Capítulo 5 Las verdades

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En Desembarco del Rey la noticia de la coronación de Robb Stark había caído como un jarro de agua fría.El Norte, el reino más extenso, se había alzado en su contra y había nombrado un rey.Y todo por la maldita niña Blackwood.Esa mujer estaba empezando a ser una piedra en el zapato de los Lannister.

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-Deja de mirarlo-la voz severa de Robb la sacó del aturdimiento en el que había estado, mirando la corona que descansaba sobre los rizos pelirrojos de Robb. Parpadeó rápidamente y se enderezó de nuevo.

-Lo siento, es solo que- tartamudeó, entrecerrando los ojos mientras lo estudiaba de nuevo- es muy extraño verte con una corona en la cabeza.

-Pues fuiste tú quien me la puso en la cabeza- se rio el muchacho

-Y no me arrepiento en ningún momento, eres el hombre indicado para liderar el Norte- confirmó con seguridad.

Habían estado en las habitaciones de Robb, Alysanne casualmente sentada en la cama de Robb y Robb en su escritorio, revisando sus pergaminos. Era casual para ellos hacer esto, para el resto de lores no.

-A veces creo que estás loca mujer, no se que ves en mi para creer tales cosas

Lyanna jadeó ante sus palabras.Levantándose de la cama se acercó a su nuevo Rey, arrebatándole la corona de la cabeza y dándole un golpe en la cabeza

-¡Ay!-Se quejó frotándose la zona herida.

-No digas esas cosas idiota- levantó la mano, lista para pellizcarle el brazo, pero él la agarró por el antebrazo antes de que pudiera.

-Es una traición golpear a tu Rey, mi dama- la sonrió burlescamente.

-¡Solo eres rey porque yo lo decidí!- Ella respondió juguetonamente, tirando de su brazo hasta que él la soltó. -¡Puedo desdecirme con la misma facilidad! Seguro que los Lores me apoyarán.

Robb volvió a mirar su carta, con una sonrisa persistente en sus labios, mientras Alysanne observó la corona en sus manos.

No era como cualquier otra corona que hubiera usado cualquier otro Rey, pero era perfecta para un Rey en el Norte.

La corona real que usaron los Stark hace cientos de años se había perdido hace mucho tiempo ya que Torrhen Stark se vio obligado a darla a Aegon el Conquistador . Por lo tanto, habían forjado una muy parecida a la original, siguiendo las descripciones de leyendas e historias.

Estaba hecho de bronce y hierro martillados, metales del norte. El aro de la corona es de bronce con las runas grabadas de los Primeros Hombres, con nueve puntas de hierro rodeándolo, diseñadas para parecerse a espadas largas.

No tenía joyas, pero eso era muy parecido al Norte. No estaban interesados ​​en el lado más elegante de las cosas.

Alysanne levantó la corona y la colocó suavemente en la parte superior de su cabeza. Era demasiado grande para ella y se deslizó ligeramente hacia abajo.

Se enderezó y puso cara de asco, como la que había visto a la reina Cersei cuando fue con su padre y hermanos de pequeña a Desembarco del Rey.

-¿Y bien? ¿Parezco una reina?

Robb la miró y soltó una carcajada al ver el estado en el que se encontraba.

-Pareces Cersei Lannister- se rio el muchacho

La muchacha se llevó la mano al pecho y fingió estar herida- me ofenden tales palabras Robb Stark

Rápidamente levantó la mano y se quitó la corona de la cabeza, arrojándola sobre el escritorio con un sonido metálico y lanzó sus manos hacia adelante, golpeándolas contra su pecho.

Alas de cuervo // Robb StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora