchaban, otros tenían armas, yo estaba enseñándole a Kate el sigilo y la escucha, porque sí que le faltaban esas dos cosas.

—Recuerdas la vez que robamos el brazo de Bukcy?

—Robamos me suena a multitud — me respondió ella seria, yo rodé los ojos. — fui obligada.

—Pero es un buen recuerdo juntas — le guiñe el ojo — centrémonos en lo importante, recuerdas cuánto te calle?

—Si, y sigo sin entender por qué.

—Bueno, estaba escuchando los pasos de Bucky, escuchando que dirección tomaba para yo tomar otra dirección. En eso vamos a trabajar, en agudizar tu oído, porque te hace falta. — me miró ofendida. — no me mires así que es verdad y por eso lo vamos a trabajar, es para que si en alguna misión, debes estar en absoluto silencio puedas escuchar posibles enemigos y sepas en que dirección vienen o pues hacia donde se dirigen.

—T/N! — escuché a papá — es entrenando, no charlando.

—Se toman muy enserio esto — dijo Kate.

—Y tú también tienes que empezar a hacerlo — le dije seria — va a ser un ejercicio fácil. — ella asintió — vas a cerrar los ojos, viernes hará que un sonido suene en la sala y tú tendrás que descifrar de dónde proviene.

—Con todos ellos acá? Va a ser imposible.

—Nada es imposible, además así practicas más para cuando sean entornos no tan silenciosos. Solo tendrás que decir el nombre del llegar de dónde viene el sonido.

—Que nombre?

—A eso vamos, no te aceleres. Tenemos cinco puntos diferentes por toda la sala. Tenemos: ductos — señale una esquina de la sale en la parte superior de esta — armas — señale el lugar donde habían unas cuantas armas falsas — pesas — señale justo enfrente de donde estaban las armas — puerta y vestidores.

—Entiendo.

—Cierra los ojos — ella hizo lo que pedí. — los ruidos van a empezar en cualquier momento y vas a empezar a decir de dónde provienen, anotaré los que aciertas.

—Cuantos son?

—Pon atención — le dije y dicho eso el primer sonido sonó en la puerta.

—Puerta — anote todo en el holograma que salía de la manilla. Otro sonido retumbó y ese fue de la ductos, viernes me mostraba de dónde provenían los sonidos — ductos — asenti en forma de aprobación aún así ella no me viera.

Algunos sonidos llegaban más seguidos que otros, otros llegaban dos minutos después. Era una secuencia bastante variada para que la persona no pensara que fuera algún tipo de patrón, y no, no lo era, viernes tenía millones de secuencias y las combinaba todas.

Jugando Entre Realidades |Romannoger Daughter & Kate Bishop X Female Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora