Capítulo 4 El Rey

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Cersei escuchaba las últimas noticias apretando fuertemente la copa de vino.Su hermano, su amado hermano, había sido cogido preso por los asquerosos lobos.

-Maldito Robb Stark, ese niño nos ha ganado la batalla.Nos ha engañado.A nosotros, los Lannister- bramó furiosa

-Mi señora- interrumpió Varys- mis pajaritos me han susurrado que la victoria no se debe al joven lobo.Si no más bien a una muchacha que lo está guiando.Me han dicho que fue idea suya el engaño a Lord Twyn , y que fue ella misma quien en combate venció a su hermano

-¡Eso es imposible!-bramó la mujer-¡Mi hermano no puede haber perdido contra una salvaje!

-¿De quién se trata?- preguntó calmado Twyn Lannister, necesitaba saber quien le había engañado, quien tenía una mente a su altura.

-Lady Alysanne Blackwood , mi señor.Se rumorea que podrían mantener una relación sentimental los jóvenes y todo.

-¡Traerme sus cabezas, las de los dos!- gritó de repente Joffrey como un niño mimado-¡Soy el Rey!

-¡Silencio!- mandó callar Twyn Lannister- Varys , recoge más información de usa muchacha.Quiero saber cada paso suyo. No podemos olvidar su ficha en este tablero.

Tyrion se dio cuenta que el interés de su padre era grande, y no era para menos, una muchacha había burlado al gran estratega de Poniente.Hasta el sentía interés. Pero a la vez preocupación, por la mirada de su hermana, no iba a dejar a la chica tranquila.Revolvería todo Poniente para vengarse por lo que le había hecho a su amante.

Otro que tampoco se iba a quedar calmado era Joffrey, si no podía tener la cabeza de esos dos traidores,tendría la de alguien cercano.Y sin saberlo ese movimiento costaría el inicio de una guerra para Poniente.El principio del fin.

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Todos estaban reunidos en la tienda de Robb, discutiendo qué iban a hacer con su rehén recién descubierto cuando le entregaron el pergamino a Robb.

Lo desenvolvió con cuidado, y Alysanne juró que nunca había visto a un hombre esforzarse tanto por mantener la compostura. Su rostro se había enrojecido considerablemente, toda su postura rígida.

-Robb, ¿qué pasa?- Catelyn se acercó a él, poniendo su mano en su brazo reconfortante. Todo lo que podía hacer era empujar el papel que había puesto patas arriba su mundo, haciendo que cada victoria pareciera irrelevante, que cada momento feliz pareciera contaminado, en las pequeñas manos de su madre.

Salió corriendo de la tienda. La dama Blackwood lo siguió ignorando las miradas de su familia , Lady Catelyn

Mientras Lady Stark colocó el pergamino sobre la mesa. Su rostro había palidecido considerablemente, sus manos temblaban mientras lo dejaba. Cerró los ojos durante un momento prolongado y luego los abrió de nuevo.

-¿Mi señora?- Preguntó en voz baja Tytos Blackwood, acercándose a ella lentamente.

-Se ha ido-fue todo lo que pudo decir. Sus ojos se fijaron directamente en el pergamino que se descartó sobre la mesa. Tytos levantó el papel y le hizo un gesto a Lady Stark para pedirle permiso para leerlo. Catelyn asintió con la cabeza una vez antes de salir también de la tienda.

Desenrolló el guión, los señores del norte se volvieron hacia el y esperaron expectantes a que leyera su contenido.

Los ojos de Lord se abrieron como platos mientras leía las palabras, su respiración se volvió superficial en estado de shock. Volvió a enrollar suavemente el guión, con los ojos muy abiertos mirando a sus compañeros Lores.

Alas de cuervo // Robb StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora