Alas de cuervo // Robb Stark

Capítulo 40 La venganza

En el momento en que se dio cuenta de que estaba dormida, una repentina oleada de tristeza la había envuelto lo suficiente como para no querer volver a abrir los ojos. Por supuesto, tendría que haber sido un sueño. Tal vez una alucinación por la herida que le infligieron. Robb estaba muerto.

Alysanne Stark no quería abrir los ojos y enfrentarse a la realidad de nuevo, mientras volvía a la conciencia, la herida le dolía implacablemente hasta lo que parecía no tener fin. Pero el dolor en su corazón era mucho más competente. Eventualmente, había reunido el coraje para abrir los ojos y enfrentar su realidad, por sus hijos y saber si habían ganado la batalla más que cualquier otra cosa.

Cuando los abrió, la luz  hizo que sus ojos se cerraran de nuevo, pero se acostumbró después de unos segundos y pudo despertarse por completo. Su mirada se deslizó por la habitación mientras su visión se aclaraba, hasta que sus ojos se encontraron con unos suaves ojos marrones. Arya parecía preocupada pero a la vez aliviada por la mujer en la cama.

-Arya- logró decir, su voz saliendo como un graznido. La morena sonrió brillantemente, sentándose en su asiento y agarrando su mano suavemente.

-Ya era hora de que despertaras, me perdí la oportunidad de torturar a Ramsay porque tuve que cuidarte- bromeó, pero estaba claro que la chica estaba más preocupada por el bienestar de Alysanne.

-¿Así que ganamos?-Alysanne se atrevió a preguntar, suspirando de alivio cuando asintió con la cabeza. Sin embargo, su satisfacción no duró mucho y pronto la tristeza volvió a invadir su expresión, algo que Arya captó rápidamente.

-Se ha ido a comprobar algo con Jon, volverá en cualquier momento- sus palabras confundieron a la joven reina, que inclinó la cabeza hacia un lado para entrecerrar los ojos.

-¿De qué estás hablando?¿Quién está con Jon?- Presionó, preguntándose si aún estaría dormida. Arya se quedó perpleja ante la confusión de Alysanne, abrió la boca para responder, pero finalmente fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose. Las cabezas de las chicas se inclinaron hacia adelante para ver al recién llegado.

La reina gimió de miedo, agarrando la mano de Arya con un vicio mortal. Sus miradas estaban fijas el uno en el otro, y cuando Robb se dio cuenta de que ella se había despertado, sonrió con la sonrisa más amplia que ninguno de los dos le había visto nunca.

-Estás despierta-,respiró aliviado, corriendo a su lado y arrodillándose donde antes estaba Arya, quien se fue silenciosamente de la habitación, la antigua de Robb,para dar un poco de intimidad a la pareja.

-¿Robb?- logró decir, observando cada centímetro de él con sus ojos. -¿Estoy muerta?-preguntó de repente, horrorizada ante la perspectiva.

-No, y yo tampoco-la tranquilizó, alcanzando su mano libre para deslizar sus dedos entre los de ella. Cuando vio que podía sentir su mano en la suya, se dio cuenta de que no había sido un sueño. Tal vez ella se había desmayado por la pérdida de sangre poco después de que se reencontraron, pero una cosa era segura: él estaba aquí.

Robb había vuelto con ella.

Completamente abrumada por la emoción, Alysanne tocó la mejilla para confirmar que era real. 

-Regresaste a mí-susurró ella, un sollozo crecía en su garganta listo para liberarse en cualquier momento. Robb presionó su frente contra la de ella con delicadeza, colocando su mano sobre la de ella.

-Es traición abandonar a tu reina, ¿no es lo que siempre me dices?- Preguntó, imitando la frase que tantas veces se habían citado. Ella soltó una carcajada ante sus palabras, lágrimas derramándose sobre sus ojos y pudo ver que también se estaban formando en los de él.